Lituania consiguió el cetro europeo. Un triunfo merecido, trabajado y lógico visto la tremenda versatilidad de una selección joven y talentosa, demostrada a lo largo de todo el Campeonato. Los cuarenta minutos de la final ante España fueron claro ejemplo de todo ello. Gran defensa, magnífico ataque y sobre todo, diversión, mucha diversión jugando al basket.
Precisamente, esa es la diferencia entre Lituania y el resto: la capacidad para disfrutar jugando un partido de “alta tensión” donde hay una medalla de oro en juego. Cuando la tensión atenaza y provoca fallos en el resto, los lituanos se crecen. Jasikevicius (MVP) y Macijauskas, una de las grandes revelaciones del torneo, fueron dando muestras, partido a partido, que el baloncesto es bastante más fácil de lo que creemos la gran mayoría.
España se dio cuenta tarde. Disfrutó durante toda la primera fase. Se impuso con contundencia a Rusia y Serbia pero la llegada de lo importante de verdad le atenazó. Del basket rápido, ágil, agresivo y divertido de la primera parte, a los nervios y la tensión agarrotadora de los cuartos, semifinales y la final. Hasta Gasol, a pesar de su capacidad anotadora, cayó en las redes de la presión. Sólo la “Bomba Navarro” fue capaz de entender que, de verdad, el baloncesto es un juego.
A pesar de todo, la medalla de plata de España es un éxito importante que, además, ha conseguido que en este país, aunque sea durante un par de semanas, se hable más de Garbajosa, Gasol, Navarro y Calderón que de Ronaldo, Beckham y Raul. Esta joven selección apunta cosas importantes y tendrá una nueva oportunidad (de disfrutar) en los Juegos Olímpicos.
Italia ha sido la gran sorpresa del Eurobasket. Llegó a Suecia con un, a priori, escaso potencial, cuestionado por todo el mundo y ha demostrado que vuelve a estar con los mejores merced a una impresionante defensa, a una gran dirección y a una gran disciplina. Ni el campeón de la NBA, Tony Parker, pudo con los italianos, que se han metido con todos los honores en los Juegos de Atenas. Francia los verá desde casa.
Las gran decepción del Torneo, sin duda, Serbia y Montenegro. Los yugoslavos pecaron de soberbios y se presentaron en Suecia como los favoritos a pesar de las ausencias. Pero en este juego, todo el mundo te puede dar una lección y a los serbios se la dieron los rusos, los españoles y los lituanos. Tienen la lección aprendida y probablemente no les volverá a pasar. En Atenas estarán los buenos, los grandes, los del talento. Entonces, gozaremos.
MVP: Sarunas Jasikevicius.
Quinteto ideal: Tony Parker, Sarunas Jasikevicius, Saulius Stombergas, Andrei Kirilenko y Pau Gasol.
Goleador: Pau Gasol con 25.8 puntos de promedio.
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