En 1990, Jorge Díaz Vélez recibió el primer llamado. “El Tola” Cadillac había sido el nexo y Oscar Huevo Sánchez lo convocó para trabajar en su naciente campamento. Con más de dos décadas junto al entrenador bahiense, Díaz Vélez se transformó en el técnico con mayor permanencia en el staff de trabajo del Huevo y, está claro, es una referencia ineludible al momento de repasar la historia y las aristas sobresalientes del Campus Huevo Sánchez, que en su edición 2013 cumplirá 25 años.
Díaz Vélez, un ícono del básquet formativo en todo el país, no duda en afirmar que el Campus Huevo Sánchez es el campamento de mayor prestigio en toda Latinoamérica y sostiene que Oscar tiene una capacidad notable para armar equipos de trabajo y conducir los mismos, al tiempo que realza la capacitación de los docentes que le dan vida al Campus.
“Yo hice el acto de apertura del Mundial Argentina 1990 con un grupo de chicos del Deportivo San Andrés: hacían malabares y un espectáculo muy lindo, al estilo Globetrotters. ‘El Tola’ Cadillac, que posee una gran historia en San Andrés, tenía buena relación con Huevo: fue él quien le sugirió a Oscar que me invite al Campus, poniendo como fundamento lo del Mundial. Y en ese 1990 fue la primera vez que Huevo me invitó”, comenta Díaz Vélez. “Me es muy grato haber podido trabajar durante tantos años en un campus de prestigio internacional. Además, también me halaga tener la confianza de Huevo, que es una persona muy exigente”, añade.
–¿Qué características del Campus se repiten año tras año y los llenan de orgullo?
–Debo tener cerca de 30 campus con Oscar a lo largo y ancho del país y creo que cada uno es diferente. No hay un Campus igual a otro. Es más: en los campamentos no sólo somos entrenadores, sino que, junto con Huevo y su esposa Marisa, somos padres, enfermeros o lo que haga falta. A veces nos levantamos a la madrugada para dar un remedio o solucionar un problema. Los cuidamos como si estuvieran en su casa. Y creo que en algunos casos les damos más bolilla, porque tratamos de que no les falte nada y estamos pendientes de todos los detalles. Para nosotros es muy gratificante, porque tenemos una responsabilidad educativa como formadores, no sólo como entrenadores.
–Además, cargan con una gran responsabilidad en esa formación.
–Huevo nos transmite esa gran responsabilidad y todos hemos podido interpretarla. Está claro que en 23 años he pasado todo tipo de situaciones. Creo que debo ser el único entrenador que estuvo en todas las estaciones del campus. Pero lo más importante, para los padres, es que pueden estar tranquilos, porque los profesionales que trabajan en el campus son los mejores y hay disciplina y orden, porque hay veces que tenemos 160 chicos por campus. Se respetan los horarios, se acatan consignas y reciben una formación integral, no sólo basquetbolística.
–¿En qué aspectos se ve “la mano” de Huevo y su habilidad para conducir grupos?
–Creo que la mayor habilidad del Huevo fue elegir gente para sus equipos de trabajo. Como en las competencias, vos podés tener a los mejores jugadores y no funcionar como un equipo. La virtud de Oscar es elegir gente muy capacitada, coordinar a todos y generar un clima muy especial. Además, todos somos muy exigentes con nosotros mismos, pero nada de eso se vuelve pesado, porque hay buena química en el plantel docente. En cada campus laburamos muchísimo, pero lo disfrutamos.
–¿Cuál es la gran diferencia del Campus Huevo Sánchez con otros campamentos?
–He trabajado en muchos campus en lugares y situaciones muy distintos, y considero que la diferencia del Campus Huevo Sánchez es el nivel de los entrenadores y la gran dirección de Oscar, que pone presión y responsabilidad. Somos obsesivos de que salga todo bien y en todo el equipo de trabajo hay gente muy predispuesta. Y si tenemos que limpiar el piso de una cancha o pintar las líneas nadie le esquiva a ese trabajo.
–Permanecer en el equipo de trabajo de Oscar desde 1990 debe ser un gran halago.
–En cierto sentido, Oscar es muy personalista, muy obsesivo, pero supo encontrar un plantel de entrenadores en el cual confiar. Yo considero que los campus no son un negocio para él, sino gran parte de su vida. He tenido a sus hijos como alumnos y ahora Mariano es uno de los “profes”. Huevo le pone mucha pasión y lo transmite. Y no hay que perder de vista que el campus lleva su nombre y que por detrás está el trabajo de toda su familia.
–Además, es un gran esfuerzo mantener el Campus en un alto nivel e ir encontrando aspectos para sumar y hacerlo más atractivo.
–Por supuesto. Es muy bueno mantener el campus en el tiempo y hacerlo con una gran calidad en todo sentido y un alto nivel de exigencia. Es muy difícil y hay muchos detalles a tener en cuenta, pero Oscar y los equipos de trabajo que fue conformando lograron que esto sea una realidad. Que haya más campus y mayor oferta hace que estemos siempre pendientes de seguir firmes en las fortalezas que tenemos pero, también, que se generen cosas nuevas: en su momento fue un gran cambio la implementación de la estación de psicomotricidad y, más recientemente, la de psicología deportiva, siempre con gente que sabe “llegarles” a los chicos.
–Ese modo de “llegar” a los chicos ha sido fundamental para que el Campus Huevo Sánchez sea lo que es.
–Esa es otra cuestión para destacar de Huevo: que siempre elige gente que, más allá de sus conocimientos, les llega a los chicos. Hay cosas que se pueden comprar con dinero, pero el prestigio sólo se logra con el trabajo. Y no hay elogio más grande que ese prestigio. Es el campus de mayor prestigio en toda Latinoamérica. No diría el mejor, porque tal vez sea subjetivo y depende del gusto de la gente. Pero es el más prestigioso, el más reconocido y el de mayor trayectoria. Inclusive, mucha gente que hoy está haciendo campus en otros lugares ha tomado como ejemplo de desarrollo. Es el ejemplo a seguir. Huevo lo sabe y permanentemente le está incorporando cosas y contratando entrenadores de jerarquía internacional. Oscar invierte mucho en esto.
Fuente. prensa Campus Huevo Sánchez
guillermo ellero 27/11/2012
querido amigola verdad es un orgullo leer esta nota te lo mereces por tu capacidad ,suerte y nos vemos cuando andes por concordia
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