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Un año de transición

La previa: Nacido para sufrir

Muy de entrada quedó claro que el armado del Peñarol de Mar del Plata modelo 2016/2017 no apuntaba a repetir los éxitos que el club había en tenido en temporadas no tan lejanas. Los tiempos cambian, los presupuestos también, y hay momentos que son más complicados que otros. Así las cosas, el Milrayitas tenía que ponerle el pecho a las balas.

El armado del equipo incluía a un histórico de la casa como Marcelo Richotti para la dirección técnica. Un entrenador con espalda en Peñarol para soportar eventuales malos resultados. En el plantel, varias caras conocidas como Leo, Diez, Acuña, Figueroa o Giorgetti, más algunas incógnitas como Rob Reed, el chileno Suárez o el pibe Zurschmitten.

El contexto, quizás, favorecía a Peñarol en la previa. Jugando en una Conferencia Sur que asomaba como más débil que la Norte, sumado al no tener obligaciones a nivel continental, hacían que el Milrayitas no estuviera tan ahogado y pudiera mostrar su mejor versión en la Liga Nacional. Pero claro, una cosa es decirlo y otra es hacerlo en cancha.

La primera fase: Un comienzo aceptable

Peñarol tuvo un comienzo arrollador en la Liga Nacional. Goleó sin piedad a Quilmes en el clásico y ganó seis de sus primeros ocho partidos, tomando un protagonismo que poco tiempo atrás parecía impensado. El Milrayitas avanzaba a paso firme e, incluso, se candidateaba para acompañar a San Lorenzo como representantes de la Sur en el Súper 4.

Sin embargo, las primeras dificultades de la temporada aparecieron en la recta final de esta etapa del torneo. Peñarol ganó apenas dos de sus últimos diez partidos y clausuró su primera fase con un 8-10 que no era malo, pero que estaba lejos de los sueños que todos tenían tras un comienzo tan importante. Solamente quedaba seguirla peleando.

El comienzo de la segunda fase: Una despedida irregular

Arrancó la segunda fase a finales de 2016 y el balance fue aceptable. Dos victorias en cinco partidos de dificultades surtidas hicieron que las fiestas navideñas encuentren a Peñarol con un 10-13 riesgoso. El Milrayitas levantaría copas tan cerca de pelear por el sexto puesto como de complicarse abajo con el descenso. Todo estaba por definirse.

El final de la segunda fase: Altibajos y salvación anticipada

Enero tuvo tres momentos bien marcados. Dos derrotas de visitante de entrada, cuatro victorias al hilo más tarde (Obras en Núñez y tres en fila en Mar del Plata) y dos traspiés en Córdoba para despedir el primer mes del año. Febrero llegaba con un 14-17 que mantenía al Milrayitas en las dos peleas de la Conferencia Sur de cara al futuro.

Febrero fue cruel. Seis derrotas de forma consecutiva (tres de ellas jugando en casa) metieron a Peñarol de lleno en la pelea del descenso junto a Hispano Americano y Boca. El resgistro ya había caído a 14-23, sin embargo una providencial goleada ante Boca en casa despidió el mes con un 15-23 y con muchas ilusiones de eludir la pelea del fondo.

Los siete partidos siguientes fueron durísimos. Derrota ante Quilmes, otros cinco encuentros perdidos que apenas fueron matizados con un triunfazo en el Contte frente a Regatas y un panorama difícil, que encima incluía dos partidos sin público en casa. El 16-29 era complicado y, para peor, se venían el Boca de Delfino y el Hispano de Capelli.

Pero ahí apareció Peñarol. Superó a los dos correntinos en el Poli vacío, perdió ante Boca pero sosteniendo la diferencia de gol lograda en casa para quedarse con el desempate, y el equipo arrancó. Pese a estar lejos de los playoffs por el título, el cierre fue a toda orquesta, con victoria en el clásico en la última fecha 77-74 incluido.

