Lo que hacen en la cancha está muy a la vista. Durante tres temporadas jugaron hasta el final, un montón de partidos, y entonces su habilidades, virtudes y defectos, son públicas.
Pero este Peñarol Tricampeón tiene otro tipo de secretos, que lo hacen ser el equipo más importante de la historia de la Liga Nacional de Básquet. Y no hay nada mejor que escucharlo, y luego leerlo, de parte de sus propios protagonistas.
El Atlántico tuvo el privilegio de alojar en su redacción a gran parte del plantel que se coronó en la final ante Obras. Selem Safar, Marcos Mata, Facundo Campazzo, Pablo Barrios, Matías Ibarra, Alejandro Reinick y Nicolás Lauría estuvieron una hora compartiendo la intimidad y los secretos de este equipo inolvidable. Entre anécdotas, risas, momentos de seriedad y recuerdos, los “Milrayitas” se soltaron para declarar sin cassette y pasar un momento distendido en medio de los interminables festejos.
Primero arribaron Safar, Barrios y Lauría. Luego Reinick, el productor de la entrevista. En pocas horas, el “Colorado” se comprometió y organizó el arribo masivo. Para aplaudir.
Después llegó Mata, más tarde Ibarra y finalmente, un poco retrasado, Campazzo. La impuntualidad del mejor jugador de las finales no cayó bien. Y sus compañeros se lo hicieron saber. “Cuando no te conocía nadie venías media hora antes, ahora que sos MVP venís último”, acusaron.
Empezó la sesión de fotos y todo se complicó un poco. Es que, siete tipos felices son difíciles de organizar. Entonces la fotógrafa debe luchar para que todos miren a la vez a la cámara y no se distraigan. Pero hay agresiones, golpes, bromas y todo se torna muy dificultoso. Los “tri” hacen un “trencito”, muestran tres dedos, se ríen y ponen caras. Están disfrutando del momento. Y las imágenes pueden retratarlo. Por suerte, Lauría organiza. “Uno, dos y tres”. Y se escucha la seguidilla de disparos de la cámara. “Mirá cómo aprovecha a gatillar una vez que nos pusimos bien. Chick, chick, chick, chick”, dice Campazzo. Están todos sentados en la recepción, mostrando los Suplementos Especiales. Los hojean, encuentran la entrevista de algunas de sus mujeres y deciden hacer una foto mostrando esa parte. “Juntemos los deditos y pongamos cara de: ´esto es cualquiera´”, dice uno. Y todo es diversión otra vez.
Luego, llega el momento de declarar, entonces suben a la redacción donde generan las miradas de varios compañeros de trabajo, que se sorprenden ante el ingreso de semejantes “torres”.
Se les pregunta si aún siguen los festejos. Y Campazzo dirige “1, 2, 3… noooo!”. Más carcajadas. “Creo que ya tenemos que pensar en el año que viene”, Lauría se pone irónicamente el cassette. “Hay que festejar un poco más”, acotan varios, que piden mantener bajo reserva la identidad. Y empieza la parte seria de la charla, donde se suceden las preguntas y respuestas sobre la campaña.
- El inicio del camino al tricampeonato se inició con dos noticias tan malas como inesperadas, que fueron los problemas del corazón que sufrieron Leo y Tato.
- Marcos Mata: La verdad es que fue muy complicado el arranque. Lo de Leo nos llamó la atención. Cuando nos enteramos los que le pasó, lo llamábamos pero sabíamos que por ahí quería estar solo, con la familia. Y lo de “Tato” fue un balde de agua fría. Nadie se esperaba arrancar el año así. También tuve una lesión yo, las de Nico, la de Kyle. Fue un año particular, raro. Pero lo importante es que el equipo supo sobrellevar todo eso.
- Si bien arrancaron con esas malas noticias y el equipo no fue muy regular en la primera fase, la sensación que daba era que al llegar las instancias decisivas, el equipo iba a aparecer. Lo hicieron en el Súper 8, en cada partido ante candidatos. ¿Ustedes también tenían esa sensación?
- Pablo Barrios: Yo soy nuevo en el grupo, pero siempre tuve esa sensación. Cuando se jugaba algo importante, se veía al Peñarol de siempre. Es lo que yo vi y viví jugando en contra. Sabés que cuando están por jugar algo importante, dejan todo. Es algo increíble. Es un grupo espectacular. Cuando llegan los momentos más importantes, como el Súper 8 o el Interligas, aparece ese equipo que uno veía desde afuera.
- ¿Qué recuerdan de la primera fase?
- Nicolás Lauría: Lo que rescato fue cómo sobrellevamos las lesiones, cómo pasamos los obstáculos. Sentíamos la tranquilidad de que siempre uno iba a aparecer, para terminar de ganar el partido. O Leo, o Facu, o Marcos. No estábamos jugando del todo bien al principio, pero siempre apareció uno. En la primera fase tuvimos niveles muy arriba y muy abajo. Tuvimos derrotas duras, jugando mal. Después, al final nos pusimos sólidos.
