Gimnasia – Quimsa (6to juego – Final)

• Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.net)
• 15/07/2015
• (5 comentarios )

Continúa la novela de la final con el sexto capítulo de una saga que se llenó de intriga. Para Gimnasia es ganar o nada y para Quimsa…también. “Necesitamos llevar la obligación a Comodoro” dijo Santander post quinto partido. Hoy si Quimsa vence a Gimnasia en el sur se consagrará campeón de la Liga Nacional por primera vez en su historia. El premio que persigue desde hace tiempo. Y en el camino a la gloria se impone un rival durísimo que de local se potencia aún más (y lo ha demostrado) mientras que los propios errores de la Fusión son el otro rival a vencer.

Vayamos por parte. Gimnasia tiene todos los condicionamientos porque no puede perder, no tiene margen. ¿Eso es una desventaja o una ventaja?. Jugar con la obligación, jugar con la urgencia de “no hay mañana” puede tensar los nervios y agudizar la concentración extendiendo la energía del minuto cero al 40.

Gimnasia ha demostrado saber jugar bien en situaciones de presión como el 1-2 ante Boca o el 0-1 ante Peñarol. Se manejó tranquilo ante la presión del 0-2 en la final ante el mismo rival. Y en casa suma el plus que tuvo toda la temporada, una gran localía. Eso no cambia el hecho de que perdiendo se queda sin el título, al menos es un aliciente.

La serie ha dejado la sensación que los equipos no pueden ganarse de visitante, que las localías se impondrán siempre. ¿Será finalmente así? ¿Por qué los equipos se potencian tanto de local y por qué lucen indestructibles?. Incluso para Quimsa que ha dado enormes recitales de básquet jugando como visitante no pudo hacer pie en el Socios Fundadores en los primeros dos partidos.

El equipo patagónico viene de realizar un gran 5to partido fuera de casa pero aún con pocas pérdidas, sacando a relucir su orgullo, peleando y volviendo al partido de una desventaja de 17 puntos, no pudo imponer su ritmo, su juego, algo que sí logró como local. ¿Qué le faltó?.

Clancy está perdiendo el duelo con Battle y parece ser una situación sin control para Gimnasia. El pivote patagónico es un fenómeno que va al frente en todas las ocasiones pero a pesar de su lucha y su entrega es insuficiente. Robert está jugando el mejor play off de toda su carrera en la Liga Nacional y ha subido su producción individual y su producción integral. Tener un jugador que dijo presente en todos los partidos es un arma que no se da siempre.

La vuelta al juego de Pablo Orlietti fue una salida de emergencia que empleó Gonzalo García en el quinto partido para contener una variante que Santander usó por primera vez: el tándem Crawford – Battle. Ganar un jugador más en la rotación es de suma importancia porque llegado el sexto partido y después de la fenomenal batalla de Santiago los cuerpos ya no son los mismos. Desgaste: una palabra que hoy se hará carne en varios jugadores. No es fácil rendir siempre bien en este nivel de exigencia sumando tantos minutos y con defensas como las que se vieron.

La adrenalina se mantiene alta y eso le da al cuerpo el plus que necesita para seguir peleando. “Estamos jugando una final” es la frase que lo salva todo, pero ¿en verdad no hace mella el cansancio?.

Esta noche en los ajustes, Gimnasia tendrá que tomar la decisión de ir a buscar un 2x1 a Battle o por el contrario dejarlo mano a mano y que produzca solo para que aparezca el resto. Siempre es preferible elegir el veneno y que no lo elija el rival. ¿Será Orlietti en algún momento el encargado de la tarea de contener al foráneo de Quimsa?

Además Gimnasia debe repetir el orden ofensivo de los últimos tres partidos para que Quimsa no pueda correr la cancha. Suma tres juegos consecutivos que lo viene haciendo bien, bloqueando el ataque rápido de la fusión, aunque no es nada sencillo, porque lo hace en relación a cometer pocos errores. No puede darse ningún lujo Gimnasia. La vara está muy alta.

Por el lado de Quimsa se abre la puerta de la felicidad absoluta detrás de 40 minutos de juego y un triunfo. Todo eso conduce al campeonato. Un camino que empezó en agosto y que como ningún otro equipo demostró el deseo de ganarlo, pero para llegar a esa meta el camino aún no terminó y una victoria lo separa del título. Y esta noche es una oportunidad.

El equipo de Santander quedó en deuda en Comodoro Rivadavia en los dos primeros partidos y llega con la ambición de saldarla. Imponer su energía, su defensa y encontrar los tiros que habitualmente el equipo disfruta para poner el rival en todo tipo de aprietos.

Es una buena noticia para Santander que Leonardo Mailnoldi pueda formar parte de la rotación. El parte médico del ala pivote dice que tiene una contusión en el platillo tibial externo de la pierna izquierda. Pero juega.

En el partido en Santiago la salida de Mainoldi generó el ingreso del doble pivote Crawford-Battle y la apuesta (que ya fue usada en la serie contra San Martín) esta vez volvió a salir bien. Gonzalo García no quiso dar ventajas y le equilibró la altura con Orlietti y Clancy pero no debemos descartar variantes en este juego al respecto de esa propuesta.

El partido será además de un duelo táctico y de lucha permanente una guerra de nervios. Cada error cuenta y cada error resta en el objetivo final. El equipo que logre controlar los errores y encuentre al jugador encendido para alimentar en este nivel de paridad tendrá las grandes chances de llevarse el partido, que en el caso de ser el visitante, será con la corona del campeón.

Hora: 21:00 (TyC Sports)
Árbitros: Pablo Estévez – Alejandro Chiti y Fernando Sampietro
Estadio: Socios Fundadores

Pablo Tosal
@pablotosal