El clásico vuelve al máximo escenario de la Liga Nacional para vestirse de pasión y color en vísperas al último de la temporada. Ya se vivieron tres choques maravillosos en una temporada 13/14 que recargó el ánimo de esta máxima cita en cuanto a enfrentamientos pasionales.
Este año se recuperó gran parte de la adrenalina que el clásico había perdido en virtud de las diferencias de equipos y hegemonía de resultados que se instaló. Tanto para el ganador como para el perdedor de las últimas ediciones el deseo de ganar fue el mismo, pero las expectativas fueron diferentes. Este año con un Quilmes que se puso de pie en materia deportiva los clásicos fueron de tono parejo, luchado y con incertidumbre en el resultado, lo que sin dudas, benefició al espectáculo en general.
Y fue creciendo ese paradigma en los tres clásicos que ya se jugaron esta temporada. En el primero Peñarol disfrutó de una ventaja que mantuvo casi todo el partido más allá del embate final de Quilmes para achicar el resultado en el cierre, pero en los otros dos, el cervecero discutió el resultado hasta la última pelota. Sobre todo en el de enero (el último) donde Peñarol le puso nombre al milagro: Facundo Campazzo destrabó por talento, picardía y amor propio lo que su equipo no podía.
Nunca, en al menos los últimos seis años, Peñarol había estado tan dominado por Quilmes en el desarrollo, que lo tuvo contra las cuerdas, pero no lo pudo noquear. Y fue el pequeño gran gigante que le puso nombre propio a una nueva victoria. Ese fue el reflejo final que el clásico definitivamente había vuelto a la ciudad.
Ahora para Quilmes queda completar la faena de recuperación anotándose lo que le valdría la categoría de "hito": ganar. Para Peñarol el desafío es justamente el contrario: no ser este equipo que el que resigne la hegemonía instalada.
En cuanto al juego los dos rivales ya saben sus fortalezas y debilidades. Entienden de rotaciones defensivas y características del rival. Vale decir ya todos saben que lo que el otro puede hacer. Se agrega como único condimento especial la presencia de Forrest Fisher que debutó hace solo 3 partidos y en el único juego que disputó en el Poli la rompió con 17 puntos (4/6 en triples). Luego sus dos presentaciones siguientes fueron de bajo vuelo: 5 pts en 21 minutos y 0 en 14 minutos.
De todos modos el clásico rara vez vive en los actores secundarios, por lo general son los principales los que se cargan las responsabilidades del partido máximo: Campazzo, Boccia, Leo Gutiérrez y Leiva por Peñarol, Shadi, Baxley, Marín y Romero en Quilmes.
Justamente para Quilmes este cuarteto se verá resentido por la ausencia del alero titular. Federico Marín padece un esguince de grado 2 que sufrió en el entrenamiento del miércoles pasado. "Al hacerme la resonancia - cuenta el propio Marín - salió que de los tres ligamentos del tobillo tenía el peróneo astragalino anterior cortado, el peróneo calcáneo, que vendría a hacer el ligamento del medio, con un desgarro parcial con esguince de grado 2 y el peróneo astragalino posterior, que está sano" dice Marín con precisión casi de un médico. Luego le cuenta a Pick and Roll que "No hice ninguna ejercicio en la semana para ver como responde, noto que ya no me duele como los primeros días al caminar, pero todavía no lo forcé al tobillo para saber si me permitirá jugar".
Quizás con un estribo que le contenga bien firme el tobillo Marín pueda pisar y estar en cancha pero aún desconoce el dolor que devendrá del esfuerzo y la posibilidad de aumentar su lesión.
La salida de Marín es un dato esencial para Leandro Ramella ya que Fede es el jugador nacional que más minuto suma. En la estadística saldrá apenas por debajo de Sahdi, pero el promedio de minutos jugados del base también se construyó con la ausencia de Vildoza. Marín es el jugador clave que el técnico tiene en la media cancha para ser el marcador del goleador rival.
Su reemplazo natural es Facundo Piñero que tiene diferentes capacidades. Es más ofensivo con el tiro abierto, tiene más poder de rebote, pero menos defensa individual de jugadores bajos con rompimiento.
