Peñarol salió con un ritmo frenético atrás y adelante. Incluso desde las tribunas ya se vivía un clima muy especial. Lo sintió Olímpico que trató de ser prolijo ante la intensidad que proponía el local. Leiva sacó diferencias de la marca en el poste bajo que propuso el negro bandeño. Amicucci y Coleman cambiaban en la marca del pivote de Peñarol en cada cortina no obstante Martín le ganó a los dos y fue vital para el arranque 11-3 en apenas 3 minutos que lo obligó a al técnico Müller a pedir minuto.
Luego del reto y la corrección del entrenador visitante le sirvió a su equipo para un ensayo de reacción y parcial 2-7 en menos de un minuto y medio, pero Peñarol siguió con su ritmo vertiginoso y regresó al gol vía Campazzo y Boccia para distanciarse 24-10 con parcial 9-0.
Los tiros cortos de Coleman, los largos de Pau, los de media distancia de Amicucci, nada le salía a Olímpico que no pudo vulnerar ni por efectividad individual ni por juego a la defensa local. El primer cuarto se lo quedó Peñarol 26-15.
Para el segundo parcial la rotación de Olímpico reaccionó de manera admirable después de una desventaja de 14 (29-15). Con Malara y Mariano García en ataque y la defensa zonal que empezó a rendir frutos, el equipo de Müller recortó la diferencia hasta llevarla a solo 2 (31-29) con un tremendo parcial 2-14. Sosa vulneró primero la zona pero lentamente a Peñarol se le volvió cuesta arriba.
Rivero movió el banco y aunque no reingresó Leiva que había dominado el juego en el primer cuarto mandó a la cancha a Franco Giorgetti como escolta, lo ubico al tándem Weigand-Leo Gutiérrez en el 3-4 y Gaby Fernández como pivote. Altísimo el equipo para un rival que puso a un pibe de 17 años recién cumplidos (07/02/1997) como Guillermo Alliende de base (1.78) y Milton Vittar o Pau a su lado.
El dominio aéreo del equipo marplatense fue total hasta tomar 9 rebotes ofensivos en el segmento y 15 en todo el primero, un número desproporcionado para cualquier partido común. Pero no era un partido normal, porque la zona de Olímpico fue perdonada por un errático Peñarol que lanzó 3/16 en triples en el segundo cuarto y sobre todo con un Leo Gutiérrez que lanzó 0/7 en el segundo cuarto y 0/9 en el primer tiempo. Pasarán mil partidos para que se vuelva a repetir. Así Olímpico ganó el segundo cuarto 17-26 para llegar al entretiempo 43-41 arriba el local.
En el tercer cuarto la tónica del segundo parcial no cambió y Olímpico siguió en zona 2-3 buscando el error del rival e invitando a Peñarol a la tentación del triple. Convite que fue aceptado por el local de modo hasta demencial. Lo único que salvó las ropas fue una combinación perfecta de Leiva (en el poste medio) con Boccia (en el poste bajo) que Adrián transformó en gol con 5/5 en dobles.
Pero salvo esa combinación y el propio Leiva llevando posteado gol en el juego interior, Peñarol lo apostó todo al triple que tanta vida le da en los partidos normales. Pero fue dicho, no fue un juego común. Leo Gutiérrez siguió errando hasta que a falta de dos minutos para que termine el tercer cuarto embocó su primer triple después de haber errado 10. Sería el único que metió en el partido.
El tercer cuarto fue lo mejor de Olímpico. Ya había sido bueno lo del segundo parcial pero lo mejoró mucho en el siguiente segmento. Con Milton Vittar o el pibe Alliende (jugó bárbaro) conduciendo con rapidez y eficacia, con Jesse Pellot cargando la ofensiva y repartiendo bien el goleo en diferentes manos. Olímpico metió 4/5 en triples y la visita ganó el segmento 19-26 para ingresar al último cuarto 62-67 arriba con todo dominado.
Peñarol veía entonces la cuesta cada vez más empinada. Rápidamente un triple de Pau sacó la máxima para la visita (62-70) pero allí reaccionó Peñarol con un parcial de 8-0 con enorme personalidad para entender de qué modo debe luchar el partido cuando no lo puede jugar.
