El pibe de las manos de oro

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 02/11/2014
• (15 comentarios )

¿Cómo explicar la victoria de Quilmes sobre Gimnasia Indalo? A veces la tarea más difícil o inexplicable se resuelve de la manera más sencilla: Porque Luca Vildoza así lo quiso. Y algo más, aprovechar el error del rival. Sam Clancy erró dos libres y un doble solo debajo del canasto en el minuto final. Es la historia que reivindica que no siempre gana en el básquet el que mejor juega.

Fue rápida la ventaja que sacó Quilmes. Se disparó 10-2 con acciones positiva de Ivory Clark, Cequeira y Baxley. La defensa del local estuvo muy activa, impidiendo que Gimnasia tuviera la posibilidad de crearse tiros con ventaja con su juego de pases, lo llevó a un costado incómodo de tener que resolver por individualidad, donde el conjunto patagónico no se siente bien.

La ventaja se mantuvo (14-5) en los primeros cuatro minutos y medio donde Gonzalo García tuvo que pedir minuto para volver al plan original. Después del tiempo muerto, Gimnasia mejoró con Nicolás De Los Santos abriendo espacios con sus penetraciones y descargas. Y aunque Orlietti y Clancy dominaron los dos tableros, el juego interior de Gimnasia estuvo contenido y desdibujado en el tiro.

Luis Cequeira, con la explosión del final y la participación de Romero en ataque le dio a Quilmes la diferencia final del primer cuarto (24-17).

Para el segundo segmento Gimnasia mejoró con Scala y Cavaco en cancha. Ambos encontraron un par de tiros con porcentajes y con tres triples entre ambos abrieron la cerrada defensa quilmeña.

Fue el momento en que Nicolás De Los Santos se hizo dueño del partido. Con su velocidad detrás de los pick, aceleró y encontró a sus compañeros, fue él para el aro y enloqueció a la defensa de Quilmes.

El local por el contrario empezó a desnudar su falta de juego asociado, situación que se haría evidente de allí en más hasta el cierre. Las virtudes de Gimnasia con su defensa fueron tan eficientes como ineficaz el ataque de Quilmes que se disoció por completo, forzando el poste bajo Romero, errando Baxley sus acciones de uno contra uno, sin gol en Clark y con muy poco de Marín (4 pts). Gimnasia ganó el segmento 18-21 y el primer tiempo terminó a favor de Quilmes 42-38.

En el tercer cuarto Gonzalo García sorprendió haciendo descansar a De Los Santos y jugando todo el segmento con Scala de base, sabiendo que su corta rotación necesitaría aire fresco para el final.

Fue muy bueno lo que hicieron las dos defensas en ese parcial. El local siguió apostando a no liberar los tiros de Aguerre o Schattmann mientras Gimnasia hizo un culto del rebote defensivo, ante la ineficacia total de Quilmes con el tiro perimetral (0/5 en el cuarto). El partido lógicamente bajó el goleo pero fue la visita quien se llevó el parcial 12-18 encontrando un par de triples en Scala y uno final de Aguerre para abrir una pequeña ventaha de dos: 54-56 y tirarle a Quilmes toda la responsabilidad para el último cuarto.

Leandro Ramella jugó una apuesta para el último cuarto: salió a la cancha sin Baxley, con Vildoza de escolta al lado de Cequeira y con Maciel como alero, junto a Clark y Romero. Esa formación rindió a pleno. Porque defensivamente tuvo muchas más facilidades para ahogar a la visita.

Sucede que los buenos equipos, como Gimnasia, no se pierden fácilmente. Ese culto del pase que hace el equipo de Gonzalo García terminó siendo un bastión para la presión que Quilmes exhibía. Siempre un pase más, siempre un receptor final para poder llegar al gol.

No obstante fue la acción individual en ataque la que terminó dando los resultados en el local. Se encendió Luca Vildoza que sin sentir la presión que se vivía en Once Unidos por la angustia del resultado lanzó y convirtió dos triples por encima de la marca, dándole a Quilmes el aire justo para respirar y ponerse en juego nuevamente.

Con el pedido de minuto de Gonzalo García (61 iguales) salieron Romero y Clark para que ingresen Baxley (y bajar la media cancha) y Tayavek Galizzi. El técnico visitante apostó definitivamente a la doble base con Nicolás De Los Santos y Scala, para dejarlo a Schattmann de tres. Dos perímetros bajos y picantes frente a frente.

Maciel se ganó la estadía en la cancha quedándose como ala pivote mientras Romero tuvo que volver a hacerse cargo del poste bajo por la mala noche de Galizzi.

La diferencia entre uno y otro era evidente. Mientras Quilmes llegaba al gol con acciones individuales de Vildoza o Baxley, Gimnasia desarticulaba la gestión defensiva de Quilmes a fuerza de pick y pases para que Clancy termine dando la puntada final.

Con el cuarto triple de Vildoza en el parcial Quilmes sacó una interesante ventaja (75-72) a falta de 1:50 pero De los Santos, en una jugada extraordinaria de equipo, anotó un doble y en la siguiente acción un recupero de una bandeja fallada de Baxley (con falta incluida) terminó en una bandeja de contraataque de Aguerre (75-76) a falta de 1 minuto.

Estaba todo servido para la visita pero llegaron los imponderables al juego. Vildoza metió una bandeja deliciosa con mano derecha (77-76) con 49 segundos y Sam Clancy en la acción siguiente tuvo que ir a la línea de Libres. El muy buen pivote extranjero erró los dos y Quilmes amplió a tres puntos la diferencia (79-76) con Walter Baxley que metió dos libres.

Para el cierre Gimnasia jugó todo a un tiro de Schattmann que no entró y Clancy encontró un rebote ofensivo clave, quedó solo debajo del canasto y pasó la pelota de lado a lado en el tiro decisivo. Marín fue a la línea de libres para cerrar el partido pero falló ambos envíos y Cequeira cortó con falta para evitar sorpresas con 5 segundos. Schattmann desde la línea, metió el primero (79-77), tiró a errar el segundo pero el rebote lo peleó bien Wolkowyski para que le caiga a Baxley y se termine el partido.

Fue otra mala noche arbitral en la liga donde la dupla Chiti y Martinetto no dejaron a nadie conforme. Y en verdad, al menos, las equivocaciones fueron parejas. Para Gimnasia queda la frustración de haber hecho un partido casi perfecto pero falló en la puntada final para llevarse la victoria. En tanto, fue la mano incandescente de Luca Vildoza en el cuarto final con 4 triples y 14 puntos en el segmento la que salvó a Quilmes del naufragio. Un pibe que de apoco empieza a escribir su propia historia, la que todos sueñan con un gran final.

Síntesis
Quilmes (79): Luis Cequeira 14, Walter Baxley 20, Federico Marín 6, Ivory Clark 3 y Diego Romero 10 (FI) Luca Vildoza 20, Maximiliano Maciel 6, Tayavek Galizzi 0, Rubén Wolkowyski 0. DT Leandro Ramella

Gimnasia Indalo (77): Nicolás De Los Santos 12, Leonel Schattmann 10, Federico Aguerre 9, Pablo Orlietti 13 y Sam Clancy 15 (FI) Santiago Scala 12, Diego Cavaco 6 y Federico Giarrafa 0. DT Gonzalo García.

Parciales: 24-17, 52-38 y 54-56
Árbitros: Alejandro Chiti y Oscar Martinetto
Estadio: Once Unidos – Mar del Plata

Fotos: Majo Gil (@MajoPick)

Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
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