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La última vez en un Súper 8

Con el alma de campeón

Otra vez Peñarol es campeón del Súper 8. Lo conquista por cuarta vez en su historia al superar a Quimsa en la final 82-76 en un juego que dominó de principio a fin por su convicción mental. Campazzo fue el MVP y Rivero demostró que su equipo es solidario y efectivo.

Atención con el Peñarol de Rivero. Venía mostrando lo que puede dar con equipo completo y lo rubrica con el primer torneo que afronta con todo el personal disponible. Lleva un invicto de 11 partidos en la Liga Nacional que ahora suma a 14 con el Super 8. Lo mejor del milrayitas está en las formas. No necesita un goleador y se muestra generoso y solidario atrás y adelante.

El primer cuarto se dividió en dos, primer fue de Peñarol y luego Quimsa logró igualarlo. Los santiagueños salieron con el objetivo de profundizar sus ofensivas. Comenzó atacando con el poste bajo sacando réditos de Tintorelli, pero lo dio vuelta Peñarol muy rápidamente con la velocidad de Campazzo, un movedizo Boccia para que llegue los dos primeros triples en las manos de Johnson y Leo Gutiérrez.

Así pasó al frente 12-4 y Fabio Demti se vio obligado a pedir minuto para el primer reto de la noche. Al regreso un doble más falta de Leiva estableció la máxima de 11 (15-4) y parecía que el partido se terminaba pronto. Pero del 17-6 con el doble de Johnson, Quimsa fue limando la diferencia con un encendido Jony Treise (100% de efectividad y 7 pts) aprovechando tres faltas seguidas de Peñarol en ataque. Hasta que llegó el sorpresivo empate en 18.

El base de Quimsa además tuvo un muy buen primer cuarto porque pudo contener a Campazzo para que no saque diferencias y controlarlo en términos más naturales. Y el segundo hecho clave fue la segunda falta de Leiva que lo sacó de la cancha.

Para el comienzo del segundo cuarto Quimsa tomó la delantera por primera vez (20-22) pero le duró nada. Porque Boccia encontró (o fabricó) los espacios en penetración y demolió la defensa santiagueña en velocidad.

Con tres dobles consecutivos del propio Boccia Peñarol pasó al frente 26-23 y además empezó a utilizar el recurso que más le gusta: el contraataque. De pronto Quimsa se nubló en ataque, se confundió ante una defensa que anticipó la línea de pases y comenzó una secuencia de pérdidas que derivó en un parcial 12-2 del milrayitas para volver a escaparse 34-25. En ese tramo Sosa y Leo Gutiérrez con los triples fueron claves.

Quimsa llevaba el partido sin sus extranjeros, hasta que volvió Darren Phillip y el equipo volvió a mejorar para que el “Tulo” Rivero tenga que parar el juego (34-31) por la mejoría del rival. El cierre del primer tiempo fue mejor por la puntería de Sosa, los puntos de Boccia y el sacrificio defensivo de Weigand. La primera mitad fue de Peñarol 47-39

El equipo santiagueño salió dispuesto a dar vuelta el tanteador y buscó algunos tiros rápidos en el comienzo del segundo tiempo pero cometió con muchos errores en los primeros minutos, lo mismo que Peñarol (51-44), el partido cayó en un bache justo en el momento que llegó la tercera falta de Campazzo.

No obstante Peñarol mostró que es un equipo lleno de recursos para el gol y en pleno estancamiento Martín Leiva metió un triple que despertó al equipo. Luego otro de Leo Gutiérrez y en el medio de los tiros fallados de Quimsa la brecha se abrió abruptamente para tomar 15 de luz (65-50) cerrando el tercer cuarto con un cómodo 65-52.

Esa distancia le permitió a Peñarol hacer un uso psicológico del juego, sin temores y sin regalar nada. Por convicción y autoridad pudo mantener la diferencia. Por eso para el último cuarto sin problemas Rivero determino darle un descanso inicial al terceto Gutiérrez. Leiva y Campazzo.

En tanto Fabio Demti también buscando una recta final distinta en el juego abrió el segmento final sin los extranjeros. Pero le duró poco la apuesta solo de nacionales, ante la falta de gol pidió minuto (ambos estuvieron sin convertir los primeros dos minutos y medio) y mandó a Baxter a la cancha. En el minuto el DT de la Fusión les pidió que se suelten… que se animen. Hizo una muy buena lectura del juego, porque esa fue la diferencia. Peñarol se animó a tomar riesgos tanto ofensivos como defensivos. Muchos de esos riesgos no le salieron, pero evidenció un dominio mental de la final.

De todos modos Quimsa no se rendía y llegó a ponerse a 10 (65-55) con volcada infernal de Baxter, pero otra vez Peñarol tapó la reacción con puntos, ya con Leo, Leiva y Campazzo en cancha (69-55 a falta de 5 minutos).

Buen reingreso de Facundo Campazzo fue aplacando el ímpetu del rival que se apoyó en Matías Sandes para apuntalar su ofensiva. El ala pivote hizo un gran partido pero no tuvo socios sobre el final.

Los últimos intentos de generar una prensión todo el campo de Quimsa terminaron mandando a la línea de libres a Peñarol desde donde terminó por sentenciar un juego que lo dominó casi por completo.

Este Peñarol que lleva 14 victorias al hilo y que con Campazzo en cancha ganó 18 de los 19 partidos que jugó se anota en la historia una vez más. Deja su nombre escrito en oro en el libro del Súper 8 al que gana por cuarta vez. Una copa que parece hecha a la medida de Peñarol.

Peñarol (82): Facundo Campazzo 15, Kejuan Johnson 13, Adrián Boccia 14, Leo Gutiérrez 14 y Martín Leiva 15 (FI) Gabriel Fernández 2, Axel Weigand 3, Matías Ibarra 0, Isaac Sosa 6. DT: Fernando Rivero

Quimsa (76): Jonatan Treise 16, Jimmy Baxter 6, Sebastián Vega 6, Damian Tintorelli 4 y Darren Phillip 16 (FI) Matías Sandes 17, Fernando Funes 8, Cristian Schoppler 3 y Gabriel Deck 0. DT: Fabio Demti

Parciales: 20-20, 47-39, 65-52

Árbitros: Pablo Estevez, Alejandro Chitti, Fernando Sampietro,

Estadio: Gustavo “Torito” Rodríguez

Foto: Gentileza Demián Schleider – Infoliga.com.ar

Fuente: Pick and Roll 21/12/2013

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