-¿Qué balance haces del torneo? ¿Terminaron conformes o con la espina clavada por la final?
-La verdad, colectivamente, hicimos un muy buen torneo. La final fue lo que nos dejó con un sabor amargo, y en lo personal, el hecho de haber salido por cinco faltas en el tercer cuarto de ese partido me produjo impotencia. Pero terminamos conformes con el torneo en general.
-¿Sentís que están cerca de Brasil o que ellos físicamente marcan diferencia?
-En el transcurso del certamen estuvimos cerca de ellos, pero ellos plantearon mejor el partido decisivo y nosotros tuvimos un mal porcentaje de tiro que nos provocó ir abajo durante todo el juego. Creo que con preparación vamos a poder hacer grandes cosas.
-¿Qué fue lo que más te gustó del equipo y qué fue lo que menos?
-Lo qué más me gusto fue que nos entendimos con facilidad y que llegamos a conocernos muy bien. Nos sentíamos bien dentro y fuera de la cancha por la buena relación que hay con todos los otros chicos. Lo que menos me gustó... Pequeñas cosas, actitudes que habría que cambiar para avanzar más en el futuro.
-Hubo bastante repercusión desde acá mientras estaban en el torneo. Es una camada que despierta ilusión. ¿Ustedes son conscientes de eso o tratan de no pensar en cosas de este tipo para no sumar más presión?
-No pensamos mucho en eso, tratamos más de disfrutar, ser parte de una Selección y divertirnos. Aunque somos muy conscientes de lo preocupados que están los mayores por el desarrollo de los chicos de nuestra edad y que tengamos roce internacional.
-¿Cómo te sentiste en lo individual? Fuiste decisivo y líder...
-Me sentí bien, sentí confianza por parte del cuerpo técnico y de mis compañeros, y por eso traté de hacer lo que sé, apoyado en todo el trabajo que vengo haciendo.
-¿Qué te dijo tu viejo si es que ya hablaste del torneo con él? (NdR: Miguel, su padre, fue jugador profesional)
-Me apoyó durante el torneo. Primero, me felicitó a mí y a mis compañeros. Segundo, me dijo que no me tengo que dejar estar y que siga trabajando como hasta ahora, que es algo que sé perfectamente, pero él lo recalca todo el tiempo. Y está bien.
Fuente: Prensa CABB
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