• 25-11-2024
  • Buenos Aires, 15°C

Clark Kent

Entre dos equipos que no le sobra nada la diferencia es la intensidad. Y Bahía jugó 40 minutos para ganar, Quilmes especuló más tiempo del necesario, se rompió el alma 10 minutos y el resultado es lógico: premió al que más quiso ganar.

En el primer cuarto Quilmes tuvo un dominio de juego encontrando gol rápidamente en Federico Marín que vulneró la marca de Gaynor. Esos primeros 7 puntos del alero local preocupó a Sepo Ginóbili que mandó rápido a Nico Lauría a la cancha y el alero marplatense rindió bien de movida.

En el ataque visitante había poco movimiento y mucha dependencia de lo que construía Ivory Clark (7 pts 3 reb) pero Gerbaudo no podía todavía llevar el ritmo de juego que estaba en manos de Fabián Sahdi.

Quilmes mostró muchos problemas para atacar con sus pivotes (apenas un doble de Maciel y un libre de Ghersetti) ante la buena marca de la dupla extranjera de la visita (bien Rasio en defensa cuando entró). Por eso el equipo de Ramella sobrevivió con 4 triples de sus perimetrales. La distancia al final primer segmento fue de 21-16.

En el segundo cuarto Bahía Basket mejoró su juego ofensivo que fue un poco más dinámico y si bien no fue un cambio radical la aparición de Blakeney (8 pts) con mucha más presencia en la zona pintada fue decisiva.

Quilmes perdió bastante juego con la salida en el descanso de Sahdi y Marín. El equipo se quedó sin gol por forzar mucho las ofensivas. Lanzó 2/8 en dobles y 1/4 en triples sin rebote ofensivo. En cambio Bahía capturó 4 rebotes en ataque en el parcial para poder corregir errores (de las segundas instancias facturaron un doble y un triple) En un juego cerrado, el dato es clave. Así Bahía se llevó el primer tiempo 34-37 con un segundo cuarto de 13-21.

El viernes en Pick Radio, el entrenador Leandro Ramella sostuvo: “nosotros no tenemos nada para subestimar a nadie. Imposible” La afirmación surgió detrás de la declaración de Maximiliano Maciel que no estuvieron tan duros como siempre en Bahía. Apenas 48 horas después la historia era la misma. Quien puso la intensidad fue Bahía Basket al punto de tener casi dos pelotas por ataque.

En el tercer cuarto Sepo Ginóbili volvió a colocar a Ivory Clark de alero al lado de Blakeney y Rasio en el poste bajo. La situación generó que Leandro Ramella tuviera que sacar a Marín por Piñero para darle altura a su defensa que no podía contener el rebote.

El problema para el cervecero comenzó con la tercera falta de Sahdi y su reemplazo. Quilmes quedó a la deriva en ofensiva dependiendo más de su tiro de tres puntos que su tiro cercano al canasto, algo que no ocurrió nunca en lo que va de la corta liga actual. El diagnóstico es sencillo: el mando del partido lo tenía Bahía.

Acaso como nunca (en el marco de una campaña extraordinaria) se desnudó la ausencia de Diego Romero. Hasta acá Quilmes venía ganando y con una grado de lucha muy superior al mostrado hoy.

Pero Bahía Basket en dos partidos desnudó como ninguno que Maximiliano Maciel no puede jugar los 40 minutos bancando la parada como Ala pivote en la Liga Nacional. Le tomó 40 rebotes ofensivos en solo dos partidos. Y no lo ganó en Bahía por errores propios.

Allí se abre el gran último cambio que deparó el partido. En el inicio del último cuarto Quilmes salió con una defensa para ganar el juego. Línea de pases muy intensa (de la que le costaría a Romero marcar), asfixia absoluta al hombre con balón, dos recuperos y dos triples (57-59 en apenas un miniuto).

El último cuarto parecía que se lo comía de un bocado Quilmes con su defensa pero apareció Matías Nocedal con una mano que estuvo en llamas en el momento preciso con tres triples seguidos. Sebastián Ginóbili, héroe de mil batallas en Once Unidos como jugador de Quilmes, metió un pleno cuando lo sacó al pivote extranjero Blakeney y puso un perimetral. Con su bonomía habitual “Sepo” le confesó a PickandRoll post partido que fue por las 4 faltas del americano más que por un convencimiento táctico.

Lo cierto es que la jugada le salió redonda porque el DT local Leandro Ramella para equiparar el juego sacó a Tayavek Galizzi y lo puso a Marín, mandando a Maciel de pivote y Piñero de ala pivote. Este hecho fue tan decisivo como los tres tripes de Nocedal.

Ahí es donde apareció en todo su esplender Ivory Clark. Un americano de corte defensivo como hace tiempo no se ve en la liga, tan fuerte como Stanton pero más atlético y con la cobertura área de Marcos Mata. Un hombre que fue el bastión defensivo de su equipo, aunque sin la cuota de gol que Bahía Basket necesita.

No obstante anoche en Once Unidos se animó con el aro, metió 14 puntos y aprovechó además que sus compañeros pudieron llegar al gol por diferentes vías. Esto le dio a su gestión defensiva más preponderancia.

En síntesis en la recta final del juego tres triples de Nocedal abrieron la diferencia, Diego Gerbaudo la mantuvo desde la línea de libres (7/8) y la gestión defensiva de un equipo que tuvo más energía y más ambición de victoria terminó redondeando una victoria que lo saca a Bahía Basket de la sequía de triunfos fuera de casa cortando además el invicto que Quilmes traía de local.

Para el cervecero queda el largo interrogante de qué sucedió (en los dos partidos) ante Bahía, por la merma física y de energía, y si hubo problemas tácticos o actitudinales. De todos modos la campaña sigue siendo irreprochable, en un torneo (eso sí) que es muy largo.

Síntesis
Quilmes (74):
Fabián Sahdi 9 (x), Lucas Ortiz 18 (x), Federico Marín 17 (x), Maximiliano Maciel 7 y Mario Ghersetti 7 (FI) Facundo Piñero 6, Walter Baxley 5, Tayavek Gallizzi 5, Tiago Moledous 0 y Patricio Piñero 0. DT: Leandro Ramella

Bahía Basket (84): Diego Gerbaudo 15, Matías Nocedal 15, Mateo Gaynor 3, Ivory Clark 14, George Blakeney 12 (FI); Nicolás Lauría 5, Gonzalo Martínez 8, Gastón Whelan 0, Lisandro Rasio 12. DT: Sebastián Ginóbili.

Parciales: 21-16, 34-37, 51-59 y 74-84.
Árbitros: Roberto Smith y Oscar Martinetto.
Estadio: Once Unidos - Mar del Plata

Foto: Gentileza Carlos De Vita
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)

COMENTARIOS (0)

DEJA UN COMENTARIO