Tiempo de revolución

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 30/07/2014
• (23 comentarios )

Esta no será una nota de recuento cronológico de los hechos, porque ya se han hecho varias y muy buenas. Tampoco de investigación periodística, aunque estemos llenos de datos. Será pura opinión. Nada más que eso.

Desde hace 10 días que me rasco la cabeza preguntando ¿Por qué pasó todo esto? ¿Qué no ví, no hice? ¿Qué no vimos, no hicimos? ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes son los favorecidos? ¿Qué pasará desde ahora? ¿Cómo se cura lo que está roto?.

Esto fue una revolución y si hay algo que me gusta en mi vida es la revolución. Ya lo he dicho en otras oportunidades (sobre todo en la radio) que pertenezco al Partido Socialista Popular (PSP) desde que tenía 15 años (1989). Por lo tanto mi carácter esta forjado en base al deseo de derribar viejas y enquistadas estructuras y cargo con todas las derrotas posibles en mi haber, por lo tanto no me asusta enfrentarme al poder (por el contrario).

Y me pregunto ¿Por qué no ví venir la revolución?. La conclusión a la que llegué es que las cosas se fueron dando sin tener un hecho programático. Porque lo primero que escuché después de la salida de Vaccaro es: "el candidato de los jugadores es..." ¡Epa! ¿Qué?... ¿Tienen candidato?. Y se trataba de un hombre que ya había estado en la Confederación. Entonces pensé: "no es una revolución, es un golpe". Fíjense como trabaja en mí la contradicción entre revolución y golpe político que son dos cosas diferentes.

Entiendo que ustedes deben tener claro la diferencia. Un golpe político lo que tiene como sustento son intereses. Una revolución tiene como sustento una ideología. Y los jugadores no la dieron a conocer sino hasta la conferencia de prensa de la semana pasada “Hablamos por los 200 mil federados del básquet; los empleados, la lavandería y todas las deudas que existen. Pedimos profesionalismo, honestidad en la dirigencia. Esto es más grande que el juego en si mismo. Estamos hablando de la salud del básquet argentino”, en esas palabras de Luis Scola manifiesta no solo un fin sino también un sustento ideológico.

Y también entiendo que ellos mismos mutaron en su búsqueda, porque desde la salida de Vaccaro, el deseo que ingrese otro, el pedido de auditoría y el comportamiento dirigencial observado cambiaron su estrategia y fueron al hueso (como requiere toda revolución) "Ya da igual la auditoria. Solo pedimos, profesionalismo, transparencia y Honestidad y no hubo nada de eso, no buscamos nada en lo personal" dijo el capitán.

Los culpables

La conducta más humana posible cuando suceden estas situaciones es buscar a los culpables. Una vez que los jugadores se calzaron los guantes todos juntos e impusieron sus condiciones (solo entonces), se dieron a conocer los horrores a lo que se sometió CABB en los últimos años.

El principal culpable es Germán Vaccaro. ¿Qué duda cabe?La diferencia entre ineptitud, ineficacia yestafa la tendrá que explicar la justicia. Cuando hablé con el ex Presidente CABB me aseguró que nada era cierto de lo que se decía, que había un deseo de tergiversar cosas en su contra y que tenía todas las pruebas para demostrarlo. Le pedí que las muestre y me dijo: "Yo me corrí por la selección, para que no haya problemas en vista al mundial que es lo más importante, no sé si salir a hablar ahora es lo más conveniente. Seguramente después del mundial van a saber todo".

Cuando yo hago el recuento en mi cabeza de la gestión Vaccaro, que es mucho más extensa que su estadía como presidente (era vice de Horacio Muratore), a mi el saldo me daba positivo. Porque he vivido (como todos) la transformación de una entidad amateur que tenía 30 empleados a una organización con más de 100 empleados. Recordar hoy, en medio de este pedido de sangre y ejecuciones, el proceso Vaccaro parece deleznable. Pero el rigor lo requiere y tampoco está mal: el viaje de los jugadores en primera cuando toman un avión, los hoteles acorde, la preparación, los seguros, se firmó una alianza estratégica con Directv, los sponsors pasaron de 4 a 14 en apenas 6 años (DirecTV, Visa, OSDE, Hope Funds, Gatorade, Chevallier, Sport Club, Banco Nación, Aerolíneas, Universal Assistance, Li Ning, Gillette, Aeropuertos Argentina 2000 y Mercedes Benz). Trabajaron con la empresa profesional Expansiva S.A. que los ayudó a dar el salto profesional y que finalmente derivó en ProEnter Argentina para que le de un marco de espectáculo digno a nuestra selección.

