No hay mucho que analizar. Obras se impuso con simpleza y de allí su contundencia al momento de marcar claras diferencias desde el arranque. Un pick central, apertura de balón y un uno contra uno inobjetable, que apuntalado por la eficacia, machacó rápidamente las aspiraciones locales.
Desde su ataque marcó el ritmo. En su campo no le dio el tiro a Redivo, se aprovechó de un tibio Carter y se benefició por la laguna tempranera de Thomas. Levy contra cinco no fue partido, y lejos estuvo de lo pensado por Ginóbili.
La brecha siguió creciendo, y la diferencia de diez no fue freno. El banco anfitrión comenzó a moverse, y sólo con los ingresos de Santiago Vaulet y Fjellerup apareció una inyección de actitud, al menos en defensa, ante la falta de básquet vivida por el bahiense. El tachero, con juego fluido y una gran conducción de Fitipaldo, cerró arriba 28 a 12.
Los pibes dieron la cara por el dueño de casa en el segundo capítulo, y fue lo más parejo de toda la noche. Fjellerup siguió creciendo, Ramos apuntaló cerca de los canastos, y el uno contra uno del huésped dejó de ser tal, dado que aparecieron las ayudas defensivas y por consiguiente, la comodidad al momento de definir por parte de Delia, Wade y Horner se redujo.
Con más corazón que técnica Bahía Basket fue acortando la distancia hasta quedar a ocho, pese a que al descanso largo llegarían separados por diez (49-39).
Luego de una larga charla con sus dirigidos, Poch puso las cosas en su lugar, parte por mérito de los suyos y parte también por complicidad de su adversario. Dándole respaldo a sus iniciales, “Sepo” mandó el mismo quinteto con el cual arrancó el match, y terminó siendo sumamente contraproducente.
Whelan no se sintió cómodo, Carter “rifó” la poca paciencia que le quedaba a la gente y Thomas no colaboró para mejorar la situación. Las caras de Redivo y Levy fueron fiel reflejo de la situación; de la cual Obras supo sacar rédito. Dos triples, dos dobles, y un parcial de 10-2 en menos de tres minutos para recuperar 18 puntos de margen y cercenar cualquier intento de cambio de manos en el tanteador.
El equipo de Bahía Blanca intentó volver a las fuentes que le dieron vida en el segundo cuarto (Fjellerup, Vaulet, Ramos), pero esta vez la medicina no tuvo un efecto tan radical. El cuadro capitalino tomó sus recaudos, ajustó en consecuencia y con un 26 a 13 (75-52) finalizó el partido aún con un último periodo por delante. Para colmo de males en el local se fue directo a vestuarios Jasen con un golpe en la cervical.
Los diez minutos finales estuvieron de más. Horner cerró una planilla por encima de su media, y Fitipaldo lo vio desde el banco con la satisfacción del deber cumplido. Al bahiense sólo le quedó dosificar minutos, y comenzar a pensar en Gimnasia y Esgrima, su último compromiso de primera fase.
Más que positivo el paso de Obras por el sur de la provincia de Buenos Aires, de donde se llevó un triunfo, aún con mayor autoridad que el cosechado en su momento por San Lorenzo.
Síntesis
Bahía Basket (63): Gastón Whelan 9, Tyron Thomas 2, Lucio Redivo 9, Jamaal Levy 13 y Sean Carter 0 (inicial); Máximo Fjellerup 23, Martín Fernández 0, Santiago Vaulet 1, Francisco Filippa 0, Facundo Corvalán 0, Ariel Ramos 6 y Hernán Jasen 0. DT: Sebastián Ginóbili.
Obras (91): Bruno Fitipaldo 15, Lorenzo Wade 8, Selem Safar 4, Dennis Horner 22 y Marcos Delia 10 (inicial); Juan Gutiérrez 5, Fernando Zurbriggen 0, Pedro Barral 1, Iván Basualdo 9, Juan Lugrin 0 y Tomás Zanzottera 17. DT: Trifon Poch.
Parciales: 12-28 / 39-49 7 52-75.
Árbitros: Rougier – Mendoza.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.
Foto: Prensa Bahia Basket.
Emanuel Niel
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Antimusicale 24/11/2015
Impresentable lo de Bahìa,todo el mundo sabe que Pepe Sanchez es muy inteligente ,pero no se entiende lo que busca en lo basquebolìstico con estos extranjeros y este plantel
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