Fue una de las mejores, sino la mejor gira, que un seleccionado femenino mayor ha tenido en la historia de nuestro país. La ilusión crecía, y parecía hasta posible pensar en una plaza dentro de Londres 2012, pero finalmente el sueño no fue realidad.
En la mañana argentina del 30 de junio del 2012, nuestras chicas caían ante Canadá por 58 a 41, y la posibilidad del juego olímpico se escurría como agua entre los dedos. Automáticamente, el máximo referente de nuestro básquet, Germán Vaccaro, hizo un descargo público a través de la red social twitter:
German Vaccaro @Germanvaccaro2 30 de jun. de 2012
Dieron todo chicas en Turquia!se cayo posibilidad Londres,pero el camino a Rio sigue siendo el mismo,+alla de tener que mejorar cosas!fuerza
German Vaccaro @Germanvaccaro2 30 de jun. de 2012
Basquet femenino tuvo preparacion como nunca!chicas dieron todo!SI o SI cambios en competencia interna,es lo que comenzo CABB hace 60 dias!!
German Vaccaro @Germanvaccaro2 30 de jun. de 2012
Si,a los que me preguntan!aunque sea para algunos politicamente incorrecto!CABB manejara la compt.interna femenino!FEBRA puede hacer la suya
German Vaccaro @Germanvaccaro2 30 de jun. de 2012
Solo que etapas regionales-nacionales y posible TF damas sera organizado por CABB!nuchos años oportunidades no aprovechadas dio CABB!basta!
Evidentemente molesto, y enarbolado por la situación, Vaccaro prometió quitarle el femenino a FFBRA, ente con el cual se abrazó, posó para la foto, e hizo buenas migas en el inicio de la “restructuración”, a comienzos del 2011, con la llegada de Flor Meléndez y la salida de Eduardo Pinto. En eso cumplió.
Lo importante; aquello central que pivoteaba y hasta el día de hoy parece ser el eje del maleficio que no deja que nuestro básquet de el salto de calidad, aún se encuentra en la lista de deudas. La competencia doméstica no mejoró.
Se prometió regionalizaciones, e incluso un Torneo Federal femenino, pero nada pasó aún. Desde comienzos del 2011 se habla del objetivo “Río 2016”, pero el hecho de haber quedado fuera del mundial 2014 es la última luz de alarma, y esta, sí o sí, la debe ver la dirigencia, ponerse los pantalones largos y dejar de mirar hacia un costado.
El femenino molesta. Muchos intereses, para un plato pequeño. Muchas trabas, complicaciones, chicanas, y si a eso se le suma lo poco atrayente (deportiva y económicamente) que resulta para la dirigencia mayor esta rama; todo conspira para que no crezca.
Desde que está bajo la órbita de la CABB, los campeonatos argentinos de clubes, para la categoría mayores, no ha sido siquiera un poco mejor a lo que proponía FFBRA. Ni en duración en tiempo de la temporada, ni en formato de disputa, ni mucho menos en difusión.
Si se compara con las ligas organizadas por FFBRA en 2007, 2008 o 2009; aún la CABB, con toda su estructura, no ha podido igualar el nivel de dichos certámenes.
Desde las afirmaciones tajantes de Vaccaro a fines de junio del 2012 ¿Qué cambió? Si el problema central es la competencia interna ¿Por qué no ha habido un gesto claro en búsqueda del cambio?
El tiempo parece darle la razón a los escépticos, los cuales mencionaban que aquellos dichos se los llevaría el viento, y se optaría por la solución (¿?) de carácter más simplista: seguir colocando remiendos y ver que ocurre.
Se consiguió repatriar a uno de los técnicos nacionales más capacitados en el femenino (Cristian Santander), y con él, se logró limar las asperezas con Gisela Vega y Cecilia Liñeira, las cuales retornaron al seleccionado después de siete años. Después de medio siglo, Argentina fue sede de un evento internacional (sudamericano en Mendoza), pero la cuestión de fondo no se modificó.
Vaccaro, por twitter, el 30 de junio de 2012, manifestaba todo el dinero que la CABB había invertido en la gira previa al repechaje olímpico y que la falencia estaba en la competencia interna. Un año más tarde, ya con la competencia interna bajo su órbita directa, invirtió igual cantidad de dinero en un torneo, pero lo domestico siguió sin evolución.
