Vale la pena ver dos veces el último Peñarol - Quilmes, para desatar los nudos que a uno le quedan durante el juego se desarrolla. Por eso con al tranquilidad del día después, y después de ver video del partido, llega la hora desmenuzar un clásico apasionante.
De la nada a la gloria me voy, así me das más
Si alguien salió beneficiado por la victoria, esa fue al gente de Peñarol. Los jugadores y Cuerpo Técnico a pesar de que sabían que la tabla los indicaba últimos, saben que es cuestión de tiempo levantar. Los dirigentes están más preocupados por lo económico que por ganarle a Quilmes.
En cambio, la gente no había recibido alegría en toda la temporada, más que algunas pequeñitas y esporádicas. Es más, desde el clásico de los 51 puntos de Pittman que la gente de Peñarol no festejaba algo grande. Muy poco para un año calendario completo.
Por eso el grito lo tenían atragantado, y los que fueron a la cancha pudieron desahogarse de manera completa. La gente de Peñarol sabe que hay cuatro partidos al año que no pueden faltar, y lo viven de manera especial. Aunque fueron superados en número, su grito retumbó toda la noche.
Los motivos de la victoria de Peñarol no son fortuitos se encolumnan en los siguientes ítems:
Los cuatro jugadores de jerarquía del plantel dijeron presente, ninguno se borró: Leonardo Diebold, Fernando Rodríguez, Ruperto Herrera y Joseph Bunn hicieron lo que se esperaba de ellos.
Por 30 minutos Diebold dominó casi con exclusividad los tiempos del juego. Asistió (8 asistencias), tomó rebotes (6) y cuando pudo goleó (6 pts). Además siempre levantó la bandera del temperamento.
Cuando fue necesario también aplicó las mañas, aunque siempre caen muy mal en el rival y sobre todo a la hinchada contraria, para quien lo tiene en su equipo, un jugador así es fundamental.
El punto negro (casi decisivo) fue la cuarta y quinta falta que cometió. La cuarta fue en ataque chocando con Chiappero buscando el foul. Luego, empezado el último parcial, a falta de 9 minutos, quiso sacarle un foul en ataque a Gray y se tiró con los pies para adelante.
En la penetración de Evric Gray había mil formas de que lo siguiera sin falta, pero se pasó de “vivo” y su equipo lo pagó muy caro con su salida. A su favor hay que decir que ninguno de los que están en cancha tienen las pulsaciones a menos de 180. Aunque Leo es un jugador de experiencia.
Luego, Fernando Rodríguez volvió al país. Hasta aquí no había aparecido uno de los mejores nacionales que la competencia puede mostrar. En el clásico, sabía que debía aparecer y sus 15 puntos en el primer cuarto fueron decisivos.
Luego cuando lo corrió Cequeira por toda la cancha, bajó su producción y terminó con 12 puntos en los 30 minutos restante, pero el daño ya lo había producido.
No obstante tuvo una noble virtud, se acordó de sus tiempos de base y con calambre incluido subió el balón en los minutos finales.
Ruperto Herrara hizo todo lo necesario para ganarse el amor de la gente de Peñarol, luchó, marcó, se prodigó en pos del equipo (jugador de rol) y terminó con protagonismo ofensivo dada su inteligencia para ubicarse y la personalidad para tomar resoluciones.
En el scouting previo, El “zeta” sabía que cuando entrara Beard, Herrera debía atacarlo. El cubano se hizo un pic-nic ante la escasa defensa del pivote quilmeño, jugando con sus compañeros abiertos para liberarlo de espacios.
Por último el cuarteto de destacados se completa con Joseph Bunn. Tiempo atrás dijimos que Bunn firma la planilla con 30 puntos antes de salir a la cancha, no importa el rival, el lunes lo volvió a ratificar.
Con un agregado: esta vez se peleó con todos, vivió el clásico como nunca. Pero cuando convirtió la cuarta falta se alejo del barullo, defendió sin faltas e hizo lo indispensable para el equipo. Inteligencia al servicio del equipo.
El quinto elemento fue el técnico. Daniel “Zeta” Rodríguez desde el banco trasmitió seguridad y no se equivocó con los cambios. Arriesgo con la zona y le salió bien. Su estrategia estuvo bien ejecutada por sus dirigidos.
Pero si principal virtud fue hacer sentir seguro a los suyos: “estos partidos son más emocionales que tácticos” le dijo el coach a Pica and Roll, post partido. Acertó.
Del resto se pueden destacar la voluntad defensiva de Minzer, mal en ataque, Fernando Cavagna fue intrascendente y los juveniles cumplieron en cada objetivo propuesto.
Los restos del naufragio
Quilmes, por su parte, volvió a defraudar cuando más se esperaba de él. Dio un importante paso atrás, trayendo vicios de un pasado cercano que todavía arrastra como una mochila muy pesada.