Balance final: Un año de transición

El equipo ni defraudó ni superó las expectativas. Antes de que arranque la Liga Nacional se sabía que el plantel de Marcelo Richotti estaba lejos de los grandes candidatos pero que no era candidato de fierro a pelear por el descenso. Así las cosas, se dio la lógica dentro de un deporte en el que la lógica predomina. No jugó ninguno de los playoffs.

En la Liga de Desarrollo el equipo estuvo a la altura de las circunstancias. Dentro de una Conferencia Sur que se sabe que es "Bahía y el resto", los chicos marplatenses supieron ocupar junto a Ferro un lugar entre los que clasificaron tranquilos. Ya en playoffs cayó ante los de Caballito, pero quedó la sensación de que puede haber futuro.

En lo que tiene que ver streaming y prensa aprobó sin mayores problemas. Las transmisiones por internet (favorecidas por ser un escenario espectacular) fueron de lo mejor de la competencia, mientras que siempre apareció info oficial para comunicar cualquier noticia referente al equipo. Pese a que no ganó mucho en cancha, se destacó afuera.

Jugar de local en el Poli es una moneda de dos caras. Los clásicos contra Quilmes son inolvidables, las finales también, se favorecen las transmisiones por televisión o streaming, pero queda un vacío imposible de llenar en partidos normales. Y cuando las derrotas aparecen con mayor frecuencia, eso se transforma en algo crónico, como le pasó esta temporada a Peñarol.

Es uno de los históricos de la competencia y eso ayuda. Al igual que en el caso de Gimnasia (CR), mucho se hablaba sobre lo que podía pasar con Peñarol en épocas de vacas flacas desde lo económico. Ese tiempo llegó, y el Milrayita no defraudó. Falló en diversas ocasiones y varios refuerzos no rindieron, pero sostuvo su lugar en la Liga casi sin problemas.

Y el párrafo final, casi de manera ineludible, tenía que estar referido a la última temporada de Leonardo Gutiérrez en la Liga Nacional. Un ganador, de esos que no admiten las grises, ya que es amado u odiado casi en partes iguales. Las canchas lo van a extrañar, aunque la Liga Nacional no, ya que será el próximo técnico de Peñarol.

Fotos: Prensa LNB.

Leonardo Chianese (@leodeflores)

COMENTARIOS (5)

GUARDA 26/07/2017

El base se lesiono, el base suplente tambien y ambos al mismo tiempo, se jugo muchos partidos con un chico de 16 años, Leo jugo pocos partidos y esos pocos que jugo lo hacia con una lesion a cuestas, tuvimos un año atipico y un par de decisiones erradas (echar al chileno, desprendernos de Reed etc etc ) . Pese a eso jamas pensamos en el descenso y si de publico se trata se extraño no ver al grande en una final , ver semifinales (final incluida) con menos de 4000 personas . Las campañas buenas malas o regulares pueden darse, pero al publico hay que tenerlo y esta demostrado en esta liga quien es el que lo tiene . Las copas estan , el poli lleno muchisimas veces no se olvida, aunque muchas veces leamos notas que hacen lo imposible por desvalorizarlo.

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lo dice Chianese 26/07/2017

...pero queda un vacío imposible de llenar en partidos normales. Y cuando las derrotas aparecen con mayor frecuencia, eso se transforma en algo crónico, como le pasó esta temporada a Peñarol.

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País 26/07/2017

Penadoy: Esta temporada ya está marcada. MITAD DE TABLA y...........que Hispano no se agrande. Creo, los dos van de la mano. Saludos a todos y....a remarla.-

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diego rossi 27/07/2017

TRANQUI LEON LA BANDA TE APOYA,LA BANDA TE QUIERE LA BANDA DEL TRI AGUANTE PEÑA Y NADA MAS

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POPOV 27/07/2017

Cuando Un Cebador se Va queda un Mate Vacío que no se puede Cebar hasta la llegada de Otro Cebador Olimpico Amigo!! PENADOY Origen MDQ Destino TNA

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