Una ciudad que respira básquet. Cañada de Gomez sin dudas es un símbolo de nuestro querido. Gente que habla de básquet, que entiende de basquet y que acompaña a sus respectivoss clubes en la ciudad. Una fuerte rivalidad entre ADEO y Sport Club, ambos pilares de todo el significado de la naranja dentro de Cañada. Una pintorezca ciudad, con un paisaje sumamente agradable, y el verde por todos lados. Parques y parques incontables, para disfrutar y pasar un momento tras terminar de trabajar. La gente cálida que acompaña, y todo en pos de generar un ámbito de convivencia que nos llegue de gusto a quienes la visitamos.
A todo esto, el básquet es sin dudas uno de los pilares. Ir caminando y preguntar por Sport, y comenzar a generar un diálogo que termina en anécdotas de los viejos tiempos de Sport Club en la Liga Nacional. Las épocas del gran León Najnudel, Julio Lamas, Alejandro Montecchia, entre otros. El clima acompañó a visitar la ciudad, distenderse, y al mismo tiempo conocer de que se trataba Cañada de Gomez, y su historia con la naranja. Mucho más cuando se ingresa a los estadios emblemáticos. ADEO con Nicolás Brussino como su mayor riqueza, aunque obviamente no podemos dejar de lado a su hermano Juan. Lo mismo sucede ingresando al inmenso estadio de Sport Club. La foto de un lado de Daniel Farabello, y del otro de parte de Hugo Sconochini.
La atención fue tan cordial como en la visita a Totoras. Todos los clasificados yendo al albergue cercano a la ruta y próximo al predio de Sport Club. Allí estuvieron siete delegados, y con la tranquilidad de comer, descansar y aprovechar el tiempo libre. Lo lindo y significativo, es verse las caras entre todos, poder charlar e intercambiar opiniones. Cada técnico con su scouting diferente, y cuidando a los diigidos dentro del albergue. La gente acompañó en todo momento. Ingresar a las canchas, y los padres alentando, y siendo parte de toda la algarabía del torneo.
Los días finales fueron realmente tensos y vividos con ansiedad. Partidos en ADEO, partidos en Sport Club, yendo de lado a lado. Había que superar el parque, el verd, saborear el aire puro para luego meterse de lleno en el básquet. Ingresar y encontrarse con un apoyo fervoroso de la gente santafesina, y regalando todo el calor y aplausos a sus pupilos. Un lleno total, y desbordando la cancha para ver la gran final ante Buenos Aires. SI bien no pudo festejar, la salida del local fue con aplausos y reconociendo lo llevado a cabo dentro de la cancha. Cañada entiende de basquet, y sabe que una derrota no cambiará su manera de pensar ni existir como tal.
En definitiva, hermosa sensaciones de ver y sentir lo que vive esa ciudad. Raíces de básquet, con alguna lagrima cuando se piensa en los viejos tiempos, pero disfrutando del presente. Jugadores de mucha calidad y talento surgido de Cañada de Gomez en el presente. Saben que no todo es ganar, sino cultivar el deporte que amamos y llevarlo a diferentes techos. Su presente y futuro es positivo, con posibilidades de potenciarlo, y sin necesidad de pensar solo en el pasado glorioso de Liga. Anécdotas y vivencias sobran, y más que quieren compartirlas con quienes venimos de otras ciudades. Que no se pierda ese espiritu, el basquet como gran riqueza, ayer hoy y mañana en Cañada...
Enviado especial a Santa Fe, José Fiebig
@Josefiebig
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