Un Ford tuniado
Ford cambio malas por buenas, después de estar “en el garage”, destrabo un juego muy parejo a pura magia y belleza. Con diez puntos suyo en el suplementario, Boca superó a Peñarol en Mar del Plata por 102-97. Fue expulsado Quinteros y se perdería el clásico.
“Me gustas cuando callas porque estas como ausente”, a veces en el terreno del deporte nos podemos poner cursi un ratito para darle paso al las frases que nos hacen vivir. Así Pablo Neruda (perdón maestro por la comparación) describió sin saberlo a Sherrel Ford más 80 años después.
El moreno, justamente ex Peñarol, había mostrado muy poco de su gran repertorio. Más bien había jugado para Peñarol, pero se despertó, se aburrió del pobre partido que se veía, o tenía ganas de irse. Se cargó su equipo al hombro y con la ausencia de Paolo Quinteros apuntó los cañones para dejar a Peñarol con las manos vacías.
Claramente fueron dos partidos en uno partido no sólo por el reloj del entretiempo, sino por la expulsión de Paolo Quinteros sobre el final mismo del primer período. Los árbitros del partido, Pablo Estévez y Javier Mendoza, venían llevando el cotejo con muchas faltas para Boca y pocas para Peñarol. Ford, Sandes y Alba tenían tres faltas los primeros 20 minutos.
A pesar de la enorme eficacia que llevaba (3/4 en dobles y 3/4 en triples) Quinteros vivía de protesta en protesta porque a su entender padecía empujones y faltas no cobradas. Y Estévez iba sumando en el ábaco imaginario: una, dos, tres. Hasta que estalló en la última jugada del primer tiempo: atrape de dos a Quinteros en mitad de cancha que Quinteros pide como falta. Ante la protesta Estévez le bajó un técnico, luego en un segundo llegó la expulsión y el delirio del jugador.
“Es increíble, yo no sé que pasa, protesté y le hice un gesto, luego le dije algo en voz baja que el árbitro me vio porque me venía siguiendo para echarme, pero no se porque me echa si Rodríguez hizo lo mismo. Algo muy raro pasa, al final me pegan por todos lados, en todas las defensas, yo juego, no me quejo y me expulsan a mi. Parece que el árbitro cumplió su cometido”, le dijo en caliente Paolo Quinteros a Pick and Roll.
Hasta la expulsión de Quinteros, Boca había sido más por la enorme eficacia ofensiva. El equipo de Duro tuvo respuestas en todos lados: 14/23 en dobles y 7/13 en triples. Eso si, tiró solo dos libres y de allí las protestas (Peñarol tiró 15/17). Buena parte también gracias al accionar de Bunn que se mueve como el demonio de Tasmania cada vez que tiene la pelota en la mano en el poste bajo. A lo largo del partido, desfilaron en su marca, Sandes, Malara, Douglas, Leiva y Ford. A todos les sacó muchas faltas.
El primer tiempo fue de mucho gol (48/51), pero el segundo fue otro partido. Quedó dicho y quien debía cambiarlo era Boca. Tenia el personal cargado por faltas, a Quinteros a afuera por expulsión ¿le podía pasar algo más? Si, que Peñarol pase al frente en una ráfaga como lo hizo y con parcial 10-0 se ponga 58-51.
Fue el único segmento del partido donde Boca lució perdido, después se enchufó en el juego y levantó la bandera de la defensa. Replegó su primera línea defensiva y controló el rebote en su canasto. En el tercer parcial (23-18), Peñarol logró 5 rebotes ofensivos, pero después se quedó sin segundas instancias. Atacó a un solo tiro a una defensa cada vez más cerrada. Encima lo hizo con 3/11 en triples en el complemento y 1/4 en el suplementario.
La doble marca y los atrapes a Bunn fueron casi perfectos y para Peñarol otra vez comenzó el viejo dilema de cómo darle espacio a Field, que congestionaba con su presencia la pintura. Esta vez, el ingreso de Barrios aportó muy poco. Así Peñarol se quedó sin gol y entró en el terreno de la lucha, se salió del libreto y se olvidó de sacar por faltas a los cargados internos xeneizes.
A falta de un 59 segundos parecía que el partido era de Peñarol ganaba 87-85 y tenia la pelota. No pudo consumir muchos segundos antes de lanzar pero eligió mal el tiro y en el rebote defensivo de Alba, Byró cometió foul. El reloj no había corrido mucho y Alba fue a línea para empatar, situación que efectivizó sin problemas.
Otra vez la última bola para Peñarol. Pelota a Bunn y cuatro abiertos. Situación lógica: atrape a Bunn con tres jugadores y Malara le robó el balón con tan poco tiempo en el reloj que la bandeja de contraataque de Ford no valió por poco.
En el suplementario apareció Ford con lo “mejor de su repertorio” (como Carlitos Balá). Salió de cortinas como si fuera Quinteros, clavó dos triples con la marca encima, un doble y dos libres y selló el destino juego. Peñarol mientras tanto penaba de la misma manera como liberar un jugador para llegar franco al canasto. Para colmo de sus males, el tiro abierto de Farabello (0/5) no quiere entrar. Así las chances se fueron apagando hasta desaparecer.
El partido no pasará a la historia porque en verdad fue aburrido pero los dos partidos, (el del primer tiempo y el del segundo) tienen algo en común: deciden los jugadores y Boca al final lo tuvo a Ford.
Peñarol (87) (97): Fernando Titarelli 0, Sebastián Rodríguez 24, Juan Manuel Locatelli 25 (x), Joseph Bunn 22, Tyler Field 11 (FI) Pablo Barrios 1, Claudio Farabello 4 y Mariano Byró 10 (x). DT Guillermo Narvarte.
Boca Juniors (87) (102): Diego Alba 11, Paolo Quinteros 15 (exp), Matías Sandes 14, Sherrel Ford 26, Martín Leiva 20 (FI) Luis Cequeira 0, Fernando Malara 14, Antony Douglas 2 y Leonardo Peralta. DT Carlos Duro.
Parciales: 15-27, 48-51, 71-69.
Árbitros: Pablo Estévez – Javier Mendoza.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas” (1400 espectadores).
Fuente: Pick and Roll 8/11/2005
@LNBRetro
fue 7-2 esa temporada mistermigaja!
tenés razón, lo puse automáticamente
Mato 23/03/2016
gran recuerdo me dejó este muchacho, jugó en la temporada en que dejamos afuera en Reclasificación a Quilmes (6-2 en la temporada) gran triplero, con una de las técnicas de tiro mas similares que vi al paraguayo Martinez
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