Y luego aparece lo otro, los datos que publicó primero el periodista Fabián García en BasquetPlus y que luego salió a ratificar el dirigente de CABB y de la Federación de Chubut Othar Macharashvili en el programa Fair Play que se emite en las Radios del Grupo Radiocracia (88.3 y 100.1) de Comodoro Rivadavia.

Allí todo cambia porque los logros van a parar a los caños cuando hay que investigar: Las agencias de viajes que hicieron acuerdos con la CABB, la creación de la empresa Jusanju S.A. que tiene como presidente del directorio al propio Vaccaro, las cuevas financieras a las que se accedieron al micro centro porteño, la figura de Rubén Labarere, presidente de la Federación de La Pampa, que a su vez es dueño de una "financiera", que también le había cambiado cheques a CABB. El giro de un pago de FIBA de 20 mil dólares a una cuenta de Hong Kong, el pago de 75.000 euros por el amistoso con España que CABB cobró 50.000 en tickets (los otros 25.000 los cobró la agencia oficial Hub Travel, por una deuda de CABB con ellos, también en tickets) para el Mundial que vendió a través de la agencia de turismo Jusanju donde se sabe que los tickets se vendieron, pero el dinero nunca ingresó formalmente a CABB. Y varias cosas más que se irán conociendo con los días. Es decir un desmanejo que tiene que ser aclarado y de la cual la justicia dará cuenta en los próximos meses. Este horror tiene que tener una explicación o una sentencia y sus culpables.

Ahora ¿Vaccaro es culpable solo?. ¿Qué pasó con el resto de los dirigentes que lo acompañaron desde el 2008? ¿Se puede argumentar una forma unipersonal de dirigencia que solo recaiga en la persona de Vaccaro?. El vicepresidente, el chaqueño Ricardo Siri, el tesorero de la CABB, el formoseño Gerardo Montoya ¿fueron víctimas de esta situación? ¿Nunca vieron que estaba ocurriendo? y si lo vieron ¿Por qué no dijeron nada.?

Independientemente del grado de culpabilidad, de responsabilidad y de cercanía con los hechos la única conducta posible ante estas circunstancias es la renuncia. La justicia debe determinar la acción de cada uno, pero los hechos deciden a que den todos un paso al costado. Desde los que se nombraron hasta los pretendidos por los jugadores como Mario Ontivero (vocal primero en la gestión Vaccaro) o el propio Othar Macharashvili, quien denuncia como si nunca hubiera estado cerca de la gestión. Daniel Zanni, quinto vocal en la gestión Vaccaro es quizás el hombre más alejado de todo el problema en los últimos dos años de gestión CABB. Consiguió casi un millón de pesos en menos de 60 horas para salvar los seguros, pero... también debe irse. ¿Por qué? porque es la muestra más clara del deseo de transparentar todo. Quitando todos los nombres que están en danza se puede empezar un camino nuevo.

También deben entender un poco que significa estar en CABB y renunciar. Los presidentes de Federaciones provinciales en algunos casos llevan mucho años al mando de esos organismos. Y por conocimiento de nuestro país, idiosincrasia y valores son como patrones de estancia. Tienen un estatus social dentro de las regiones donde se mueven, representan no solo a un grupo de asociaciones de básquet sino también aun pueblo o ciudad. Esa camino de Asociación-Federación y Confederación es una construcción que les ha llevado años de trabajo. Y además el presidente de la CABB y la Comisión Directiva siempre la deben elegir las Federaciones y no otro. El proceso democrático es así. Si ese proceso democrático se rompe la intervención (tal como sucedían en épocas de los militares) es el único camino.

