Con amor propio, coraje, espíritu de play off, Quilmes se quedó con un partido memorable. El cervecero, consciente de que no podía repetir la actuación superlativa en ofensiva del tercer juego, planteó el partido con bajo goleo. Y Atenas, sabía que para no sufrir más debía exijirse al máximo en defensa. Y el partido se dio con esas premisas.
Quilmes fue prolijo y amarrete para atacar, para no volver desprolijo a defensa, y Atenas no pudo correr, cayendo además en las trampas defensivas del local.
En el arranque del juego Atenas sacó rápidas ventajas con el goleo de Gutiérrez y Eubanks (4-12), pero estaba errático, victima del hombre a hombre de su rival en defensa que, además, le forzó cuatro pérdidas. El goleo fue bajo porque Quilmes tampoco podía vulnerar la defensa ateniense.
En el segundo segmento Mario Milanesio movió el banco e ingresaron de movida, Gabini, Pelusi y Lábaque y luego Herrmann. Mientras que Quilmes sólo cambio a Gil por Cavaco. Y la diferencia la hizo el banco de Atenas. Lábaque fue más picante para atacar (9 pts) y fabricar espacios con su uno contra uno. Apareció Osborne, el gringo Pelusi fue efectivo (6 pts 3/3 ) y de no sumar cuatro perdidas más, hubiese estirado la diferencia por arriba del 34 - 41 final del primer tiempo. A Quilmes solo lo sostuvo Sebastián Ginóbili (13 pts).
El segundo tiempo fue diferente. Quilmes continuó con presión sobre el balón. Marcando muy bien la línea de pase pero agregó gol a su producción. Yaya Dia (8 pts) que no convirtió puntos en el primer tiempo ganó en la pintura y Atenas tomó tiros muy forzados sin encontrar el rumbo. El parcial se lo quedó el local por 20 a 16 y le mandó un mensaje a Atenas para el último cuarto.
Y el último cuarto fue una película. Se despertó Eubanks de su letargo (aunque bien tomado toda la noche) y clavó dos triples seguidos por arriba de su marca. Y otro más de Gutierréz, además entró Milanesio a manejar los ritmos y a su influjo, Atenas se escapó a 12 puntos cuando restaban 2:40 para el cierre. Parecía asunto liquidado.
Pero Oscar Sánchez tomó una decisión vital, con cuatro faltas de Gutiérrez y Osborne, sacó a Yaya Dia. Y lo puso a Cavaco. Es decir perdió fuerza interior para correr y presionar. Y el quinteto de “petisos” con Ibarra, Ginóbili, Gil, Cavaco y Bell presionó, forzó tres pérdidas consecutivas con dos recuperos de Milton Bell y entre el rasta y el sepo guiaron a Quilmes a la hazaña. Con 2 segundos en el reloj Matías Ibarra clavó un triple enorme para igual en 80 y forzar el suplementario.
A esta altura Atenas era un desconcierto. Todos se reprochaban y ninguno entendía que pasó.
El suplementario fue una consecuencia. Quilmes anímicamente imbatible, resolvió con autoridad ante un rival que habia perdido el rumbo.
Y ahora le tiró toda la presión a un equipo que deberá resolver problemas propios y ajenos para no quedar en la historia de ser los primeros jugadores de Atenas que no lo conducen a una semifinal. Quilmes, que esta hecho desde hace rato, lo espera agazapado.
Este es el detalle estadístico del partido:
Quilmes (96): S. Ginóbili (29), D. Cavaco (4), M. Bell (25), R. Pool (10), Y. Dia (12), formación inicial; P. Gil (11) y M. Ibarra (5). Entrenador, Oscar Sánchez.
Atenas (92): M. Milanesio (2), J.J. Eubanks (19), J. Osborne (18), L. Gutiérrez (16), R. Brown (2), formación inicial; W. Herrmann (16), R. Gabini (2), A. Pelussi (6) y B. Lábaque (11). Entrenador, Mario Milanesio.
Cuartos: Quilmes, 13-17, 34-41 y 54-57.
Tiempo regular: Quilmes 80, Atenas 80.
Arbitros: Eduardo Alagastino y Alejandro Ramallo.
Serie: Quilmes 2, Atenas 2.
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