La previa
El buen desempeño en playoffs que tuvo La Unión en la 2014/2015 elevó la vara en Formosa para esta temporada. Eliminó a Regatas Corrientes, llevó a San Martín a cinco partidos y plantó una semillita para ilusionarse con la 2015/2016. Muchas veces habitante de los últimos puestos de la tabla de posiciones, el conjunto formoseño llegó lejos, le agarró el gustito y renovó a varios jugadores para seguir dando pelea en una 2015/2016 que arrancaba con los máximos candidatos en la Sur, y con la Norte a la espera de los pesos pesados.
La apuesta por Guillermo Narvarte era interesante y además había una buena base de nacionales mayores, como Gamboa, Elsener, Orlietti, Piñero o Konsztadt. A ellos había que sumarle a Winsome Frazier, de gran temporada previa, y que había renovado para ser una de las piezas fundamentales de La Unión en el torneo que estaba por empezar. Las mayores incógnitas estaban en los otros dos foráneos, ya que ni Curtis Whiters ni Bambale Osby tenían antecedentes en nuestra Liga Nacional como para que ilusionen antes del arranque.
La primera fase
Con ese panorama salió La Unión a dar pelea en la Conferencia Norte, pero el comienzo no fue de los mejores. Apenas una victoria en cinco partidos parecían quedar de lado luego de un gran triunfo en Corrientes ante San Martín, pero el equipo de Guillermo Narvarte jamás pudo encontrar su química dentro de la cancha, ganó apenas tres de los primeros trece duelos y tocó fondo en Sunchales. Libertad aplastó a La Unión 104-66, en uno de esos resultados que exigen a replanteos mayores, más allá de un extranjero o del técnico.
Y ese lavado de cabeza llegó. Ya con Shaun Green y Lautaro Fraga en el plantel, el conjunto de Narvarte fue otro en el final de la primera fase del campeonato. La Unión aplastó a Sionista en Paraná y a Estudiantes en Concordia, luego volvió a Formosa y le ganó a Atenas y a San Martín, cerrando la etapa inicial del torneo con cuatro victorias en fila que lo dejaron con un registro de 7-11. Todavía estaba anteúltimo, apenas superando a Atenas, pero el semblante ya era otro y había mucho margen para mejorar en la segunda fase.
La segunda fase
Diciembre sería un mes que le ofreció a La Unión prácticamente su despegue definitivo en lo que se refiere al juego de equipo. Con un 2-1 de visitante y un 3-1 de local, el conjunto de Narvarte claramente era otro, tanto en lo que se refiere al juego en sí como también en la tabla de posiciones ya que despedía el año 2015 con un 12-13 que no era para descorchar champagne pero que era tremendamente superior al 3-11 de comienzo de la temporada. Además, Torin Francis ya asomaba como una garantía para el juego interior.
El despegue definitivo llegó en enero y comienzos de febrero. Todos los jugadores volvieron, el equipo de Narvarte ganó siete de los ocho primeros partidos del año y empezó a entrar de lleno en la conversación por los primeros puestos de la Conferencia Norte. El 19-14 era bueno, el juego del equipo también, y los objetivos de a poco iban creciendo, aunque una racha de cuatro derrotas al hilo dejó el registro en 19-18 y lo devolvió a la pelea del medio de la tabla para ver si podía clasificar a los playoffs como tope máximo.
Sin embargo, el cierre de la serie regular fue a toda orquesta. Por ese entonces gran parte del ambiente liguero hablaba del buen juego de La Unión, del gran aporte de sus tres extranjeros, de la mano de Guillermo Narvarte y también del enorme rendimiento de algunas piezas nacionales, caso Elsener. Paralelamente a eso, Olímpico descollaba, pero ni Quimsa ni Libertad mantuvieron el ritmo de victorias. Los formoseños lo aprovecharon, ganaron un partido bisagra en cancha de Quimsa y confirmaron el segundo puesto derrotando a Instituto.