El problema es complejo porque dentro de los presidentes de Federaciones aún hoy hay dirigentes que piensan que la Liga Nacional fue lo peor que le pasó al básquetbol argentino. ¿Imaginan ustedes un dirigente así buscando dinero para pagar los seguros de los NBA?. Los dirigentes de Federaciones es un mundo maravilloso de abordar. Para buscar una eficacia que no derive en el cambio de cheques para tapar agujeros generados por querer cagar más alto que el culo, se necesita cambiar todos los estamentos y estatutos. ¿Es posible?. No en el corto plazo. Esto llevará tiempo.

Se tienen que cambiar los estatutos CABB, así son la revoluciones, se llevan todo puesto. ¿Todos los que estuvieron cerca en el proceso anterior son culpables? No. Incluso se estarían ensuciando en una misma bolsa a buenos dirigentes y personas. Pero sacar un nombre para poner a otro no es lo que los jugadores quieren. Incluso no sería más que un mamarracho armar todo esto para sacar un XX y poner otro XX. ¿Se entiende?. Los jugadores con esta situación de "ya no interesa la auditoría", han quebrado el sistema dirigencial argentino en el básquetbol ¿Se dan cuenta?.

La situación de los jugadores es atípica porque ellos no están en la selección por gloria, fama y dinero porque ya tienen todo eso. No están bajo un mandato que los represente y antes de irse buscan cambiarlo. ¿Los jugadores tiene un plan de gestión para aplicarlo ya mismo? La lógica indicaría que sean ellos mismos los que tomen el control. Pero eso no será posible hasta que se retiren. Luis Scola será el próximo presidente CABB (dios quiera).

¿Y hoy qué se hace? ¿Dirigentes que vengan de afuera? ¿Dirigentes rentados? La intervención es un hecho y la desafiliación de FIBA post mundial también. Si ese el camino del nuevo proceso, que sea para bien. Ya vemos que algo grande esta por pasar. Y acá no habrá proceso de transición pacífico posible.

Las culpas del periodismo

Esta es un parte interesante de la historia porque ese vehículo de la noticia que es el periodismo tuvo severo fallos a lo largo de todos estos años. Y lo voy a poner en primera persona porque solo me corresponde hablar de mi.

Tengo un posgrado echo en "invitación al quilombo" no obstante la bomba me explotó en las manos ¿por qué?. Yo no salgo de mi bochorno. Soy honesto. Había escuchado que había problemas económicos, pregunté y me contestaron con evasivas minimizando todo. No investigué. Cuando renunció Vaccaro empezaron a parecer algunos "valientes" que se animaron a declarar pero en off the record. Me junté con un periodista amigo de llegada nacional y compartimos información. Y los dos caíamos en la siguiente conclusión: "armar un escándalo ahora no le sirve a la selección". Fuimos más verde que la bandera de Ferro.

Si los jugadores no se animaban a destapar la olla me pregunto ¿quién o quienes desde mi profesión lo hubiesen hecho?. De modo corporativo puedo decir que tenemos habilidades para caer siempre bien parado que hasta un gato envidiaría.

Así como renunciaron los dirigentes de la CABB nosotros deberíamos seguir el ejemplo. Yo no puedo renunciar a mi propio trabajo, de mi propio medio, pero algo tengo que hacer, porque si no ¿qué autocrítica me cabe?.

La profesión de periodista además de ser un vehículo de comunicación siempre fue un controlador del poder. En todas las áreas. En este caso corresponde hacer una renuncia a las formas, a los intereses, al cuidado del "bien superior", porque nunca se sabe cual es el bien superior. Desde que ingresé al maravilloso mundo del básquetbol como periodista profesional (15 de abril de 1996) me di cuenta de que esto era un ghetto, que se movía con leyes propias, que acá todos eran amigos de todos, que si yo llamo al presidente de la CABB o de la selección me atiende, sale al aire, me cuenta cosas. Ese marco es poco propenso para no elaborar simpatías y amistades. Y ahí cagamos, porque como todo ser humano, yo jamás criticaría a un amigo en público.

Esta revolución es un ejemplo para todos los estamentos, incluido el periodismo. Por suerte en este caso veo que muchos colegas han actuado con valentía. Ojalá les dure el impulso para seguir en esa línea y no demos un paso para atrás en la búsqueda de la verdad, la transparencia y la honestidad declamada en estos días.

Pablo Tosal
@pablotosal
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