Otra vez Quilmes

• Pablo Tosal
• 17/09/2002
• (21 comentarios )

Los tiempos modernos le sonríen a Quilmes. El cervecero parece haberle encontrado la vuelta a la larga paternidad milrayita. Ya suman 8 los clásicos en forma consecutiva que gana y 6 de manera oficial achicando la brecha en el historial, en sólo un año, a 24-18.

Con la victoria de anoche, Quilmes accede a la tercera fase de la Copa Argentina donde enfrentará a Gimnasia y Esgrima La Plata, en partidos de ida y vuelta.

Con la idea fija de revertir los 17 puntos en contra, pero sobre todo de buscar su verdadera identidad y consolidar argumentos de equipos de cara al futuro, Peñarol salió con otra postura que en el clásico anterior.

Estuvo una marcha mas lento. Pero la prolijidad y la buena marcación en hombre, especialmente en los perimetrales le otorgó interesantes réditos de hasta 6 puntos en el primer cuarto.

El “zeta” hizo hincapié en la marca del Lobito Fernández, y encomendó esa tarea a Juan Pablo Sánchez, que si se convence, será un especialista en la marca. Diebold quedó emparejado con Nicolás Pérez y “Tato” con Cavaco. Los perimetrales de Quilmes producían muy poco y Peñarol imponía su ritmo. El trabajo de Chiappero en la pintura lo puso en juego a Quilmes, pero Bianco en el goleo marcó la diferencia; 13-18.

En el segundo cuarto el partido cambió de dueño. La rotación que instrumentaron desde el banco los dos técnicos le trajo más dividendos a Quilmes. El ingreso de Lionel Bruera aportó seis puntos consecutivos que perforaron el corazón de la defensa milrayita. Así mismo, en el parcial 15-2 favorable al cervecero, mucho tuvo que ver los primeros triples que llegaron de la mano de Cavaco y Vaquero.

Leonardo Diebold salió por una contractura y Mariano Van Gool no pudo mantener la solidez del traslado del primer cuarto (cero pérdidas), aumentado por la presión defensiva de Quilmes, Peñarol perdió la brújula y también 8 pelotas en 10 minutos.

En los tramos finales del primer tiempo, el partido era un recital de errores, apresuramientos y mala selección de tiros. Pero en el río revuelto, Quilmes no pudo aprovechar la diferencia que logró (31-22) para cerrar el parcial tan sólo cuatro puntos arriba 42-38.

El tercer parcial fue el cuarto de “Tato” Rodríguez, el marplatense guió a su equipo en la ofensiva peñarolense para descontar la ventaja y ponerse en juego. Claro que un solo hombre no puede, y nadie pudo acompañarlo. Gustavo Bianco (13 puntos en la primera mitad) estaba desaparecido. Roberto Amaro, muy errático, y Juan pablo Sánchez definitivamente peleado con el aro. Quilmes era más prolijo, y llegaba al gol desde diferentes posiciones. Aunque extrañaba a Cavaco, que no terminaba de soltarse en ataque.

El último segmento del partido estaba abierto para los dos, aunque se vislumbraba que la diferencia de 17 puntos, del jueves, no se podría descontar. Como un clásico hay que ganarlo, la parte final fue emocionante. Sin mucho orden pero con enorme corazón Peñarol quiso revertir todo.

Y contó para esa tarea con un efectivo Juan Pablo Sánchez, que marcó muy bien al “Lobito” Fernández, sin dejarlo recibir la pelota, y poniendo el ataque cervecero en manos equivocadas. La consecuencia lógica fue un eclipse de la ofensiva quilmeña. Parecía que Peñarol cortaba la sequía de los últimos tiempos, pero una vez más Quilmes capeó el temporal.

Mariano Van Gool, que reemplazó a Sánchez, no pudo repetir la contención del base rival, y el viejo “lobo de mar” metió el partido de su lado. Distribuyó el juego y los tiempos. Reapareció vaquero en el goleo, se le sumó el propio Fernández y Nicolás Pérez Issa. Además Diego Cavaco pudo contener a “Tato” y ya no hubo quien la meta en Peñarol.

Sin embrago, en la última jugada del partido, después de algunos tiros libres errados por Quilmes, y una mala salida desde el fondo de la cancha en defensa, le quedó el cierre a Peñarol. Pero una bomba de estruendo sonó en el momento que Juan Pablo Sánchez armaba el tiro de tres. El impacto del sonido hizo que no le pegara ni al aro. Con dos segundos en el reloj, no hubo tiempo ni para mínimos reclamos. Quilmes se quedó otra vez con el clásico y el boleto a semifinal frente al lobo platense.

Quilmes (88): G.Fernández 13 , Pérez 12, Cavaco 19 (x), Simoni 11 y Chiappero 10 (x) (FI); Vaquero 17, García Merlo 0, Bruera 6 y Cequeira 0.

Peñarol (86): Diebold 0, S.Rodríguez 36, J.P.Sánchez 8, Bianco 18 y Aispurúa 6 (x) (FI); Amaro 8, Van Gool 2, Abbadie 6, Tagliotti 2, Calvo 0 y Viola 0.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Jueces: Darío Rodríguez y Fernando Sampietro.
Parciales: Quilmes 13-18, 42-38 y 66-67.

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