Luego del parate del juego de las estrellas y la salida de Derick Fisher, Kristaps Porzingis no había podido sostener el muy buen nivel que le permitió ponerse en el bolsillo a todos los hinchas neoyorkinos. Sin embargo anoche el letón mostró su mejor versión, le dio la victoria a los Knicks frente a los Bulls por 115 a 107 y dejó preocupada a toda Chicago.
El letón encabezó a los de la Gran Manzana con 29 puntos (11/16 de cancha, 4/6 en libres) y 10 rebotes en 31 minutos. Su performance terminó opacando la gran producción de Nikola Mirotic, cuyos seis triples y 35 puntos no alcanzaron para que los Bulls se mantenga en los puestos de playoff.
La primera parte, de trámite parejo y cambiante, sin un claro dominador, terminaría 57-55 a favor de los Knicks, que ya contaban con un Porzingis endiablado; sumó 17 durante los primeros dos cuartos, con 7/9 de cancha.
Desde un principio, el ala pivot de Letonia tomó la manija en la visita, que todavía no lograba explotar la figura de Carmelo Anthony. Pero el rookie salió al rescate anotando de todos lados: Triple, dobles, volcada, utilizando el tablero. El repertorio era amplio. Fred Hoiberg optó por sacar a Gasol para que Gibson marcara a Lopez, y así Mirotic fuese sobre el europeo.
La movida le salió bien al entrenador de los Bulls, quienes mediante un parcial de 9-3 tomaron la delantera 16-15. Rose era incontenible más allá de la primera línea (8), al tiempo que el buen aporte del joven Doug McDermott - con cinco puntos seguidos - le dio a los locales otra buena ráfaga (8-0) para irse al primer descanso con la máxima de 30-23.
El duelo entre jugadores suplentes comenzaba a pertenecer a Chicago, por eso Kurt Rambis mandó nuevamente a Porzingis al rectángulo para el comienzo del segundo chico. El novato respondió inmediatamente con un triple; anotaría seis tantos más durante el cuarto, que terminó siendo para New York 34-25.
La ofensiva knickerbocker mejoró cuando Melo Anthony empezó a sacar provecho en el poste bajo, primero sobre Justin Holiday y luego ante Jimmy Butler, ausente sin aviso. El alero sumó cuatro puntos, al tiempo que en Chicago aparecía Dunleavy, pero Rose forzaba lanzamientos al regresar a la cancha y Gasol era bien custodiado por Lopez y Seraphin.
El bajón de los Bulls se profundizó, tanto que llegó a tocar fondo durante el tercer cuarto. Los Knicks dominaron a gusto este segmento del juego mediante una gran puntería a larga distancia (5/7 en el parcial), una de las variante del buen nivel neoyorquino. Los de Rambis tiraron para un 62% de cancha durante el período, que terminaría 35-18.
Anthony clavó tres triples que fueron determinantes para que sus Knicks sacaran una máxima de 20 puntos (90-70) a falta de 46 segundos para el último descanso. Con un buen juego de pases, utilizando la pintura para contraer la defensa y luego explotar el perímetro, New York involucró a varios jugadores. Además de “Melo” y Porzingis (8), Arron Afflalo sumó 7 de sus 12 tantos, mientras que Calderón y Lopez anotaron 5 y 4 unidades, respectivamente.
Chicago no demostraba la determinación de un equipo que está jugándose el pasaje a la postemporada. Con sus estrellas en bajo nivel, fue Mirotic quien desde el banco sostenía una ofensiva apagada. El nacionalizado español anotó 6 puntos de cara al último cuarto, donde iba a explotar.
Gracias a Mirotic los Bulls lograron salir del pozo en el que se habían estancado; a puro empuje y sin tanto básquetbol, el equipo de la ciudad del viento resurgió desde aquella distancia de veinte puntos que pareció maratónica por el flojo nivel que mostraban.
De pronto, con un aluvión del ala pivot ( marcó 20 puntos en el cuarto), sumado a las oportunas apariciones de Derrick Rose, los Bulls se vieron a solo ocho (109-101) con 3:06 en el reloj, luego de cinco tantos seguidos de base y el sexto triple de Mirotic.
Sin embargo Anthony, quien no había podido jugar el domingo por un problema de migrañas, volvió a ponerse la ropa de All-Star y hundió un triple - sobre la marca y desbalanceado - que le dio a sus Knicks una ventaja de 112-104, y el oxígeno que necesitaba para llegar hasta el final del juego sin más sobresaltos.
Con esta victoria, New York (29-43) le cortó una racha de tres triunfos en fila a los Bulls, quienes se quedaron con un registro de 36-34 y cayeron a la novena posición de la conferencia Este tras el éxito de los Detroit Pistons frente a Orlando.
Hoy (jueves), ambos equipos volverán a verse las caras, ahora en el Madison Square Garden. Los Knicks buscarán cerrar la serie personal con récord de 3-1, mientras que para los Bulls el significado es muy superior: Necesita dejar de perder ante equipos de menor jerarquía si pretende no estar de vacaciones a partir de abril.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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