Su sonrisa esconde. Esa cara de niño bueno disimula una mano hecha para asestar estiletazos certeros y que desangran. Su tiro de tres puntos será una de las armas que tendrá Atenas para la próxima temporada de la Liga Nacional. Juan Manuel Rivero. Pitu. Sí, ese que ya jugó en el Griego y que regresa al Verde, tras su buena campaña en Estudiantes de Concordia.
“Es un orgullo poder volver a Atenas. Es muy gratificante que se hayan fijado nuevamente en mí, después del paso que ya tuve. Y, a la vez, me da esa presión linda de entrenar a morir y mejorar cada día”, le contó el escolta a Día a Día. “Vengo de una muy buena temporada en Estudiantes de Concordia (11.5 puntos y 41 por ciento en triples) y quiero seguir mejorando. Me siento más maduro que aquella vez que estuve en Atenas y espero poder demostrarlo”, agregó.
En las dos temporadas que vistió la casaca del Griego (2010-2011 y 2011-2012, con 8.1 puntos y 38,3% en triples, en 94 cotejos; campeón del Súper 8 en Formosa), el tirador no pudo cumplir con todas sus metas y reconoce: “Me quedó una deuda muy grande de la otra vez. No la quiero decir, pero es algo que me lleva a trabajar a full y esforzarme todos los días para aportarle al equipo y saldar esa deuda”.
En función de ese deseo, el jugador de 1.91 metro y 29 años afinó detalles: “Vengo desde hace unos meses con una dieta bastante estricta y hablé con Andrés (Darbyshire), el preparador físico del equipo, para también trabajar aparte e ir mejorando cada vez más el físico. Se que si me esfuerzo con eso le puedo sacar más jugo a todo esto. Depende pura y exclusivamente de mí”.
El equipo
Atenas viene transitando su pretemporada, con resultados que acompañan. El pasado fin de semana, el Verde se quedó con un Súper 4 disputado en Justiniano Posse (le ganó a Sionista de Paraná 72-60 y 85-75 a Quimsa de Santiago del Estero) y continúa con su preparación para su debut en la LNB (el 2 de octubre, el Verde visitará a Boca Juniors). “Nos vamos ensamblando. Falta conocernos un poco más, para saber cómo nos ubicamos cada uno en la cancha, y correr más los sistemas. Son un montón de puntos que con el correr de los días y todos estos amistosos vamos puliendo. Cada uno va encontrando su rol y, cuando eso termine de ocurrir, nos vamos a terminar de formar como equipo”, explicó Rivero.
Será un equipo conformado netamente por jugadores nacionales, aunque largo, con mucho recambio. La mayoría ya vistió la camiseta de Atenas y se conocen entre sí. En relación a ello, Pitu destacó: “Se nota que es un grupo de buenas personas y la competencia es muy sana. Cuando a uno le toca estar afuera del campo de juego tiene que estar para alentar al compañero. Eso es parte de lo que cada uno tiene que ceder en beneficio del equipo. No hay que pensar en uno, sino en conjunto. Obviamente que todos queremos jugar bien y le queremos dar dolores de cabeza a la Pepa (Arrigoni, el DT) para ver a quién pone”.
Para este galvense será su 14ª temporada en la LNB. La Plata, Junín, Madryn, Gualeguaychú, Corrientes, Bahía Blanca, Concordia y Córdoba ya lo tuvieron como habitante. “Ya estoy acostumbrado a esto de la vida nómade del jugador de básquet”, aclara. Pero volvió a la Docta para cumplir con una deuda. Salde, Pitu.
Fuente: Día a Día
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