• 23-12-2024
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Real Madrid y Barcelona a la final

El conjunto de Pablo Laso se despegó cuando incrementó la intensidad defensiva, ante un conjunto que abusó sin éxito del tiro exterior, pero que encontró mejor rendimiento cerca del aro.

El partido no comenzó con un Real Madrid tan contundente como lo hizo en su choque de cuartos ante el Herbalife, aunque el cuarto inicial acabara con un 22-15 para los de Laso, máxima ventaja hasta el periodo.

Antes, el CAI Zaragoza había creado muchos problemas a un equipo errático en ataque, con 6 de 19 en tiros de campo, y que daba muchas felicidades en defensa a un conjunto aragonés que era dueño del rebote.

Nada que ver con lo sucedido en los segundos diez minutos. El Real Madrid comenzó a defender con intensidad, lo que lo proporcionó numerosos robos de balón y sus correspondientes contraataques. Como además el equipo de Abós insistía sin acierto en buscar los triples que acabaron con el Unicaja (1 de 9), la diferencia fue aumentando hasta llegar a 25 puntos (48-23).

Solo una racha final de acierto ofensivo del CAI redujo la diferencia e impidió que el choque quedara sentenciado al descanso (54-37).

Pero si había alguna duda, ésta quedó pronto resuelta con un parcial de 11-0 para el equipo blanco, que jugaba con comodidad y solo presentaba alguna deficiencia en la defensa bajo el aro donde el CAI le hacía daño, sobre todo por medio de un Shermadini que intentaba mantener a su equipo. Insuficiente para un Madrid en racha que, ahora sí, dejaba sentenciado el choque (77-50). Poco quedaba para el último periodo, a pesar de que el CAI nunca tiró la toalla, más que saber el resultado final.

Seis días después de la victoria del Valencia en la Liga Endesa, ambos equipos volvían a enfrentarse por un premio mucho mayor, la posibilidad de discutirle un título al imparable Real Madrid de Sergio Rodríguez. El Barça llega a su quinta final consecutiva aprovechando su gran momento desde la línea de triple (11/18 desde la línea de 6,75) y recurriendo a Tomic cuando el rival más apretaba, mientras que Romain Sato fue el mejor del Valencia (21 puntos y 11 rebotes).

El Barcelona encarriló el partido con el inicio soñado. Se encargó de abrir el encuentro, Juan Carlos Navarro, que en su decimosexta presencia en una Copa no quería perder la oportunidad de dejar su sello. No habían pasado ni dos minutos y el escolta azulgrana ya había anotado tres triples sin fallo (9-0), todos de idéntica factura para desesperación de Rafa Martínez, al que Velimir Perasovic rápidamente reclutó para el banquillo por Pau Ribas.

Al primer arreón del capitán siguió el de Kostas Papanikolaou, que anotó siete puntos seguidos metiendo un marcha más que un Valencia con las piernas pesadas tras el duro duelo de cuartos de final ante el Labora Kutxa. Ese cansancio 'taronja' contrastaba con la alegría de un Barça mucho más fresco que se divirtió ametrallando desde el perímetro (6/8 en el primer cuarto), donde también se refociló Bostjan Nachbar (26-7, min.9).

Sorprendía la poca efectividad en ataque del Valencia, que falló 17 de sus 20 lanzamientos en el primer cuarto, se extendió en el segundo parcial, donde el Barça alcanzó una máxima renta de 23 puntos (38-15, min.14). Sobre el Martín Carpena planeaba la posibilidad de otra semifinal descafeinada tras la paliza del Real Madrid al CAI Zaragoza, pero el segundo clasificado de la Liga Endesa no estaba dispuesto a despedirse de Málaga sin vender cara su alternativa.

Con Bojan Dubljevic y Oliver Lafayette abotargados, incapaces ambos de anotar en toda la primera parte, fue Justin Doellman quien se arremangó para insuflar vida a un equipo que parecía muerto por momentos. Dos triples del 'hombre enmascarado' resucitaron al Valencia, que volvía a ver el aro a tamaño natural después de muchos minutos pensando que tiraba a un anillo (44-33, min.19). Con todo, se marchó al descanso 15 puntos abajo.

El Valencia apretó su defensa en el tercer cuarto y el perímetro azulgrana ya no fluyó con la misma alegría, pero entonces llegó Tomic al rescate. Con Lishchuk lesionado en cuartos, Triguero en el banquillo con tres faltas y Dubljevic añorando su versión del pasado domingo, cuando endosó 26 puntos al mismo equipo, el pívot croata convirtió las dos zonas en su coto privado hasta que también cometió la tercera personal (59-43, min.27).

Apoyado en la intensidad de Sato y Sam van Rossom, una 'china' en el zapato de Marcelinho Huertas, el Valencia mantenía el duelo equilibrado, pero le faltaba un poco más de carácter para meter en verdaderos problemas a su adversario, que tenía fondo de armario suficiente para cerrar el tercer cuarto sin necesitar ni un segundo de Víctor Sada, inédito toda la noche. En su lugar, Jacob Pullen anotaba un triple sobre la bocina (64-48).

Sato estaba empeñado en llevar a la final a su equipo, pero su encomiable esfuerzo en el último cuarto resultó vano. La fe del Valencia no se agotó y, a falta de 2:45, por fin logró romper la barrera psicológica de los diez puntos (78-69) e incluso llegó a colocarse a seis, pero fue lo más cerca que estuvo porque Navarro y Tomic, los líderes naturales del ataque azulgrana, retomaron las riendas y abortaron la remontada de los Valencianos.

Fuente: Acb.com - Europa Press

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