No fue un partido más. La derrota con Peñarol no suma como una más. Si se lo mira con ojo critico, es una derrota que dice muchas cosas.
Sigo pensando que Gray es uno de los jugadores mas talentosos que pasaron por Mar del Plata, tan talentoso como maleducado. Excavando en su pasado por la Argentina, sobresale un dato: nunca tuvo los problemas de conducta que hoy se le ven en la cancha.
Si se sabe que siempre es remolón en los entrenamientos, pero no pasaba mas allá de eso. Hoy, por momentos es difícil que le haga caso a alguien. Algo pasa que no sabemos que. La imagen final discutiendo con su entrenador por no querer salir fue un bochorno.
Como siempre ocurre ante la derrota siempre se buscan chivos expiatorios, más que consecuencias lógicas de un desarrollo, pero existieron errores graves.
En la previa el Scouting decía que Fernando Rodríguez y Bunn serían los estandartes ofensivo del rival. Juan Pablo Sánchez controló a “Nando”, hasta que cometió la segunda falta. Bajo la persecución de Vaquero y Prego, Fernando aportó 10 puntos consecutivos. Fue el encargado de vulnerar la defensa quilmeña.
El segundo cuarto, a pesar de perderlo solo por un punto 20-19, fue un quiebre en el partido. Peñarol le ganó la apuesta. En la lógica rotación del banco de suplentes, Quilmes no pudo imponer su juego por una sencilla razón: se dedicó a pelear en vez de jugar.
Que Julián Espeche levante esa bandera no es de extrañar, pues es habitual en él una dosis mayor de fricción que el resto, pero todo Quilmes se contagió. Y confundió actitud con lucha olvidándose que debía ganar jugando.
Hasta los últimos dos triples que Diego Prego metió con el resultado puesto, el alero goleador de Quilmes jugó un discreto partido ofensivo (3/5 en dobles, 0/5 en triples, 4/4 en libres), y un mal partido en defensa. Sin él Quilmes es un equipo más y Prego estuvo ausente. Tanto como Martín vaquero. Fallaron los dos aleros y toda la estructura se vino abajo.
Bianchelli se dio cuenta que no era la noche de su dupla de aleros y mandó Gray de tres. La idea no fue mala, solo que la puso por muchos minutos en campo. Ante la zona de Peñarol que solo quería proteger a los suyos del cansancio, las faltas y los rebotes, Quilmes tenía que tirarle de tres puntos.
La zona la rompió Cequeira con su movilidad, Pero la lógica invitaba a pensar que
con Gray de Cuatro, Quilmes ganaba un tirador más.
Volvemos al punto cero. Con realidades diferentes, Peñarol logró que Quilmes se preocupé mas del rival que de si mismo. Le ganó una importante pulseada psicológica y lo sacó del libreto.
Darius Beard es un muy flojo defensor del uno contra uno. Lento de pies, y con sus 2.08 mts se acostumbró a no saltar. Juega sin actitud defensiva, y mira la bola en los lanzamientos largos, sin bloqueo. Con él en cancha lo único que puede hacer Quilmes es marcar zona. (¿a Howard lo echaron porque volvía lento en el Step out?)
Ruperto Herrera, con Beard en cancha lo buscó en el uno contra uno, con sus cuatro compañeros abiertos y dañó mucho la defensa quilmeña. En ofensiva, el “Oso” Quilmeño demostró escasos recursos técnicos y un rarísimo gancho que saca por debajo de la línea de su hombro.
Sobre el final, con Cequeira muy cansado y sin aire, Bianchelli se la jugó con la lógica. Mandó a su jugador franquicia a la cancha y otro vez el tirador dijo ausente. Con todo en contra, Quilmes por peso individual, descontó una ventaja de 19 puntos y se puso a tres a falta de 4 minutos. ¿Existía alguna forma que Quilmes no ganará ese partido?
Veámoslo de esta manera ¿ Cómo podía hacer Peñarol para ganar ese partido?. Necesitaba oxigeno, Quilmes se le venía encima, se había quedado sin su base titular, el recambio era un juvenil, Herrara y Bunn con cuatro faltas: el plato estaba servido.
El aire, el oxigeno necesario para que Peñarol ganara se lo dio el propio Quilmes.
Se puso a tirar triples como si ganarlo por esa vía pagara premio doble. La inteligencia y el aplomo de Peñarol sentenció el juego. Por ordenado y convencido de su libreto Peñarol ganó. En este análisis salieron empatados: 74 líneas para cada uno.
Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar
La verdad que debe ser triste ser quilmeño.- Saber que nunca vas a salir campeón, saber que nunca vas a poder remontar la diferencia de los mano a mano, saber que ya no aprovechastes el momento y te gastastes toda la guita, pagarle simultáneamente a 3 tecnicos y tener en el banco a dos pajaritos histéricos, saber que el negro de ahora en mas no le va a dar bola al aprendiz de tecnico, saber que Peña empieza a levantarse y que le va a seguir haciendo pelo y barba como dice la historia ( que nunca miente), que sigue creciendo el gallinero con Prego y el sobrador de Gray que cobro afuera y adentro .-<BR/>Que lindo es verlos perder, perder , perder desde que existen.- Que envidia nos tienen, pero sigan participando, giles tiene que haber siempre.-
ResponderNo coincido para nada con los comentarios vertidos en esta pagina con respecto al color de las tribunas, 1ero porque la gente de Quilmes supero en numero ampliamente a la de Peñarol, 2do porque la hinchada del tricolor canto durante todo el entretienpo tapando a una seudo banda de rock, 3ro la hinchada de Peñarol no canto durante casi todo el ultimo cuarto ya que todo el polideportivo pensaba que Quilmes lo daba vuelta y se notaba que tenian un susto barbaro.<BR/>Lamentable lo de la dupla arbitral en no tener agallas para expulsar a Bunn que dio un empujon en las narices de Bellon.<BR/>Y lo mas lamentable sin duda es el festejo por momentos desmedido de los jugadores de Peñarol, inclusive con una nota desde los vestuarios por un canal local, donde se notaba una euforia solamente igualable a la de la obtencion de un titulo, parecia que los muchachos habian salido campeones, Ruperto haciendo notas en el vestuario, muy lamentable, abrazos con el Zeta, solo falto en champagne y el tradicional corte de redes, <BR/>Ah, avisenle a mala leche Cavagna que ya puede salir del vestuario del Poli porque Gray ya se fue, que risa la cara palida de Cavagna cuando termino el partido y vio que Gray se le venia al humo, se vio por tele como salia corriendo como un nenito a la salida de la escuela, que risa
ResponderDIEGUITO......ES PARA VOS......<BR/>1) USTEDES CANTAN CUANDO NO TIENEN QUE CANTAR....<BR/>2) LOS PIBES DE DIOS LOS CRIA SON 2 DE QUILMES Y 2 DE PEÑAROL.....ASI QUE NO LOS ENTIENDO.....<BR/>3) NOSOTROS LE DAMOS LUGAR PARA TOCAR, PORQUE LO PUEDEN HACER EN UN ESTADIO COMO LA GENTE, NO EN UN GALPON......<BR/>3) DECILE A BIANCHELLI SI TENES OPORTUNIDAD, QUE NO HABLEN DE PAVADAS ANTES DE LOS PARTIDOS,,,,,,QUE ESTOS SE DEBEN GANAR EN LA CANCHA Y NO CON LA LENGUA.......<BR/><BR/>CHAU AMARGOS-PECHOS FRIOS.....
Responderpeña es mas que quilmes aunque menos que el lobo platense.<BR/>El clasico fue parejo menos en un momento que peñarol se puso a 19 puntos del cervezero que actua muy mal.<BR/>peñarol o mejor dicho bunn y nando derrotaron con dificultad a quilmes
ResponderPara Chinaglia<BR/>1) Nosotros alentamos antes, durante y despues del partido, no cuando termino como ustedes, ok?<BR/>2) Me importa 3 pitos de quien son hinchas los pibes yo fui a ver basquet, sino iba al teatro.<BR/>3) Otra cosita, el polideportivo no es propiedad del club Peñarol sino de la municipalidad, que gracias a que Katz es de Peña les sale casi gratis.<BR/>4) Los partidos se ganan en la cancha jugando al basquet, no haciendo fules de mala leche que lo unico quie quieren es calentar un poartido para que se vaya por otros carriles, como hizo Diebold y Cavagna, y te acepto tambien que un poco Espeche, y aparte las cargadas quedan para los hinchas como nosotros , no para los jugadores profesioneales copmo Cavagna que cargo y despues arrugo,<BR/><BR/>Evidentemente sos un ignorante Chinaglia, ¿Por que mejor no vas a ELvis a ver a Dios los cria?
ResponderPARA DIEGO<BR/><BR/>VOS SOS UN LLORON COMO TODOS LOS HINCHAS DE QUILMES<BR/><BR/>ALENTARON ANTES DURANTE Y DESPUES DEL PARTIDO?AJAJJAJAJAJAJJAJAJA<BR/>DALE CONTATE OTRO POR FAVOR<BR/>AJJAJAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJJ<BR/><BR/>AGUANTE LA PEÑA CARAJO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Responder
carlos alberto 15/01/2004
Vi el partido que Peñarol le ganó a Quilmes por televisión. Coincido con el certero análisis que Pablo Tosal hace del mismo.<BR/>Al finalizar el encuentro escuché al comentarista hacer alusión -en tono crítico- a un jugador quilmeño que se habría referido en términos despectivos, respecto de su nacionalidad, a su colega adversario Ruperto Herrera. <BR/>Por supuesto que coincido con aquella apreciación ya que también en el deporte deben erradicarse las actitudes de tipo discriminatorio que siempre conllevan una carga de inhumanidad manifiesta.
Responder