Son muchos los momentos mágicos que ha dado Vassilis Spanoulis, pero con este último consigue agrandar aún más sin cabe su ya vasta leyenda. No sólo porque sea un triple que vale un título, porque haya sido en casa del eterno rival Panathinaikos, ni porque llegase a dos segundos del final del segundo suplementario, sino porque el defensor que tenía enfrente era Dimitris Diamantidis, otra leyenda que se retira tras esta temporada y que vivió en primera persona la genialidad del escolta.
Spanoulis ya hizo esto mismo en el segundo juego de la final y en el cuarto pusó el 81-82 definitivo que significaba el 12º título para el Olympiakos y el 3º de un siglo XXI que ha estado dominado por su rival Panathinaikos.
La parte triste de la noticia está en el lado verde de Panathinaikos. Dimitris Diamantidis, tantas veces nombrado mejor defensor de la Euroleague y que en esta ocasión no pudo adelantarse al pasito atrás de Spanoulis para ver como lanzaba y anotaba el triple de la victoria. Un final un tanto cruel para una de las mejores carreras deportivas del baloncesto del viejo continente.
"No he pensado sobre mi futuro, lo único que sé seguro es que no me voy a convertir en entrenador. Me voy pleno, sonriendo. No se puede ganar todo", fueron las palabras de 3D tras su último encuentro como jugador activo.
Por Daniel Mérida (@baloncestero)
Especial para www.pickandroll.com.ar)
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