A este equipo le gustan las películas de suspenso y no cabe duda de dicho pensamiento. Nuevamente y con el corazón en la boca, como sucedió ante Canadá y Puerto Rico, Argentina obtuvo el cuarto triunfo consecutivo en el Torneo de las Américas y quedó bien acomodado para los próximos enfrentamientos.
En un juego donde los errores de balón y las distracciones fueron una constante, ganó el que menos equivocaciones tuvo en los minutos finales y el que mejor aprovechó a sus mejores jugadores. Así fue que Argentina basó su ofensiva en la pintura con la potencia de Fabricio Oberto, mientras que Brasil optó por jugar su suerte con los lanzamientos externos y olvidó el juego interno de sus interesantes pivots.
El conjunto albiceleste salió desde el arranque a jugar interno con Oberto como el máximo receptor de los intentos cerca al canasto. Brasil, sin buen resultado, eligió a Marcelinho como su mejor lanzador externo desde las esquinas. Mientras los dirigidos por Lula no gozaron de buena efectividad, Argentina, con buen movimiento de balón, no pudo capitalizar sus jugadas a dos y tres metros del canasto.
El partido se hizo chato y de poca anotación. Rubén Wolkowyski flotó en la marca de Nene y los ataques brasileños fueron desperdiciados con llamativas y reiteradas pérdidas de balón. Oberto se hizo fuerte en la pintura ganándole el duelo a Anderson y Argentina se escapó por 9-6.
Con un goleo repartido donde sobresalió Andrés Nocioni y Leandro Palladino con sus tiros a distancia, el último subcampeón mundial estableció importantes diferencias (21-14). En ese lapso fue interesante el trabajo de Alejandro Montecchia que rotó el balón y cuando pudo sorprendió con sus lanzamientos.
Brasil varió el juego y pese a perder 6 balones en el primer parcial recortó ventajas gracias a las intervenciones de Nene y a las penetraciones de Leandrinho con descarga al mejor posicionado.
Un parcial de 10-2 a favor del campeón Sudamericano y Panamericano lo dejó un punto por debajo (27-26). La tarea de Alex sobresalió en Brasil que continuó gatillando desde tres puntos. El base continuó efectivo desde perímetro e igualó en 31 cuando los verde-amarelhos se hicieron dueños de los rebotes en ambos tableros.
La garra Argentina se hizo presente en el Coliseo Roberto Clemente y con los bombazos de Nocioni los albiceleste se recuperaron en el juego hasta distanciarse por 40-33.
Brasil continuó perdiendo balones pero se mantuvo vivo gracias a las individualidades de determinados jugadores como Guilherme y Marcelinho hasta quedar abajo por 42-38 al finalizar la primera etapa.
Argentina se mostró preciso en los momentos cruciales del juego con su certeza desde el perímetro (6/10 en el primer tiempo) mientras que Brasil no encontró el aro con su tiro exterior (5/15) y se hundió con sus reiteradas e infantiles pérdidas.
Luego del descanso Argentina se contagió de su rival y perdió tres balones consecutivos en cuatro ataques. Ambos se mostraron erráticos y faltos de ideas pero Brasil se agrandó de la mano de Leandrinho y quedó dos puntos por debajo (48-46). Luis Scola no pudo anotar en varias ofensivas y marró tiros a escasos metros del aro.
Un Brasil apurado y desorientado logró pasar al frente por 51-50 con un doble de Nene después de un robo a Emanuel Ginóbili en mitad de campo.
Argentina se quedó sin gol y tuvo que aparecer Juan Sánchez que aprovechó los caminos libres que encontró para cortar hacia el aro. Brasil tomó a Anderson como vía de gol en la pintura y nuevamente quedó a tiro de su rival para dar el zarpazo en el último parcial. La cuarta falta de Nocioni fue vital para las esperanzas argentinas debido a que el alero se cargó al equipo en montos claves.
Pero Brasil se quedó en el banco al iniciar el último cuarto y Argentina no desaprovechó su momento ya que le llevó la pelota a Oberto que volvió a marcar diferencias en la pintura dejando en claro que es uno de los mejores pivot de FIBA.
Gracias a la efectiva labor en la pintura los albicelestes establecieron una cómoda ventaja de 12 puntos (68-56) a falta de seis minutos. Brasil se quedó sin respuestas y pasó cuatro minutos sin convertir. El elenco de Lula recién anotó su primer gol de campo a falta de tres minutos cuando se encontró 70-62 abajo.
Argentina comenzó a equivocar el rumbo, a apurarse en sus decisiones hacia el canasto e increíblemente sumó pérdidas. Los 6 errores de balón que tuvo en los últimos minutos despertaron a un pálido Brasil que gracias a un parcial de 8-0 recortó a 70-66 cuando restaban dos minutos para el cierre.
El regreso de Nocioni fue clave debido a que un triple le otorgó aire (73-66). Alex lastimó desde el perímetro y puso suspenso a la película que tenía como vencedor a Argentina por 73-70 a menos de un minuto y medio.
Pero Argentina no pudo liquidar las acciones con una escapada de Montecchia y Wolkowyski falló en la corrección. Alex en el contragolpe fue víctima de falta y cobró sus dos intentos para acercarse por 74-72.
En el momento más importante del juego, con solo 30 segundos para el final, Ginóbili cruzó mitad de campo juntó marcas le pasó el balón a Oberto y ante la marca de Nene el pivot de Pamesa asistió de pique a Wolkowyski que con una volcada dejó a su equipo arriba por 76-72 con solo 17 segundo por jugar.
Alex desesperado y con el reloj como su peor amigo marró de tres puntos, Anderson falló en el rebote y Nene convirtió el doble. Argentina repuso y desató el festejo que cobró venganza por lo sucedido en el Sudamericano. Y ahora que se venga el Dream Team que como diría un conductor de TV: “No le tenemos miedo”.
Síntesis
Argentina (76): J. I. Sánchez 6, E. Ginóbili 9, A, Nocioni 14, F. Oberto 14, R. Wolkowyski 6 (fi), A. Montecchia 8, L. Scola 6, G. Fernández 0, F. Kammerichs 0, L. Palladino 13. DT: R. Magnano.
Brasil (74): Marcelino 6, Valtinho 1, Guilherme 4, Nene 13, Anderson 16 (fi), Renato 5, Leandrinho 15, Alex 12, Tiago Splitter 2. DT: Lula.
Parciales: 25-19, 42-38 y 59-56
Estadio: Coliseo Roberto Clemente
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