Si algo debe rescatar Quilmes de esta victoria es el espíritu que tuvo para dar vuelta, jugando mal, un partido muy complicado. Gimnasia y Esgrima de La plata, con un planteo muy inteligente, dominó el juego casi tres cuartas partes de su desarrollo. Pero Quilmes se alimentó del fervor de su público para dar vuelta una historia difícil. Esta vez el contagio fue de afuera hacia adentro y los jugadores entendieron el mensaje.
En los primeros tramos del partido mandó Quilmes que puso un rápido parcial de 17-3 para quedar 19-8 con 3:30 por jugar, merced al trabajo de Ebong y Boozer en la pintura y Cavaco desde Afuera, pero fue un espejismo ya que creció la figura de Zavian Smith en la pintura (propia y ajena), Zalatel anotando y todos defendiendo y el “Lobo” metió un parcial de 16-0 que le dio el comando del partido. Quilmes no encontraba el rumbo. Ni Farabello (4 pérdidas) ni Ibarra (2 más) podían alejarse de la presión toda la cancha que instrumentó el rival.
Por eso en el segundo cuarto entró Horvath, que en los pocos minutos que jugó encontró la formula para vulnerar una defensa que ayudaba muchos sobre sus internos: les tiró de lejos y con un triple y un doble de 5 metros les mostró el camino. Pero Quilmes estaba empecinado en poner la bola debajo del canasto. Con sus ofensivas estáticas, la salida de Horvath y la ausencia de Boozer, fueron presa fácil de los internos visitantes. Watson, Smith, Zalatel y López, eran demasiado para lo poco que produjo Quilmes. La ventaja de 8 al final del primer tiempo era un fiel reflejo (incluso un poco mezquino) de lo que pasó en la cancha.
Sin embargo, luego del descanso largo, Quilmes volvió dispuesto a dar vuelta la imagen y el partido. Fue más intenso en defensa, Ibarra condujo un poco mejor, bajó la alta cantidad de pérdidas, y aprovechó el buen pasaje de Ebong (10 puntos). En la última jugada del tercer cuarto Farabello, sobre la chicharra tiro muy incómodo y con la marca encima un triple que pegó en el tablero y entró. Se puso cuatro abajo pero desmoralizó al rival.
El público, tras esa fortuita jugada entendió que el partido se podía ganar y entre su aliento y la presión toda la cancha, asfixiando la salida rival confundió a un equipo que jugó sobria e inteligentemente los otros tres cuartos. Daniel Farabello recuperó 5 de las 6 pérdidas de Gimnasia y forzó la restante, jugó en el momento que más lo necesitó Quilmes. El “Lata” entendió que la doble marca a Daniel lo favorecía y encontró los espacios que le faltó en le resto del partido. Y en el final Cavaco metió el primero de sus dos libres, el rebote lo tomó Arce y luego de hacer correr los segundos Cavaco marró de tres, el rebote lo bajó Watson y con nada en el reloj Fernández ensayó un tiro de 4 metros que coqueteó con el aro y salió.
Síntesis:
Quilmes 84: Ibarra 7, Farabello 12, Cavaco 12, Ebong 25 y Boozer 7 (Formación Incial) Gil 6, Horvath 5 y Arce 10. DT Oscar Sánchez
Gimnasia 83: G.R. Fernández 7, Bulfoni 14, Zalatel 18, Smith 13 y Watson 18 (Formación Incial), Lauro 0, López 13 y Moravansky 0.
Parciales:23-26, 40-48, 64-68
Pablo Tosal
PickandRoll
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