Los datos indican que Peñarol tiene cuatro partidos de pretemporada más que Quilmes, que tuvo más tiempo de ensayo, pero en la cancha no se notó. Porque el equipo de Escaraín mostró conceptos de equipo muy interesantes por haber cumplido solamente su tercera presentación.
Desde el comienzo la diferencia la hizo con la defensa. Instrumentó presión desde mitad de cancha hacia atrás pero en 5 minutos el “Lobito” Fernández se cargó de faltas (tres) y lo reemplazó el juvenil Cequeira. La estructura no se resintió, la presión sobre el base rival continuó y sobre los laterales de la cancha doblaba la marca con algún hombre alto (Cavaco empezó de cuatro)
Ni Leonardo Diebold, ni Mariano Van Gool pudieron darle claridad al ataque de Peñarol y su ofensiva lentamente se volvió anárquica. En ofensiva Quilmes rotó muy bien la bola por el perímetro, no se apresuró y encontró gol en todas las posiciones. La entrada la diferencia pasó de 10-3 a 24-14. Pero un triple de Van Gool y otro de Amaro disminuyó la brecha final del primer cuarto a 7: 25-18.
El segundo cuarto fue una exhibición de Diego Cavaco, que mostró que esta puede ser su gran temporada. Metió 15 puntos con goles de todos los colores. Tres triples y tres dobles, sólo y con la marca encima, y guió a Quilmes para que la diferencia se fuera a 15: 50-35.
La defensa del milrayitas no cambió el hombre a hombre pero regaló más el tiro cerrándose sobre su juego interior para tratar de recuperar la bola en defensa y correr. Pero Quilmes aceptó la invitación y le devolvió gentilezas con 4/5 en triples. En tanto Quilmes seguía goleando, la rotación desde el banco le trajo algunas soluciones a Peñarol con la sociedad, Amaro (muy inteligente para jugar al basquet) y Tagliotti. Pocas veces, Peñarol pudo alimentar a sus internos y sacar provecho de ello (Bianco estuvo atrapado todo el partido).
Después de descanso largo, el partido ganó en emoción porque el equipo del “Zeta” Rodríguez comenzó a toda maquina, metió un parcial 13-3 y se puso en juego (55-51). Apareció el gol que no tuvo en la primera mitad con dos triples de Juan Pablo Sánchez y uno de Tato Rodríguez. Pero especialmente mejoró su defensa. Se agachó para defender, marcó línea de pase y confundió los caminos del rival.
Pero hasta ahí llegó la remontada de Peñarol. Lo alcanzó a lo loco y lo quiso definir en ese momento. Escaraín lo mandó de nuevo al “Lobito” a la cancha y el base quilmeño puso el partido en un freezer. Distribuyó mejor el juego, y aparecieron los triples. Cavaco, Nicolás Pérez (gran debut!) y el propio Fernández metieron uno cada uno y un parcial 16-3 en tres minutos le devolvió el comando del partido (71-54)
La recta final fue más de lo mismo, la diferencia se quedó en los 15 puntos y por más soluciones que buscó Peñarol en su banco de relevos no lo encontró y otra vez se vio la vieja película de Tato Rodríguez cargando la mochila ofensiva de su equipo. Quilmes, por su parte, jugó desde el segundo tiempo con dos internos con la aparición de Simoni en cancha. Fue más sólido en la defensa de su tablero, pero también perdió variantes en ataque.
La historia sigue el lunes. Donde ambos querrán corregir errores y aumentar virtudes. Pero Peñarol está obligado a remontar una ventaja de 17 puntos si quiere seguir con vida en la Copa Argentina.
Peñarol 76: L. Diebold 0 , S. Rodríguez 21, J.P. Sánchez 11 (x) , G. Bianco 10 y S. Aispurúa 4 (FI) J. Abbadie 2, M. Van Gool 6, R. Amaro 16, M. Tagliotti 6 (x), M. Rodeghiero 0. DT D. Rodríguez
Quilmes 93: G.I. Fernández 8, N. Pérez 14 , C. Vaquero 17, D. Cavaco 30 y C. Chiappero 10 (FI) L. Cequeira 10, L. Bruera 0, E. López Cerdá 0, P. Simoni 2 y C. Collar 2, R. Aquindo 0 y D. García Merlo 0.DT P. Escaraín
Estadio: Polideportivo Panamericano.
Arbitros: Jorge Fabi y Héctor Sedán.
Parciales: Quilmes 25-18, 52-38, 74-59.
Público: 1500 espectadores
www.pickandroll.com.ar
DEJA UN COMENTARIO