Será una de las noticias del año en la NBA. Desde hace un tiempo se viene hablando de un posible traspaso de James Harden ya que todavía no había podido extender su vínculo con los Oklahoma City Thunder, pero ahora esos rumores se hicieron realidad.
Sam Presti, general Manager del Thunder, no logró llegar a un acuerdo con el escolta y lo envió, junto a Daequan Cook, Lazar Hayward y Cole Aldrich a los Houston Rockets a cambio de Kevin Marin, Jeremy Lamb, dos futuras selecciones de primera ronda y una de segunda. Toda una bomba.
Luego de cuatro meses de negociaciones el “barbudo” no habría querido aceptar una oferta por cuatro años más y 52 millones de dólares para ir en busca del máximo permitido, que rondaría los 60 millones.
Dentro de las exorbitantes cantidades de dinero que se manejan en la NBA – y sin ningún tipo de intención de meterse en el bolsillo de nadie - a veces se espera que el jugador en cuestión no opte por llegar a un equipo en reconstrucción como los Rockets, por más que lo seduzca la titularidad, y continúe con un proyecto de “equipo-dinastía” que había empezado en OKC.
Lo cierto es que ahora James Harden, campeón olímpico en Londres, será compañero de Carlos Delfino. Seguramente será titular, algo que no ocurría con los Thunder.
Si se pone en la balanza qué es lo que rescata cada equipo de la operación, en Oklahoma City resuelven un problema económico, debido a que en los años venideros les hubiese sido imposible costear los contratos de sus tres estrellas (Harden, Durant y Westbrook); Por otra parte, de no haber tomado esta decisión con el jugador antes del miércoles a la media noche, se hubiera convertido en agente libre restringido el próximo año.
Además obtienen a Martin, un anotador por naturaleza que desde el banco le dará un gran salto de calidad al técnico Scott Brooks, como lo hacía Harden, pero con otras características.
Por su lado, los Rockets ganan un excelente jugador, de los mejores de la temporada pasada, capaz de hacer muchas cosas dentro de la cancha: Anotar, defender, pasar el balón. Kevin McHale obtiene más que un escolta, ya que Harden puede convertirse rápidamente en el líder de un grupo joven que buscará su identidad y tratar de arañar un puesto en los playoff.
En sus tres temporadas con los Oklahoma City Thunder, Harden (tercera selección de 2009) tuvo una media de 12.7 puntos (44-4% de cancha), 3.4 rebotes y 2.5 asistencias en 26.7 minutos de juego. El año pasado mostró su mejor nivel, con promedio de 16.8 tantos, 4.1 tableros y 3.7 pases gol en 31.4 minutos, que les valió apra alcanzar el premio al mejor sexto hombre.
Sebastián Ciano
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