El empate en 70 fue el comienzo de un desenlace de suma paridad. A faltan de 4:30 (74-75) Martín Leiva tiene que dejar la cancha por un golpe en la rodilla y el panorama para el local se volvía definitivamente negro.
Facundo Müller hizo descansar a sus dos extranjeros un rato y Peñarol aprovechó a pasar al frente pero con el reingreso de los dos foráneos el equipo visitante que se disponía a cerrar un juego que llevó con suma ventaja táctica desde el 2do cuarto lo equivocó todo. Lo tuvo a Coleman perdiendo una pelota por el eje ante la marca de Campazzo en la primera línea. Luego un tiro de Jesse Pellot que terminó en un rebote largo para que Leiva saque patente de héroe tirándose contra los carteles y corriendo por detrás de la valla de contención.
De esa jugada, Milton Vittar paró con falta en el contraataque a Campazzo en una sanción que los árbitros la consideraron antideportiva. No dio la sensación que los sea, pero marche preso. Peñarol ganaba por tres (78-75) y pasó a ganar por 5 falta de 2 minutos.
Luego de dos libres de Jesse Pellot (80-77) cuando solo restaba un minuto y después de errar toda la noche de tres ante la zona, Leo Gutiérrez jugó un mano a mano para meterse en el corazón de la pintura y tirar un doble volado que terminaría en doble (82-77). El doble rápido de Malara no cambiaría las cosas porque Weigand, detenido con falta antideportiva por el propio Malara (de ésta no hubo dudas) convertiría los dos desde la línea a falta de 20 segundos para ir cerrando el juego.
Es decir, Olímpico llevó el partido como un adulto en tierra de gigantes y lo cerró como un niño en un pelotero. Tiró 2 de 11 en triples en el último cuarto totalmente desvirtuado buscando acaso en sus integrantes sacar patente de héroe en vez de jugar con inteligencia cada balón.
Lo tenía para ganar y lo dejó escapar. Pasarán mil partidos antes que Peñarol vuelva a tirarle 7/39 (18%) a una defensa zonal. Esas cosas no se repiten, sobre todo que lo haga porque no se le cayeron ideas para destrabarse salvo la conexión con Boccia y Leiva. Lo mejor que le puede haber pasado a Peñarol es poder ganar un juego donde decididamente no hizo mucho de lo que quería y fue dominado. Jugó por debajo de su nivel y se vio seriamente comprometido. Olímpico perdonó una vida. Justo cuando se juega todo de visitante.
Síntesis
Peñarol (87): Facundo Campazzo 16, Isaac Sosa 8, Adrián Boccia 16, Leo Gutiérrez 9 y Martín Leiva 14 (FI) Franco Giorgetti 13, Gabriel Fernández 2, Matías Ibarra 3, Axel Weigand 6. DT Fernando Rivero
Olímpico (79): Milton Vittar 12, Ariel Pau 11, Jesse Pellot 20, DeAndre Coleman 10 y Cristian Amicucci 3 (FI) Fernando Malara 9, Mariano García 11 y Guillermo Alliende 3. DT Facundo Müller
Parciales: 26-15, 43-41 y 62-67
Árbitros: Juan Fernández y Leonardo Zalazar.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas
Foto: Majo Gil (@MajoPIck)
Crónica: Pablo Tosal (@pablotosa)
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es cierto ayer se jugo mal....pero una vez mas peñarol demostró que con gutierrez tirando 1 de 15 de 3 con boccia jugando casi 3 cuartos con leiva golpeado y con poco personal sigue siendo el mejor de la competencia y sobre todo con fisher que le va a dar variantes en el perímetro ya que sosa ataca bien pero le cueta defender a perimetrales mas grandes en definitiva es bueno el futuro de cara a los playofs
ResponderEmi,es verdad lo q decis,pero?los recursos de donde salen?no es facil traer un grande extranjero,antes eran todos cuatro o cinco los q venian.ahora son casi todos chicos,no hay manera de solventar esos gastos,creo se estan haciendo bien las cosas con el presupuesto q disponemos
Antimusicale 08/03/2014
De los jueces y lo ùltimos pitos (salvo la de Malara,que era para ir preso )no van a comentar nada ?
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