Los playoffs
El receso no fue fácil para La Unión. Más allá del temor que siempre trae la gran cantidad de días sin competencia oficial en los equipos que evitan fases de playoffs, en Formosa la preocupación era mayor porque el foráneo Green abandonó el equipo. Encima, Regatas Corrientes venía de eliminar a Quimsa, por lo que parecía que el cielo en el Cincuentenario era cada vez más negro. Sin embargo, La Unión respondió bien en casa y, pese a patinar en el tercero, se hizo fuerte en cuarto de la mano de Piñero y clasificó.
La fase siguiente no sería más fácil. Olímpico de La Banda llegaba en gran nivel, con ventaja deportiva y a eso le agregó dos claras victorias en el comienzo de la serie. Sin embargo, La Unión no se desesperó, hizo lo que tenía que hacer en el Cincuentenario y le tiró toda la presión a los santiagueños. El resto es historia conocida, Olímpico flaqueó en el partido más importante de la temporada y los formoseños ganaron con una facilidad que hasta hoy cuesta comprender. Pasaporte a la final y a la Liga de las Américas al precio de uno.
Lo que pasó en la final también es historia conocida. Pese a contar con la ventaja de localía y a haber realizado dos partidos medianamente aceptables en el Cincuentenario, el poderío de San Lorenzo y la baja del lesionado Konsztadt fueron demasiado para un La Unión que ya había soportado diferentes golpes a lo largo de toda la temporada 2015/2016 de la Liga Nacional. El 4-0 puede sonar a exagerado pensando que La Unión podría haber ganado alguno de local, pero fue una clara muestra de la superioridad de uno sobre otro en la serie.
Aspectos positivos
Enorme temporada. Y en esto están incluidos Narvarte, varios de los extranjeros (Frazier, Francis, incluso Green cuando jugó) y muchos nacionales que elevaron su rendimiento respecto a las temporadas previas. Ese combo, la escasa presión que hay en Formosa y que le permitió superar el bajón inicial, y el compromiso de todos para con la causa llevaron a La Unión de Formosa a su mejor temporada en la Liga Nacional. Si podrá retener a estos guerreros será para analizar luego, ahora hay que resaltar lo logrado en la 15/16.
La clasificación a un torneo internacional. Si bien no es algo nuevo para La Unión porque ya disputó una Liga de las Américas en la que organizó el Final Four y quedó a una victoria del título, hacía varios años que los formoseños no estaban presentes en el plano internacional. Quizás no era el objetivo principal planteado a comienzos de la temporada, pero se logró y ahora tendrá la tarea de representar nuevamente a la Argentina en el torneo de clubes más prestigioso del continente. Gran premio a una gran campaña.
La final no le quedó grande. Y no estamos hablando justamente del 4-0 con el que perdió ante San Lorenzo sino de los aspectos organizativos, la puesta en escena del estadio y de todo lo que rodea a los eventos más importantes de la temporada liguera. En Formosa ya tienen experiencia en esto (de hecho organizó un Final Four de la Liga de las Américas) y la cosa salió bien. El Cincuentenario es hermoso, la gente (muchas veces esquiva en la temporada regular) dijo presente, y la cosa salió bien. Más allá del resultado, La Unión respondió.
Aspectos negativos
Así como hay que hablar de lo bueno que tuvieron los formoseños en el torneo, también debemos mencionar lo malo, y hay algunas cosas en las que La Unión puede y debe mejorar en las próximas temporadas, pensando especialmente en su vuelta al plano internacional. Fue prácticamente imposible ver notas a jugadores del plantel formoseño o a Narvarte, más allá de las que cada web pudiera hacer de manera propia. También dejaron muchísimo que desear las fotos y el streaming de los partidos jugados en el Cincuentenario. A corregirlo.
La final le quedó grande. En los aspectos organizativos La Unión respondió muy bien en el momento más importante de la temporada, pero adentro de la cancha la conclusión no fue similar. Aburridísimo 4-0 que, más allá de la lesión de Konsztadt, la partida de Green o de que quizás no era el objetivo, fue inapelable. La Unión fracasó en Formosa en los momentos definitorios de los dos partidos, y casi que ni pudo hacerle cosquillas a San Lorenzo en los dos partidos en Caballito. Igual, eso no opaca la enorme temporada de todos.
Leonardo Chianese (@leodeflores)
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