Los San Antonio Spurs lucharon durante los primeros dos cuartos, pero a partir del complemente dejaron plasmado todo su favoritismo ante los Memphis Grizzlies, a quienes vapulearon 106 a 74 para poner la serie 1-0 a su favor.
Los de Gregg Popovich quebraron el juego a partir del tercer cuarto y desde la figura de Kawhi Leonard y Tony Parker, quienes fueron los mejores en el mejor momento de los texanos. Una vez más el alero fue el más destacado en ambos costados de la cancha, liderando a los suyos con 20 puntos, más 4 recuperos y 3 tapas. El francés, por su parte, lo acompañó con 15 tantos y 6 asistencias.
Los Grizzlies le hicieron las cosas bien difíciles a San Antonio durante el primer tiempo, cuyo resultado quizás insinuaba lo contrario (48-37). El local logró sacar dicha diferencia, la más amplia hasta ese momento, gracias a cuatro puntos consecutivos de Tony Parker sobre el cierre del segundo cuarto, que no solo sirvió para engordar el marcador, sino también para despertar a un equipo que estaba con el freno de mano puesto.
Gran responsabilidad de ello la tuvo Memphis, que pese a sus importantes ausencias (nada menos que el base y el pivot titular) no abandona el estilo que lo caracteriza; la defensa jugó un papel preponderante, aunque en ataque no contaba con buenas decisiones.
Los de David Joerger instalaron una barrera en la pintura para San Antonio, induciéndolos a jugar y tomar lanzamientos lejos del canasto. Sí fue que durante el primer curto San Antonio lanzó 13 dobles y 7 triples, con poca puntería (35%).
Zach Randolph y Chris Andersen se las arreglaban ante Aldridge y Duncan, respectivamente. Al otro costado, a sus 39 años Vince Carter mostraba el camino (11). De todas formas, con un triple de Patt Mills San Antonio cerró el primer cuarto con un parcial de 10-2 para irse al primer descanso con una ventaja de 22-13.
Los Spurs tampoco lograron acelerar el ritmo de juego en el inicio del segundo cuarto. Memphis cargaba al rebote ofensivo sin problemas, y esto provocó que Popovich pida un tiempo muerto. Al reanudarse el partido, Leonard sumó cinco puntos seguidos – técnica a Joerger mediante – y San Antonio se adelantó 31-22.
Los dueños de casa comenzaron a justificar el colchón de puntos obtenidos gracias a su defensa, donde consiguieron 6 robos, tres de ellos de Leonard, quien además sumó 2 tapas junto a sus 12 puntos. Asimismo, si bien estuvo errático (6/13) Aldridge lideraba al local con 13 tantos. A Memphis, por su parte, le costaba atacar dada la falta de variantes. Sin embargo obtuvo un muy buen aporte de Lance Stephenson con 9 puntos desde el banco.
Pero a partir del tercer cuarto la historia fue distinta, porque desde el inicio San Antonio comenzó a encontrar esos espacios que no tuvo durante el primer tiempo, y supo aprovecharlos. Con un Parker encendido (6) los Spurs corrieron la cancha, movieron el balón y se parecieron a sí mismos. Además en defensa continuaron agresivos, provocándole 7 pérdidas a los Grizzlies, la misma cantidad que habían cometido durante los primeros dos cuartos.
Y mientras que Memphis era una máquina de perder balones, los Spurs eran una máquina anotadora. Cerraron el cuarto con un 68% de cancha, llevándose el período 33 a 14. Aldridge atacó más decidido (4), Leonard continuó implacable y Mills, desde el banco, sumó otros 6 tantos. Los Grizzlies, con un Carter que ya no podía solo, bajaron los brazos.
El último cuarto sobró. Popovich comenzó a pensar en el segundo partido de la serie y enseguida mandó a todos los suplentes a la cancha, que en ningún momento bajaron la intensidad ni le restaron compromiso a la situación. De hecho, San Antonio llegó a estar al frente en el marcador por 36 puntos de diferencia (92-56) a 7:31 del final del partido.
El próximo martes, a las 22.30 de Argentina y nuevamente en el AT&T Center, los Spurs recibirán nuevamente a los Grizzlies en busca de ampliar la diferencia y viajar más tranquilos a Memphis, donde se disputarán los partidos tres y cuatro de esta serie.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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