Restaba 1:47 para el final del partido. Jame Harden robó, salió en contraataque y le sirvió su octava asistencia a Terrence Jones, quien la volcó para establecer ocho puntos de distancia, 97-91. Allí recién el Toyota Center sintió un poco de alivio.
Los Houston Rockets estuvieron irregulares, pero lograron vencer a Dallas por 103-94 y así cerrar la serie (4-1) y avanzar a las semis del Oeste por primera vez desde 2009, cuando Luis Scola era parte del equipo.
Harden volvió a ser el máximo anotador para los Rockets con 28 puntos (9/19 de ancha, 6/6 en libres), pero no estuvo solo. Dwight Howard estuvo en un muy buen nivel y cerró su planilla con un doble doble, producto de 18 tantos y 19 rebotes, a los que acompañó con 4 tapas en 38 minutos de acción.
Mientras tanto, Pablo Prigioni estuvo en cancha durante 22 minutos en los que totalizó 5 puntos (1/1 en doble y 1/3 en triples), 1 rebote y 1 asistencia.
A pesar que los Rockets se iban al descanso largo con una ventaja de 56-50, no había conformidad dentro del Toyota Center. Luego de un primer cuarto en muy buen nivel, el local padeció bastante sus propios errores durante los segundos doce minutos de acción, y le permitió a un Dallas muy tibio estar cerca en el marcador.
Harden salió enchufado desde el primer momento. Con siete puntos de su autoría – sin fallar – le daba la primera ventaja a Houston (16-11). Los de Kevin McHale estaban rápidos en ataque, pero también certeros; anotaron 5/10 e triples y se escaparon 31-22 al término del primer chico. En Dallas, Ellis tiraba del carro (10), pero Nowitzki no aparecía (2 pts, 1/6).
Pero en el segundo cuarto en nivel del partido decayó, sobre todo el de los Rockets, quienes comenzaron a pagar caro sus propios errores. A los errores de manejo (15 pérdidas en el primera mitad) se le sumó la poca puntería desde la línea (3/12). Los Mavericks, mientras tanto, ganaban sus puntos con los libre (13/17) ya que su ofensiva era poco clara, y no encontraba variantes ante la sequía del alemán (2/11).
Los Rockets sacaron una máxima de 12 puntos (45-33) a 4:33 del entretiempo, sin embargo Dallas achicó 47-43 con un parcial de 10-2. Harden volvió a la cancha para mejorar la imagen, metió un triple tras un rebote ofensivo y dejó a su equipo con una ventaja de seis puntos para ir al vestuario. Era vital el porte de Josh Smith desde el banco (16 y 7 reb).
La sensación no desaparecería durante el tercer cuarto, a pesar que los Rockets transcurrieron bien la primera parte del mismo. No obstante, otra vez se vieron imposibilitados de darle a los Mavs la estocada final para finalizar de una vez por todas con el partido.
Con una defensa efectiva, el local metió un parcial de 16-4 y amplió la máxima a 14 puntos (75-61) con 5:21 en el reloj. Pero los Mavs, como en toda la noche, lucharía desde abajo y se les ingeniaba para regresar al juego. Monta Ellis tuvo mucha responsabilidad, el escolta terminó la noche con 25 puntos, de los cuales anotó 10 en el tercer chico.
El local volvió a mostrar dudas sobre el cierre del cuarto, y los Mavs – con un 37% de cancha – lograban ir al último cuarto abajo solo 75-82.
En el último cuarto la tensión comenzó a crecer a medida que los minutos pasaban y los Rockets no eran capaces de terminar con los Mavs. Nowitzki comenzaba a sumar de a poco (6) y asustaba a todo Houston. Las 5 pérdidas de balón en el período (21 en total) le daban rienda vuelta a la visita para ponerse a tiro.
Un pasaje que pareció clave para el desenlace fue una mini ráfaga de 6-0 de los Rockets con un impensado triple de Jones, a 3:01 del final. Pero Dallas siguió hasta las últimas consecuencias.
Sin embargo, cuando la pelota pesaba veinte kilos, volvió a agigantarse la figura de Harden, quien hundió un triple a 2:38 del final para dejar el marcador 97-89 a su favor. Luego robó un balón, asistió en contraataque y Houston respiró tras la volcada de Jones. La segunda ronda es una realidad luego de 6 años. Ahora, esperan por Clippers o Spurs.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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