No terminaban de curar una herida que enseguida se produce otra, tal vez muchos más profunda. En las últimas horas los Clippers navegaban los mares de la preocupación debido a la fractura del en un dude de la mano derecha de Chris Paul, que lo mantendrá afuera de la canchas de forma indefinida.
Hoy puede decirse que la sensación es de desazón ya que acaba de conocerse la noticia de que Blake Griffin, goleador y alma del equipo junto a Paul, se lesionó su muslo izquierdo y no podrá volver a ver acción por lo que resta de los playoff. Un terremoto en la ciudad de Los Angeles que descoloca cuando todos tenían en mente el campeonato.
Griffin le pone fin así a una temporada para el olvido en el plano individual. Si bien dentro de la cancha su nivel fue bueno, tuvo innumerables problemas físicos que le impidieron realizar una temporada de forma normal. Durante la fase regular se perdió 47 partidos debido a una lesión en un muslo, precisamente, y también en la mano luego del altercado en el que golpeó a un integrante de la utilería del equipo.
De esta manera los Clippers, que fueron serios aspirantes desde un primer momento, se acotados sus chances de llegar lejos en los playoff, al menos hasta tanto no se conozca la fecha de regreso de Paul, quien fue intervenido quirúrgicamente.
Sin Griffin pero con Paul en la cancha, los dirigidos por Doc Rivers vivieron su mejor momento en el año, jugando un básquetbol de alto vuelo que los posicionó de buena manera para lograr el cuarto puesto en la conferencia Oeste. Mañana recibirán en el Staples Center a los Portland Trail Balzers en una serie que ahora está igualada 2 a 2 tras perder ambos juegos en condición de visitantes.
Sebastián Ciano
Twitter: @Seba_Ciano
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