El cervecero vuelve a estar al límite, otra vez una situación de ganar o terminar la temporada. Un lugar que ya conoce. Lo ha vivido con Bahía Basket, cuando regresó de Bahía Blanca con el 0-2 en las manos, o cuando en su propia casa Ferro lo sacó de la cancha y se puso 1-2 en la serie semifinal. Y en ambas ocasiones el equipo de Bianchelli respondió sacando lo mejor de si y dando vuelta los resultados para anotarse con presencia en la Final de la Sur.
Los resultados en la Liga Nacional no son casualidades, no pasan por que sí, existen las eventualidades que se pueden dar en algunos partidos de la Serie Regular pero dar vuelta por completo dos series de Play Offs y definir de visitante el pase marca una tendencia y habla (muy bien) de un equipo.
De todos modos San Lorenzo le corre a Quilmes la vara de posibilidad mucho más arriba. El equipo de Julio Lamas está en un momento óptimo, lleva 5-0 en Play Offs y una corrida de 13 partidos invictos de manera consecutiva. Con plantel completo ha ensamblados las piezas para mostrarse muy sólido en el juego de equipo. Y hasta pareció indestructible para la ofensiva de Quilmes que lució maniatada por la táctica y la ejecución del campeón.
Y desde ese concepto se arma la previa del partido tres. El que debe una respuesta es Quilmes, quien debe decir presente es el local hoy y tiene todo que ver con su modo de atacar. El cervecero lo primero que sabe (y se convence) es que los imposibles no existen. A raíz de la superioridad que marcó San Lorenzo, (que además llevó a lo real el plano de lo teórica ventaja) parece poco menos que probable que Quilmes pueda, pero en verdad puede.
¿Cómo? Las premisas son amplias y el margen de error es mínimo. En los dos partidos iniciales San Lorenzo anotó 78 puntos. En el primero el margen real fueron 5-6 puntos y no los 13 del 78-65. En el segundo se hizo sentir el peso de la superioridad del 78-55. Como se ve hay un costado de la cancha que Quilmes no tiene tan grandes problemas, entiendo como uso de la lógica que una ofensiva mejorada, en consecuencia, mejorará también la defensa.
El problema de destrabar a los tiradores tiene tres patas: El uso del pick and roll, el mano a mano, y las pantallas indirectas. Los tres ítems son controlados por San Lorenzo, y en el único que puede sobrevivir Quilmes en el mano a mano.
Cuando la defensa de San Lorenzo (atrape al pick and roll) juega su violento dos por uno al hombre con balón tiene un par de acciones complementarias que lo enriquecen. Depende del ángulo de la cancha que se encuentren presionan más o menos, contienen o suben. Se les hace prácticamente imposible que Flor y Vildoza conecten con los pivotes un pase con ventaja, terminan retrocediendo y jugando (y tirando) cada vez más lejos del aro.
La solución que ha traído Bianchelli desde la tabla no dio resultados reales al poner una doble pantalla alta en el perímetro, con el 4 bloqueando el Step del defensor del 5. Dicho de modo más entendible: Una cortina que bloquee el intento de defensa de la otra. Aquí comienza el juego si la táctica no da resultados o si está mal aplicada. San Lorenzo ha hecho algunas cosas que Ferro intentó defensivamente pero las hizo bien, vale decir: una buena ejecución de los jugadores.
Las soluciones posibles la debe mostrar Quilmes hoy en la cancha, tal vez quitando a Eric Flor del manejo del balón y llevarlo como definidor, pero que la mejor arma ofensiva del equipo de todos los play Offs aprenda a jugar sin la pelota justo en el partido más importante es un riesgo muy alto. Está claro también que Quilmes debe tomar riesgos.
Cuando hablamos de las pantallas indirectas, hablamos de Enzo Ruiz quien lleva en la serie 0/4 en dobles y 1/8 en triples. El tiro más solitario que tomó el santiagueño en la serie fue con la mano encima de la cara, casi siempre mérito de Marcos Mata que está jugando un play off defensivo sobre él de excelencia. Si el tirador por antonomasia de Quilmes juega sin espacios, no tiene ángulos de tiro, será imposible que la ofensiva se desahogue. Porque ya no es solamente que no la está metiendo sino que apenas si está tirando, forzándolo todo.
Y finalmente hablamos del uno contra uno contenido. Y aquí solo Flor se destrabó. El resto, incluido el “Joven Maravilla” Luca Vildoza, dio desaprobado. Vildoza no se puede imponer en el mano a mano con Aguirre ni con la presión que Santiago Scala propone. Porque si Quilmes es víctima del atrape del pick and roll del Ciclón cuando quiere abrir la cancha y jugar uno por uno, tampoco puede.
Además hay circunstancias importante que lo condicionan: Maciel 1/5, Robinson 1/5 y Clark 2/8 en triples. Si no logran intimidar ellos con el tiro abierto no se podrán destrabar sus compañeros. Por mucho que avance la estrategia y la táctica en el básquetbol sólo se trata de meter el balón en el aro más veces que el rival. Los porcentajes son el nutriente de todo juego.
Acaso los dos jugadores que tenían una teórica desventaja importante en la previa hayan dado un mano por arriba de los esperado: Basualdo (9/18 en dobles) y Ariel Eslava (6/11) se las arreglan como pueden, porque no son alimentados en el pick and roll.
Por el lado de San Lorenzo las cosas están más claras. Tiene que traer al polideportivo su voracidad defensiva, su buen estado de ánimo cooperativo, sus recursos de plantel largo y planteará mejoras ofensivas. Porque no debe descuidarse de un Quilmes que si se enciende en ataque le va a proponer un partido por arriba de 80 puntos, algo que el Ciclón todavía tiene pendiente.
Hora: 21.00
TV: TyC Sports
Árbitros: Juan Fernández, Diego Rougier y Oscar Brítez
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata)
Pablo Tosal
@pablotosal
Pará, soñá que salís campeón pero que hoy llenás al polideportivo ni de casualidad
ENBIEI 27/06/2017
Vamos Quilmes!!! Siempre con vos
Responder