A fines del año pasado, y sin desmedro del esfuerzo de clubes y jugadoras, el denominado “Argentino de Clubes” dio pena. Todos lo vieron y lo manifestaron. Incluso es sabido que una competencia así no le sirve a nadie: ni a las jugadoras para crecer, ni a los clubes para engancharse, ni al seleccionado para mejorar su pirámide de elección. Eso, y la nada, es doblemente nada.
21 de enero de 2014. Ojeada, amarillenta y muy desgastada, la frase “el objetivo es Río 2016” se tiñe con nubarrones, dudas, falta de estructura sustentable (manifestado largamente en este sitio) y escaso margen de error. La frase está detenida. El tiempo no.
En más de una oportunidad Vaccaro aseveró que irán en búsqueda de organizar el FIBA Americas Femenino 2015. También dijo que el objetivo está por encima de los nombres. Muchas frases rimbombantes, pero el eje aún no se ha modificado, ni tampoco se vislumbra el cambio radical que se necesita.
El tiempo no para. Este año que está consumiendo su primer mes, no verá a la Argentina en el mundial. Desde Australia 1994 no ocurría. Si se juega el sudamericano, serán dos competencias de calibre menor las que afrontarán nuestras chicas: sudamericano y Odesur. Sino, sólo disputarán el certamen propuesto por la Organización Deportiva Suramericana (7 al 18 de marzo).
Es decir, en el peor de los casos, a mediados de marzo, habrán finalizo su competencia oficial de selecciones. Algo hay que hacer.
Esta claro. Es evidente y desde este sitio no vamos a claudicar en el mismo concepto que se viene sosteniendo desde comienzos del 2011, cuando se apuntó a la cima y se tropezó con la primera piedra:
Si la estructura local no cambia. Si no se trabaja seriamente en el día a día, y se produce un giro de 180°, la posibilidad de llegar a Río 2016 quedará exclusivamente, y como ha ocurrido siempre, en manos del corazón y el esfuerzo de un grupo que con más espíritu que básquet nos ha mal acostumbrado.
Será por el sudor de su frente, el aprendizaje fronteras afuera, y el trabajo a destajo del cuerpo técnico que se logrará el objetivo, y no, como afirmó el 30 de junio de 2012 el presidente de la Confederación Argentina de Básquetbol, Germán Vaccaro, por un cambio en la competencia interna, que serviría de sustento y de proceso lógico para adquirir conceptos y ganar en fogueo.
Vaccaro lo dijo hace un año y medio: “SI o SI cambios en competencia interna”. Se está haciendo tarde para cumplir.
Emanuel Niel
En twitter @ManuNiel
www.pickandroll.com.ar
La nota es impecable , sólo que no se cuenta nada nuevo . Son sólo palabras!!!! El tema viene desde hace años , todos los q criticaban a Pinto , cuando llegaron a ese lugar , hicieron lo mismo q el . Que alguien diga q cambios hay ???? El recambio de jugadoras donde esta??? No será que lamentablemente no hay jugadoras , de la talla para jugar a nivel internacional?? Amaya sigue con los campus en el interior , están las mismas jugadoras q llevo Pinto!!! Señores no se calienten , esto no tiene solución !!!!! Estamos peor q hace 20 años , q nadie lo tomé a mal , pero una cosa son los clubes q hacen todo a pulmón , las jugadoras q hacen sacrificios y demás entrenadores , pero lamentablemente los q saben lo q es la competencia internacional , saben q se necesitan otros cambios y es ahí donde todos lo calienta silla q están en la confederación y asociaciones deben empezar a laburar y dejar de hablar y twittear menos!!!!
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juanca 22/01/2014
La competencia que tiene que cambiar es la asociativa y la federativa, es el camino para elevar el nivel de la federativa. Si las asociaciones no generan competencia interna, los clubes no crecen si a esto le sumamos que cuando aparecen un par de jugadoras enseguida las chupan los clubes de Capital esas asociaciones NO crecen por lo tanto la competencia se centra en FeBaMBA. Para el Argentino los clubes del interior se refuerzan con las chicas que tienen pocos minutos en los clubes de capital. Creo que es para charlar un rato largo...
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