• 23-12-2024
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Los reyes de Madrid

El baloncesto elevado a la máxima potencia de la emoción al límite, engrandeciéndose a sí mismos, escribiendo su propia leyenda. En Málaga se vivió un capítulo trepidante, otro más, en una Copa que será difícil olvidar. Será la de la canasta de Llull sobre la misma bocina, la que dio al Real Madrid su 24º título, la que rompe la igualdad con un dignísimo Barcelona que se vio ganador.

En el torneo de las desigualdades, la final avanzó terriblemente pareja. Fue un amanecer áspero, plagado de interrupciones, de tiros libres (31 habían lanzado ya entre ambos), de fallos. Nadie se despegaba (la máxima fueron los cuatro puntos del 40-36) porque no había luz, con todos los resquicios cerrados para ambos, con los esfuerzos puestos en la defensa.

Evidentemente, estaba siendo el triunfo de Xavi Pascual, cortocircuitando al Madrid a conciencia (nueve pérdidas por sólo una del Barça), no entrando al trapo del pimpampum, desquiciando así a los de Pablo Laso, a los que ni Sergio Rodríguez era capaz de endulzar; sus filigranas sólo servían para intentar avanzar entre la espesura, como el machete del que se abre camino en la selva.

Otra vez el punto débil del Madrid fue la pintura, donde Bourousis, nefasto, sigue poniendo de manifiesto sus limitaciones defensivas. 15 de los 16 primeros puntos del Barça fueron de jugadores interiores yRudy se cargó rápido con dos faltas, ambas en ayudas al pívot griegoSlaughter, como casi siempre, le dio nuevos bríos al grupo y, en medio de la batalla táctica, apareció con descaro y sin complejos (en el Carpena es recibido con pitos por su salida del Unicaja) Alex Abrines, dos triples cargados de porvenir que mandaron el choque a vestuarios con el Barça vencedor a los puntos de la moral. El plan que estaba triunfando era el suyo: había lanzado 10 veces más a canasta que su rival.

Fue otro Madrid el que salió del vestuario, espoleado con el plus de energía que imprime Draper e impulsado por un Rudy Fernándezque dio un paso adelante con dos triples seguidos. El Barcelona sintió el golpe, pero logró reponerse pronto gracias a tres canastas seguidas de Huertas, oportunas a más no poder. Tenían claro los azulgrana que una de las claves era la de salir con vida de las habituales estampidas blancas.

Resistieron esta primera y de nuevo el partido en el alambre, subiendo la tensión a medida que se acercaba el final. Saltaron chispas entre Slaughter y Tomic, enganchados tras un triple de Draper, doble técnica para ambos. Punto arriba, punto abajo, se sufría cada canasta, se peleaba cada rebote, se discutía cada decisión arbitral. Bailaban agarrados Madrid y Barça, los mismos que presumían de 23 Copas -otro guiño a su igualdad- forjando esta rivalidad de leyenda, en busca de un héroe.

Se atravesaban rachas de miedo, en las que nadie anotaba, hastaNavarro fallaba dos libres, evidenciando que este torneo nunca fue el suyo. Sergio Rodríguez, desenfocado en el tiro, acertó con una penetración, cuatro puntos de ventaja (64-68) que parecían un abismo a falta de menos de cuatro minutos. Más aún cuando Mirotic, desde su posición predilecta, la esquina, inexplicablemente sólo, acertó con un triple que pareció ya mortal, que puso la máxima (64-71) a falta de apenas 2:30.

Pero había un final de thriller, cruel con el Barça, que vuelve a tropezar con el Madrid. La pérdida del Chacho, el dos más uno de Oleson y la canasta de Llull, tres acciones inolvidables para una Copa mayúscula.

Link al video oficial de ACB.TV

Fuente: Elmundo.es
Video: Tubasket.com

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