- Alejandro Reinick: Lo que pasó fue que en la pretemporada y en la primera fase nunca tuvimos el equipo entero. Iban 14 fechas y siempre alguno había faltado. Fue un comienzo de Liga muy raro. Y más para los que veníamos de años anteriores, porque nunca nos había pasado nada. Siempre decíamos que no teníamos ningún tipo de lesión, pero se dieron todas juntas ahora.
- Para los nuevos, cómo fue acoplarse a este equipo tan ganador, que retoca muy pocas piezas.
- Matías Ibarra: Cuando hay una buena dinámica, todo es más fácil. La clave es entrar a un grupo que ya viene con varios procesos encima. La calidad de la gente que tenés alrededor te potencia. Siempre te hacen rendir para mejor. Hay gente que te sube el nivel.
- En el Súper 8 dieron un mensaje importante, porque lo ganaron sin jugar del todo bien y venciendo a rivales que también eran candidatos.
- Selem Safar: Sí. No llegábamos de la mejor forma. Creo que los otros equipos llegaron mejor, y nos tocaron tres partidos durísimos. Y los ganamos. Con Libertad no jugamos del todo bien, pero salimos campeones. En semifinales vencimos a Obras, que era el mejor equipo en ese momento. Y demostramos que en los momentos que había que poner las cosas en su lugar, salía lo mejor del equipo.
- ¿Qué pueden contar del paso del “Chapu” Nocioni?
- Facundo Campazzo: Para todos fue un sueño. Nos subió mucho el nivel de juego. Nos contó sus experiencias de vida y de la carrera en los viajes y le sacamos el mayor jugo. No empezó de la mejor manera porque perdimos contra Olímpico y jugando mal. Pero al pasar los entrenamientos y los partidos, nos elevó muchísimo el nivel.
- ¿Qué fue lo que más te llamó la atención?
FC: Su mentalidad. Nos contagió a todos en cada entrenamiento. Eso es lo que más rescato.
Debían continuar las preguntas sobre el resto de la campaña que terminó en el tricampeonato histórico. Porque pasó la segunda fase donde el equipo fue segundo detrás de Obras, y la coronación en el Interligas de local. También la llave de cuartos de final con Estudiantes de Bahía Blanca que se definió en quinto partido, y la semifinal, que el “Milrayitas” liquidó en Sunchales 3 a 1, luego de perder como local en el inicio ante Libertad. Y también, la gran final contra Obras. Pero todo eso ya se dijo, se analizó y se leyó. Por parte de los protagonistas y de la prensa.
Además, algunos jugadores querían ir a ver el partido de fútbol de Argentina ante Ecuador por Eliminatorias para el Mundial. Aunque alguno ni se había enterado.
Entonces hubo que acortar los pasos y quedaron varias etapas afuera. El salteo fue provocado para llegar al momento distendido en el que se conoció un poco más la intimidad del plantel (Ver “El otro lado de los tricampeones”) así como también, la influencia de Sergio Hernández y Leo Gutiérrez. El aporte de los líderes, que a simple vista no se ve (Ver “Sobre Leo” y “Sobre Sergio”).
Solamente hubo tiempo para preguntarles sobre la relación con el uruguayo Osimani, base de Obras, en la final. Y todos apuntaron a Campazzo, quien debió responder sobre su “picante” duelo. “Estuvo linda la serie con Osimani. Es un jugador muy temperamental, con coraje, que va al frente. Y por ahí chocamos mucho en ese sentido. Esta serie fue así. Muy dura. Hubo muchas discusiones y peleas. Pero son momentos del partido. Después está todo bien, creo”, dijo el cordobés.
Si bien faltó preguntarles bastante, lo más jugoso quedó registrado y todos lo podrán compartir. Se apagó el grabador, pero los siete tricampeones se quedaron un rato más, sacándose fotos con algunos hinchas que trabajan en El Atlántico, firmando autógrafos y bromeando. Recordaban, aunque en voz muy baja, anécdotas de la celebración. Y tienen derecho a guardarse algo, porque antes contaron cosas distintas para todos. Aportaron miradas diferentes, bien desde adentro, de una campaña histórica para el básquet nacional.
Luego, una vez cumplida la requisitoria, se fueron juntos y organizando algo para la noche. Los tricampeones dejaron su huella, como en la cancha y en la intimidad de un grupo de elegidos que hizo historia y seguramente irá por más.
Por Bernardo Rolón y Ricardo Juan
Fotos: Florencia Di Sciascio.
Gentileza Diario El Atlántico
increible 05/06/2012
QUE BUENO ES VER EL GRUPO UNIDOOOOOOOOOOOOOOO DESDE HACE VARIOS AÑOS YA....<BR/><BR/>ESA ES UNA DE LAS MAYORES CLAVES PARA CONSEGUIR SEMEJANTE GLORIA...<BR/><BR/>EN OTROS EQUIPOS HAY PUTERIO ENTRE ENTRENADOR Y JUGADORES, JUGADORES Y DIRIGENTES, ETC..<BR/><BR/>ACA SOMOS UNA GRAN FAMILIA!!
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