Por lo tanto, Quilmes deberá rearmar su media cancha defensiva pensando en Boccia - Fisher - Sosa y Giorgetti. Las capacidades de cada jugador de Peñarol en el puesto del 2-3 son diferentes y deberán ser contenidas por diferentes actores. Es muy posible que ante los ingresos de Sosa o Fisher Ramella pueda pensar en tener algunos minutos en un equipo bajo con Ortíz de escolta y Baxley de alero.
Por el lado Peñarol el presente marca un poco la incertidumbre del funcionamiento final del equipo en vista a los play Offs. A Fernando Rivero le queda solo dos partidos antes del descanso para los cuartos de final. El "Milrayitas" ya se ganó el segundo puesto de la tabla y no podrá luchar en estas dos fechas por el número uno que ha quedado en manos de Regatas Corrientes.
Con Fisher en el equipo el récord fue 1-2 (no jugó en el triunfo ante Olímpico aunque estuvo en el banco). Fue clave ante Libertad abriendo el partido con su tiro abierto en el mismo escenario que jugará esta noche. Luego en la salida Paraná - Concordia no tuvo la misma performance donde se deslució su trabajo. Peñarol viene de perder ante Sionista y Estudiantes en una doble derrota de visitante que rara vez le ocurrió en la temporada. De hecho el milrayitas sobre 15 partidos de visitante suma 10 triunfos.
Numéricamente es una de las la mejores temporada de la historia de Peñarol. Lleva récord de 22-6 y desde la prepotencia de los resultados es innegable que la campaña del equipo es excelente. Aunque siempre queda la sensación que el equipo puede dar más, mejorar, que tiene un poco más para mostrar: sobre todo no caer en la irregularidad que evidencia dentro mismo del partido. Esa misión de ser un poco mejor es la que ilusiona a su propio entrenador, sabiendo que, a pesar de estar todo el año arriba, el equipo aún no mostró lo mejor que puede dar, no llegó a su techo.
Finalmente queda por recordar que el clásico podría marcar la despedida de Facundo Campazzo de los duelos con Quilmes. Es un hecho que la proyección internacional de Facu lo obliga a dejar la Liga Nacional y Peñarol podría disfrutar hoy del último acto en un clásico (siempre que no se vean en Play Offs) de su base estelar. La entrada se podría pagar solo para verlo a Campazzo y eso ya estaría bien. Encima hay un espectáculo único con el clásico, donde grandes equipos y el mejor estadio que los cobija. Un show sin equivalencias en nuestra Liga Nacional.
Posibles Formaciones
Peñarol: Facundo Campazzo, Adrián Boccia, Forrest Fisher, Leo Gutiérrez y Martín Leiva. DT Fernando Rivero
Quilmes: Fabián Sahdi, Walter Baxley, Facundo Piñero, Mario Ghersetti, Diego Romero. DT Leandro Ramella
Hora: 22.00 (TyC Sprts)
Árbitros: Pablo Estévez y Leonardo Mendoza
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas
Pablo Tosal
@pablotosal
www.pickandroll.com.ar
No te quejes flaquito, 85 mangos pusieron la popular el clásico pasado ustedes!
Vamos peña a seguir con la hegemonia de los ultimos años.... KOBE a tu hija hacela ver un clasico del lado del milrayitas.. porke seguro ke nunca los vio festejar jajja (con onda)... En el barrio del materno todo el año es carnaval...
ResponderUn 5% con recursos genuinos y un 95% con dinero del gobierno de buenos aires. (dinero de impuestos que aporta el pueblo)
vOS CREES REALMENTE QUE CON LO RECAUDADO EN LA VENTA DE ABONOS CUBRÍS PARTE DE LOS "SÚPER CONTRATOS" DE ALGUNAS DE LAS FIGURAS DE ESTE PLANTEL?...NO SEAS ILUSO POR FAVOR, NI SIQUIERA ALCANZA PARA EL 5%
A COMPRAR LA POMADITA ACOSTUMBRADA GILMEÑOS SE AGOTÓ EN LAS FARMACIAS, PERO PREGUNTALE A LOS DEL LOS SÚPER CHINOS QUE LA TIENEN ENCANUTADA. SALUDOS Y QUE LES VAYA BIEN............ADENTRO !!!!!!!
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Kobe 01/04/2014
Vergonzoso lo de la gente de Peñarol queriendo cobrar la entrada a mi hijita de 4 años!!! Así quieren acercar a la juventud?
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