Nunca es igual, ni mucho menos nunca es intrascendente el clásico de Mar del Plata y la Liga. El Polideportivo como escenario habitual y un partido que se verá en todo el país a través de TyC Sports desde las 20:00. El diagrama de ocupación para los hinchas es el mismo que cuando Peñarol hace de local, los hinchas milrayitas tendrán popular completa y la platea enfrente de los bancos, con rebatibles incluidas. La parcialidad de Quilmes irá detrás de los bancos con sus rebatibles y la popular de siempre.
El partido se enmarca en las necesidades que tienen ambos de conseguir la victorias aunque con motivos diferentes. Para el cervecero ganar significa mucho, porque se quedaría con el cuarto lugar de la fase regular en la zona Sur que le otorga ventaja de cancha en los play offs de cuartos de final de la conferencia. Para Peñarol ganar tiene un premio intangible en los números pero muy valioso en lo emocional. Está en un pozo de juego y necesita recuperar su fe, su mística previa al play off. Perder puede generar nubarrones inoportunos de cara a la parte final del torneo.
El equipo de Leandro Ramella llega en el peor momento de la temporada a este cierre de fase regular. Y esta afirmación no significa que llega por el piso, o sin chances, significa que Quilmes no logró ganar los juegos que debía y terminó perdiendo un par de chances increíbles para sumar en la tabla por caer en finales cerrados, suplementarios y con alto goleo.
Independientemente de las bajas, ausencias y demás situaciones Quilmes mantuvo su producción ofensiva en alza. Alcanzando juegos de 80 puntos con facilidad, pero su defensa también se hizo permeable desperdiciando todo lo bueno que había conseguido el equipo para crecer. Las derrotas llegaron como una catarata (ganó solo dos de los últimos doce partidos). Y justamente esa serie nefasta de resultados comenzó después del sensacional triunfo en el clásico pasado (76-68). Inexplicable.
Quilmes ha tropezado de diferentes maneras en los últimos partidos, y salvo con Bahía de visitante siempre en condiciones de ganar el partido hasta la última bola, pero flaqueando donde el equipo había conseguido cierta solidez desde enero: su defensa. En dichos doce partidos su defensa permitió 84.7 puntos en contra, mientras que su ataque fue de 82.4 puntos.
Para esta noche la rotación se le vuelve a achicar a Leandro Ramelle por la ausencia de Lucas Ortíz quien venía recuperándose muy bien en el juego, pero por un problema familiar tuvo que viajar de urgencia a Buenos Aires. Así la rotación de la media cancha pierde a su escolta, aunque con el regreso del Marín tiene una variante más.
Por su parte Peñarol llega con la ansiedad lógica de medirse en el clásico y también sabiendo que después de hoy recibirá algunos días de descanso para luego poner la menta en el choque del jueves 21 de mayo por el primer partido como local por los cuartos de final de la conferencia sur. El equipo de Fernando Rivero ya cerró su tercer lugar en la tabla y no puedo modificarlo con el resultado de hoy.
De todos modos la validez del encuentro no pasa por los números, sino por el contenido del juego, donde Peñarol se ha mostrado en deuda en los últimos partido. Un mensaje que debe darse a si mismo y a la competencia: donde está parado el campeón justo antes del comienzo de los play offs.
La decisión de jugar un solo partido en febrero preparando el físico y el alma a la Liga de las Américas le cobró a Peñarol un calendario apretado en las reprogramaciones y con la virtud de meterse en la Final Four de Río de Janeiro le terminó dando incluso dos juegos de visitante reprogramados más que recién pudo cumplir esta última semana (Ciclista y Argentino en Junín). Así es como Peñarol llega jugando al clásico de hoy y Quilmes descansado.
El trajín de presentaciones lo lleva Fernando Rivero a tener que modificar, rever, repetir todo los detalles que encuentre del equipo pero siempre en cancha y ante un rival distinto. Sin la posibilidad de entrenar para consolidar lo bueno o corregir lo malo, los partidos se han vuelto un verdadero campo experimental para el entrenador.
En el último de ellos, después de tener participaciones secundarias Franco Giorgetti fue llamado a salir de titular en la posición del alero y sumar 34 minutos de buen nivel, otorgándole al equipo defensa y puntos en un lugar que necesita. Por lo tanto tampoco el propio Peñarol tiene una verdadera medida de si mismo. ¿Será Konstadt de escolta o Boccia de dos y Franco de tres la solución que encontrará el equipo para uno de sus problemas esenciales?
Los condimentos tácticos del juego se verán como siempre enriquecidos por la tensión que un clásico genera y sobre todo éste en particular que tiene en juego valores esenciales para los dos equipos. Una despedida de fase regular a toda fiesta para ir preparando el alma para los play offs.
Posibles Formaciones
Quilmes: Luis Cequeira, Walter Baxley, Maximiliano Maciel, Ivory Clark y Tayavek Galilzzi. DT Leandro Ramella
Peñarol: Martín Osimani, Adrian Boccia, Franco Giorgetti, Leo Gutiérrez y Martín Leiva. DT Fernando Rivero
Hora: 20:00 (TyC Sports)
Árbitros: Alejandro Chiti - Sergio Tarifeño
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas
Pablo Tosal
@pablotosal
Super campeón tranquilo, todos los equipos en algún momento sufrieron esta liga.
Ya que son el unico tricampeòn, demuestren que poco les hace jugar un partidito más, total..... no es que Quilmes es hijo de Uds. ?un sacrificio mas no importa demuestren los machos cabrios lo que son en la cancha
no era el fixture original, termino asi por la liga de las americas.. no lees ni de casualidad la nota
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EL UNICO TRICAMPEON 09/05/2015
PEÑAROL 4 PARTIDOS EN 7 DIAS CON GIRA POR EL NORTE QUILMES HACE 8 DIAS QUE NO JUEGA...... LAS VERDAD...UNOS BOCHOS LOS QUE ARMARON EL FIXTURE
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