D. McGray fue inhabilitado anoche por el tribunal de disciplina y hoy debe presentar los descargos, aunque difícilmente sea habilitado, dados los antecedentes del americano, según trascendió anoche en la AdC.
Agudo, el otro expulsado el domingo por airadas protestas a los árbitros, fue habilitado para el juego de esta noche, lo que significa que el local encarará este partido, que tiene para los rafaelinos la misma dramaticidad de la instancia de saber que no hay revanchas, con una baja, en principio, muy importante aunque con el ánimo retemplado por haber ganado un juego de visitante de las características del que se jugó el domingo en San Nicolás.
En Belgrano, la única duda era la presencia de José Small, ausente en los dos últimos partidos, mientras que varios de los otros integrantes del plantel estaban bajo tratamiento médico, para superar los estados febriles que los acompañaron los últimos días. Pascual, Bertucelli, Martinez jugaron el domingo con los efectos de una fuerte gripe.
Belgrano Proms, más allá de los problemas de salud que no le permitió entrenarse con normalidad, 5 jugadores el sábado y otros tantos el domingo a la mañana, y haber afrontado el juego, debe mejorar especialmente la continuidad defensiva.
El domingo dio muchas ventajas, especialmente en el primer cuarto, en su propia pintura, en la que McGray y Storani se hicieron patrones y ademas el visitante pudo manejar el perímetro con absoluta comodidad, especialmente el entrerriano Legaria, 5-6 en triples a lo que agregó 3-5 en dobles. Las marcas sobre él no funcionaron eficazmente.
Belgrano Proms tuvo falta de efectividad. 38.7% en tiros de campo y 66.7 en libres. En este rubro marró 14 lanzamientos, que hubieran sido fundamentales a la hora de la definición. En lanzamientos de tres puntos, llegó solamente al 20% 5-24. Estos números marcan algunas de la claves de la derrota del local. Los jugadores de Ben Hur erraron solo 6 libres, 77%, y tuvieron el 58% en tiros de campo, 7-12 en triples.
Los árbitros serán esta noche los señores Darío Rodríguez-Marcelo Latorre.
Fuente: El norte
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