De Marcos Mata siempre se esperó mucho. Desde pequeño, en su Kimberley, o más grande, cuando dio el paso al profesionalismo con Peñarol. Mata siempre llamó la atención. De todos. Tuvo que aprender a hacerse un lugar, primero, y a tomar responsabilidades a medida que se ganaba el protagonismo, después. El dicho dice que llegar a la cima es difícil, pero más lo es mantenerse.
Tras dos años fuera de la Liga Nacional, Mata volvió a Argentina para jugar en San Lorenzo. Podría haber vuelto a Peñarol, su casa, que lo esperaba con los brazos abiertos. Pero Mata fue a más. Maduro, con más roce y en ligas ajenas, lideró junto a Walter Herrmann y Penka Aguirre al “Ciclón” al campeonato de la pasada edición de la Liga Nacional. Y ahora se llevó el premio al mejor jugador del Súper 4, donde volvió a coronarse campeón.
En diálogo con Pick and Roll apenas terminado el partido, Mata, un hombre poco demostrativo en el ámbito público, reconoce estar “feliz. Siento que estoy teniendo una buena temporada. Este año y el anterior traté de jugar todos los partidos como si fuesen el último. Acá lo importante es que todos estamos peleando por algo. Yo trato de hacer mi trabajo, dentro de lo que el cuerpo técnico pida y el equipo necesite”, explica. Profundiza el concepto y lo vuelve colectivo: “Tenemos un equipo largo. Acá el que entra hace las cosas al mismo nivel o mejor que el que estaba en cancha”.
Respecto de la final que acaba de ganar con su equipo y con él como nombre propio rutilante, reconoce que “San Martín era un rival duro, y más jugando en su casa. En el primer tiempo no pudimos jugar como lo pretendíamos, pero en el segundo lo logramos con la actitud que pusimos en la defensa. Creo que los dos equipos estaban cansados, algo influenciados por el calor y el clima, pero dimos un plus por la ambición que teníamos por ganar y por eso creo que nos lo llevamos”.
San Lorenzo muestra un juego de alta intensidad en los primeros segundos de la posesión. Penka Aguirre le imprime mucha velocidad al comienzo de cada ataque, y trata de ubicar la mejor opción de tiro entre los primeros seis a ocho segundos de posesión. Mata explica que “es nuestro objetivo de juego, hay días que por ahí no nos permiten correr y tenemos que jugar cinco contra cinco. Pero cuando sí podemos hacerlo durante tres o cuatro minutos seguidos sacamos una diferencia”.
Justamente Penka Aguirre es el otro líder que tiene San Lorenzo. Ambos fueron baluartes en la consecución de la anterior edición de la Liga y ahora, ya sin Walter Herrmann, ambos tienen más responsabilidades. El ex Peñarol no niega que “tenemos una presión, los dos lo sabemos. Venimos del año pasado y tenemos esa presión que es buena y hay que aprovecharla como hoy, que no dábamos más, y sin embargo tuvimos cinco minutos más de resto sobre el final y nos llevamos el título”, concluyó mientras se acomodaba en el cuello una de las redes que instantes antes había cortado en el Fortín Rojinegro.
Martín Pellegrinet
@soyelpelle
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