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Cultura Pop

“Gregg Popovich es la selección ideal para hacerse cargo del programa de la USA Basketball. Su largo recorrido de éxitos, tanto el haber ganado campeonatos como a la hora de crear una cultura de excelencia, están respaldados y, en consecuencia, está considerado entre los mejores entrenadores del mundo”.

Esas fueron las principales palabras de Mike Krzyzewski durante la presentación de Pop como futuro entrenador de los Estados Unidos para el período que comprende 2017 y 2020, justo después que el propio Coach K le seda el lugar tras los Juegos Olímpicos de Río 2016, y comience con su nuevo rol de asesor de Jerry Colangelo, Manager principal del programa.

En medio de las tantas declaraciones que se sucedieron durante la ceremonia de presentación, en la que también se confirmó al propio Colangelo como cabeza del programa hasta 2020, quise destacar éstas porque alojan una frase que creo que es clave para lo que se le viene a Popovich en esta nueva etapa como entrador profesional.

Krzyzewski destaca, a la par de los títulos obtenidos a los largo de los 19 años al frente de los Spurs, la creación de una cultura basquetbolística por parte de Popovich, quien no solo deja un sinfín de alegrías y momentos históricos, sino que también será recordado por sentar un legado, las bases de una forma de manejarse dentro de la selva del profesionalismo, que suele ser salvaje y muy particular, y de transmitir dicho sentir de su profesión.

Es por eso que a la misma altura de sus cinco títulos NBA, de los tres premio al mejor entrenador y de su 68.5% de partidos ganados en la elite de básquetbol, se encuentra esa manera de sentir, trabajar e inculcar su conocimiento, que lo llevó a ser uno de los mejores en toda la historia de este deporte.

A raíz de esta marca distintiva se abrirá un nuevo desafío para Popovich. Si bien llega a un terreno que conoce muy bien como es el de FIBA, por el respeto que le tiene al básquetbol internacional y haber sido asistente del seleccionado en dos oportunidades, tendrá a su cargo un plantel heterogéneo, plagado de estrellas con egos disimiles con las que no podrá contar día a día para inculcarse esa “cultura” que menciona Mike Krzyzewski.

Luego de un período negro para los Estados Unidos entre 2001 y 2004, sintieron que estaban perdiendo terreno y prestigio en el mundo FIBA. Así fue que decidieron cambiar la manera de encarar los procesos internacionales, y llegó la creación de un programa con jugadores que realmente estén comprometidos con la causa, para poder entrenar un tiempo antes de la sita en cuestión y formar verdaderamente un equipo, y no solo un rejuntado de individualidades.

Este proceso comenzó en 2006 y ya tiene en su haber dos títulos mundiales (Turquía 2010 y España 2014), dos medallas olímpicas (Beijing 2008 y Londres 2012), un récord de 75-1 y un invicto de 63 partidos. La USA Basketball vio propagarse la enfermedad, y fue rápidamente por su cura.

A partir de 2017 este programa ya solidificado quedará en manos de Gregg Popovich, un entrenador que no solo se convirtió en uno de los más prestigiosos de la NBA, sino que le hizo cambiar la forma de ver el básquetbol a muchos. Es hora que su cultura conquiste todo Estados Unidos.

Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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