La previa: Una mezcla interesante
Año a año se espera con ansiedad el armado del plantel de Obras. Se sabe que por Núñez siempre puede aparecer algún apellido rutilante, ya sea en el plantel o en el cuerpo técnico. Y en lo que fue el equipo Aurinegro de la edición 2016/2017 hubo nombres importantes, tanto adentro como afuera de las cuatro líneas.
Los pilares fueron cuatro. Tres jugadores (Walter Herrmann, Dennis Horner y Martín Leiva) y un entrenador (Nicolás Casalánguida). Herrmann llegó a Núñez como la figura del actual campeón, Leiva traía todos sus anillos, y Horner era la figura del Obras anterior. Por su parte, Casalánguida llega con títulos en sus espaldas.
A ellos se les sumarían los chicos de una cantera siempre importante. Con Barral y Zanzottera como puntos más destacados, y un Bortolin que llegaba de afuera pero que no dejaba de ser U23, el Aurinegro arrancará su Liga sin ser el centro de todas las atenciones pero sabiendo que tenía potencial para dar mucha pelea.
La primera fase: Ya aparecieron las dificultades
Los problemas arrancaron en el armado del plantel cuando cuatro jugadores (Mariani, Barroso, Morales y Basualdo se quedaron sin la posibilidad de jugar en el club por conflictos con el paro que por ese entonces había en el básquet. El debut ante Boca en la Bombonerita sería casi una muestra gratis de lo que se le venía a Obras.
Ganando fácilmente durante buena parte del juego, el equipo de Casalánguida flaqueó en el último momento y fue superado por un Xeneize voluntarioso pero limitado. Ejemplificando a las claras la irregularidad que sufría el equipo, la primera fase terminó con un 9-9 que mezcló buenas victorias con derrotas totalmente impensadas.
El comienzo de la segunda fase: Buen fin de año
Los cinco partidos de la segunda fase que Obras jugó en el 2016 dejaron sensaciones positivas. Victorias, por ejemplo, ante Instituto en Núñez o frente a Quimsa en Santiago hicieron que el 12-11 con el que el Aurinegro se fue de vacaciones deje potencial para soñar de cara a la parte más importante de la serie regular.
El final de la segunda fase: Mucha irregularidad y pocas alegrías
Los dos primeros partidos del 2017 fueron un mazazo que desterró las ilusiones que podría haberse hecho Obras sobre el cierre del 2016. Dos duras e inesperadas derrotas en Libertador, Peñarol e Hispano Americano, hicieron que el equipo de Casalánguida caiga en registro negativo (12-13) y llegue a la mitad de la temporada en 50% (14-14).
Había material para ir por más y así llegaron algunas victorias importantes fuera de casa (La Unión en Formosa, Instituto en Córdoba), pero compensadas con derrotas en partidos que se presentaban favorables (Boca con el triple de Lucas Pérez tras ir ganando por siete a falta de un minuto, o Echagüe en Paraná por ejemplo).
Ante Boca en casa, Estudiantes en Concordia, o Bahía Basket en Bahía Blanca, el equipo de Casalánguida ganó partidos importantes e ilusionó bastante de cara a la recta final. Sin embargo, el triunfo ante los del Sepo Ginóbili el pasado 25/4 sería el último "importante" que Obras consiga en la 2016/2017 de la Liga Nacional de Básquet.
Con todo a su favor para llegar a los playoffs, el Aurinegro afrontó sus últimos seis partidos y no pudo obtener un único triunfo trascendente. Cinco derrotas en fila (entre ellas dos ante Quilmes que era un rival directo en la pelea por clasificar), hicieron que el equipo de Casalánguida llegue sin chances al cierre. Ganó en Junín, pero ya era tarde.
Balance final: Con gusto a poco
Lo que más se le puede achacar a Obras en esta 2016/2017 son los resultados. Si bien no se armó para ser el gran candidato al título, realmente se esperaba bastante más del Aurinegro en esta Liga Nacional. Nunca encontró regularidad, compensó victorias enormes con derrotas tontas, demostró muchas flaquezas y no clasificó.
Siguiendo con lo negativo del campeonato en la parte deportiva, no se puede dejar de hablar de la Liga de Desarrollo. Es cierto que a la LDD se la puede llegar a tomar más para potenciar que para ganar, pero no deja de sorprender ver a Obras último en la tabla de un torneo de inferiores, siendo su cantera una referencia nacional.
Pasando a la parte positiva, en Núñez tienen muy bien aceitada toda la parte que rodea al partido en la noche del juego. Es un placer ir a Obras, empezando por el lugar donde está ubicado el estadio y pasando por las distintas cosas que se pueden disfrutar mientras se juegan los 40 minutos de básquet. Para que el resto lo imite.
Hace años que en Obras se trabaja bien en prensa y la 2016/2017 no fue la excepción. Notas a sus protagonistas, gacetillas, comodidad para los periodistas, difusión en redes sociales, y demás, hacen que el Aurinegro sea una referencia en este aspecto dentro de la Liga Nacional. Mucha gente trabajando y mucho trabajo durante toda la Liga.
Por último, dos temas más que también son para resaltar. Es un club que pone todo a disposición del jugador. Por otra parte, el streaming (y todo el trabajo audivisual en general) es muy importante. Es lindo ver un partido de Obras de local por internet, sensación que no pasa con muchos otros clubes de la competencia liguera.
Leonardo Chianese (@leodeflores)
QUE PASO TANTA INVERSION Y DESPUES BUFF.QUE PENA COMO DICE LA CANCION OTRA VEZ SERA.
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pedro 18/05/2017
SIN SABORES ES VERDAD PERO EN UN EQUIPO CON 3 MAYORES Y 8 MENORES ES MUY DIFICIL LLEGAR A CLASIFICAR , ES UNA LIGA LARGA Y DIFICIL , OJALA QUE LA PROXIMA TEMPORADA SEA POSITIVA PERO RESCATO LO DEL CLUB DONDE EL ESPECTADOR ESTA EN PRIMER LUGAR , LA SEGURIDAD ES EXCELENTE Y LA PREDISPOSICIÓN DE TODOS LOS JUGADORES PARA LO QUE SEA ES LO PRINCIPAL EN TODO ORDEN DE COSAS , PANTALLA GIGANTE , CLIMA CORDIAL , NO SE ACOMPAÑO CON RESULTADOS PERO UNA COSA NO OPACA LA OTRA , GRACIAS OBRAS , HASTA LA PRÓXIMA TEMPORADA Y FELICITO A LOS CLUBES CLASIFICADOS QUE TRABAJARON PARA QUE EL BASQUET ESTE EN EL LUGAR QUE SE MERECE
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