¿Quién iba a esperar que, en un durísimo Grupo B, Nigeria llegaba con chances de clasificar a cuartos en la última fecha? Al revés, ¿quién apostaba por qué Brasil tendría que ganarle si o si al conjunto africano para poder aspirar a la clasificación? El juego, pese a la diferencia de nombres, tenía muchos condimentos para generar expectativas. Y los nigerianos, que llegaban de sorprender a propios y extraños al derrotar a Croacia, imprimirían todo su vértigo para darle paridad al primer juego de la jornada.
Ambos equipos se mostraron muy imprecisos en el arranque, apresurados para tomar ventajas de inmediato y tratando de anotar en posesiones rápidas. El plan de ataque de ambos estaba bien marcado: Nigeria se apoyaba en el aclarado para sus individualidades, probando de media o larga distancia con aciertos y errores, mientras que en Brasil el armado de juego pasaba por Marcelinho Huertas para alimentar a las individualidades (4 puntos para Leandrinho Barbosa, 6 para Nené).
La defensa zonal nigeriana le generó un gran dolor de cabeza al equipo de Rubén Magnano, que tenía el aro muy cerrado desde 6,75 (1/10 en el cuarto), pero su falta de paciencia para encontrar lanzamientos cómodos no le dejó tomar más distancia en el peor momento del local. Brasil se mantuvo a tiro con los rebotes ofensivos (6 en el pasaje) y, pese a no cerrar bien el capítulo inicial, los africanos se quedaron con este tramo por la mínima (16-15).
En el segundo cuarto, Brasil encontró su primer referente para iniciar la remontada: siete puntos de Rafael Hettsheimeir (incluidos dos bombazos que cortaron la mala racha) contrarrestaron los dos triples consecutivos de Josh Akognon. Aunque el local tenía muchos problemas para lanzar cómodo frente a los pilares nigerianos, continuaba tomando rebotes ofensivos y ahora encontró la puntería desde afuera del perímetro (con Marquinhos y Vitor Benite muy picantes)
La potencia de Ben Uzoh se hacía fuerte en la pintura brasilera (seis puntos) y mantuvo con vida a Nigeria en el momento que más errático se mostraba en los lanzamientos de larga distancia. Sin embargo, y luego de muchos minutos donde su única alternativa era el tiro externo, Raulzinho Neto logró quebrar la defensa visitante y convertir cerca del aro para conseguir una ventaja más tranquilizadora (42-31) de cara al entretiempo.
Luego del descanso largo, Nené entró con todo: convirtió en la pintura, de media distancia y hasta de triple. Junto a la capacidad de Alex García para concretar en penetración, alejaron al conjunto de Rubén Magnano por 54 a 41 frente a un representativo nigeriano que seguía forzando lanzamientos rápidos y encontraba puntos únicamente en el empuje de Alade Aminu.
Pero Nigeria tenía todavía algo que decir. Con intensidad defensiva y ataques rápidos, imprimieron un ritmo frenético (cuándo no) al que Brasil se prestó. Mike Umeh condujo la remontada africana desde la base y todas las ofensivas visitantes ahora entraban en el perímetro para intentar con lanzamientos de alto porcentaje. El seleccionado local perdió el orden precisamente contra el equipo del grupo que más cómodo se siente con el ida y vuelta. Luego de un parcial 11-5 para los nigerianos, los dirigidos por Rubén Magnano volvieron a ver como su rival se acercaba y encararon los últimos diez minutos arriba por siete (59-52).
El perímetro era la carta de gol de Nigeria: las penetraciones de Uzoh y la mano de Akognon acercaron al conjunto africano. Las piernas defensivas de todos sus hombres le permitía al equipo dirigido por Will Voigt sostener una estrecha diferencia (61-57), ya que Brasil no podía recuperar lo que más necesitaba: el orden. El local dejó de pasarse la pelota y encima se peleó con el aro en todos los ángulos.
Sin embargo, con los rebotes ofensivos (9) y la efectividad en los tiros libres, Brasil volvió a tomar aire, alejándose por doble dígito cuando las individualidades nigerianas dejaron de concretar. Cuando más lo necesitaba, aparecieron los referentes en el local: Nené (goleador, con 19 puntos, más 7 rebotes) y Marcelinho Huertas (doble decena, 12 tantos y 11 asistencias) se pusieron el equipo al hombro y castigaron cada pérdida rival para tomar una distancia irremontable (75-62).
Pese al orgullo de Nigeria, que no se daba por vencido y siguió presionando hasta el cierre, la solidez en los tableros y un triple de Vitor Benite le dieron la segunda victoria al conjunto local en el Grupo B. Ahora, Brasil deberá aguardar por un triunfo de Argentina frente a España para aspirar a la cuarta posición y el pasaje a cuartos de final.
Fernando Brovelli
especial para www.pickandroll.com.ar
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