Quilmes renueva el mito de su localía
Otra vez el estadio de Once Unidos se hizo inexpugnable. Con un final agónico Quilmes se impuso a Gimnasia de Comodoro por 95-93 en tiempo suplementario y encadenó su 10ma victoria consecutiva de local.
Cuando por la 6ta fecha de la primera fase, Quilmes perdió de local ante Ferro Carril Oeste por 94-102, sumó cuatro derrotas seguidas en el estadio de Once Unidos donde juega de local.
Por entonces dijimos desde esta misma página que el cervecero ya había gastado todos los partidos que tenia para perder en toda una temporada de local si tenía pretensiones de luchar arriba en la tabla.
Desde el domingo 19 de octubre que Quilmes no pierde en el estadio de Once Unidos, y vuelve a crear el mito de “La Fortaleza” bien ganado en cercanos tiempos pasados. Ya suman Diez las victorias ganadas de local en forma consecutivas. Tres con la era Pepiche y siete con Javier Bianchelli al mando.
Hasta anoche, en seis partido el equipo de Bianchelli tenía un promedio de 72.6 puntos en contra en Once Unidos. En los 40 minutos del tiempo regular Gimnasia quebró por primera vez la barrera de los 80 puntos e hizo 84, luego en suplementario metió 9 más.
Esta enumeración de datos no es caprichosa, quieren reflejar la importancia que Quilmes le asignó a jugar ante su gente. El valor agregado del público es para este equipo vital en sus aspiraciones.
Anoche consiguió una victoria del corazón, de las entrañas, con actitud y poco juego. Se contagió del clima de las tribunas, luchó y ganó como dato saliente, pero se olvidó de jugar.
Es bueno destacarlo a la hora del análisis, porque si anoche no perdió fue por esas cosas del destino, ¿entonces si estaríamos hablando de lo mal que jugó?. Siempre es mejor corregir en la victoria.
La cronología de los hechos dice que los primeros 10 minutos de Quilmes fueron una pinturita. Defendió muy bien en hombre a hombre (se destacaron Prego sobre Scott y Chiappero sobre Easterling) y volcó el 90% de sus ofensivas cerca del canasto.
De los 15 dobles que tiró el más lejos lo hizo de dos metros, y solo probó 2 triples. Así consiguió buenos porcentajes (73%) y metió 28 tirando para 40. Gimnasia, impreciso, fue solo arrestos individuales.
Pero a partir del segundo cuarto, comenzó el “otro partido”, el emocional, el que Quilmes ganó luchando sin jugarlo como podía hacerlo.
En la rotación lógica de una noche de calor, Enrique Tolcachier ganó mucho con Marcos Nóbile que metió 8 puntos (mal Vaquero en defensa) de un parcial 14 - 3 favorable a la visita. El técnico Bianchelli no pidió minuto en esos 5 minutos y permitió que Gimnasia creciera, teniendo material para hacerlo.
Cuando se acordó el partido estaba 31-32 y en las manos de Gimnasia. Desde allí y hasta el final la paridad sería el común denominador.
En el tercer cuarto, a pesar que la visita lo ganó solo por tres: 17-20 fue el peor del cervecero. Otra vez con Gray de alero el equipo se perdió, no consiguió juego, y entre el propio extranjero y Diego Prego perdieron la marca de Migliori (3/4 en triples) que perforó la defensa quilmeña.
La mala producción del tercer cuarto también coincidió con la permanencia en cancha del pivote extranjero Beard.
A esta altura que Darius Beard ingrese al campo de juego con la camiseta de Quilmes para jugar un partido profesional de Liga Nacional es una falta de respeto, a sus compañeros, a sus técnicos y sobre todo a la gente. Julián Espeche en dos minutos aportó mucho mas que Beard en 10.
El cuarto segmento fue de Quilmes (21-16), con lo justo como para forzar el suplementario. El local siguió sin encontrar el camino al poste bajo donde tanto dañó en el primer cuarto.
Gimnasia se colgó de los hombros de David Scott y Scales. No obstante, Martín Vaquero se despertó con dos triples claves, Gray puso otro y con el tanteador 81-84 a falta de 15 segundos, Prego clavó una triple de 8 metros para igualar en 84. Luego defendió excelente la última bola y fue a suplementario.
En el tiempo adicional, Quilmes sacó rápidas ventajas con un triple Gray, pero siguió muy desordenado, no jugó la bola interior con ningún sistema. Solo provocó rompimientos con los perimetrales. Se olvidó de Chiappero (el mejor jugador de Quilmes anoche) a quien deberían darle un premio por trabajador silencioso y efectivo.
Gimnasia (un equipo muy bien entrenado) goza de un bloqueo defensivo admirable, pero con rebote defensivo en mano, tampoco pudo correr el contraataque.
Sobre el final Quilmes erró 3 de los últimos 4 libres y puso suspenso al resultado, pero Albertinazzi cuando tenía para empatar a falta de 3 segundos (95-93) erró el primero y tiró a errar el segundo. El cachetazo ofensivo de Scales no entró de milagro y entre mil manos que saltaban en busca de la pelota llegó la chicharra final.
Actitud para suplir la carencia de juego. Individualidades por debajo de su nivel (“Lobito” Fernández, Martín Vaquero) que suplieron su baja performance con entrega. Y la gente como marco de un rugir constante para volver a creer que “La Fortaleza” sigue en pie.
Quilmes (95) (84): Gustavo I. Fernández 3, Juan Pablo Sánchez 12, Diego Prego 22, Evric Gray 27 y Claudio Chiappero 12 (FI); Luis Cequeira 4, Martín Vaquero 11, Darius Beard 3 y Julián Espeche 1. Entrenador: Javier Bianchelli / Alejandro Mangone.
Gimnasia y Esgrima C.R. (93) (84): Gabriel Cocha 10, Franco Migliori 15, David Scott 22, Jervaughn Scales 21, Stan Easterling 2 (x) (FI), Federico Ferrini 2, Pablo Albertinazzi 7, Marcos Nóbile 10, Santiago Haag 0, Mauro Bulchi 2. Entrenador: Enrique Tolcachier.
Parciales: 28-18, 46-48, 63-68, 84-84.
Árbitros: Daniel Rodrigo y Juan Quesada.
Estadio: Once Unidos.
Fuente: Pick and Roll 19/1/2004
@LNBRetro
TRIPERO 10/12/2015
El triunfo de Gimnasia LP ante Boca en la Bombonerita x la primera final de la LNB 2003/4. Partidazo. Boca con Malara, Leiva, Byron, Paolo, Sartirelli, el Chila, equipazo.- Pero el Lobo era con Lauro-Cerutti-Oroná/Moravansky, Lopez, Savoy, con un banco con Cadillac, Rivero, Chino Benitez y el mejor DT de todos: Gonzalo García.-
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