“Ya de chiquito ponían unas canastas y tiraba con unas bolas de béisbol.
Millín me enseñó lo básico, nos ponía a driblear,
nos ponía a tirar y ahí me enamoré.
Tengo un matrimonio desde ese momento hasta hoy”
Son palabras de una entrevista de hace dos años para Primera Hora a Jenaro “Tuto” Marchand, hombre clave en el baloncesto de Puerto Rico y también a nivel mundial, que falleció este fin de semana a sus 82 años.
El hijo de papá Jenaro y mamá Isolina siempre fue un hombre vinculado al baloncesto, desde pequeño en Puerta de Tierra y como discípulo de Millín Romero en YMCA. Su debut como jugador llegó en 1951 con Santos de San Juan, pero pronto cambió de rol en la pista y dejó el balón por el silbato haciéndose a árbitro en 1956.
Mientras tanto, nunca abandonó sus estudios y en 1960 se graduó como abogado, comenzando a trabajar de inmediato como oficial jurídico en el Tribunal Supremo. Pese a todo, tampoco abandónó nunca el baloncesto y seguía vinculado como fanático de Santos de San Juan, algo que incluso le llevó a recorrer la Isla en su propio coche buscando dinero para el club. Esa pasión por el club de su vida le llevó a convertirse en apoderado del equipo en 1971 y más tarde de Indios de Canovanas.
La celebración del Mundial de baloncesto del 74 en Puerto Rico fue el punto de inflexión de la carrera de Tuto en los despachos y su puesto de largo de cara al baloncesto internacional, ya que fue uno de los encargados de su organización junto a otros dos históricos como Germán Rieckehoff y Hetín Reyes.
En 1976 se convertiría en gerente de la selección nacional, dos años más tarde sería presidente de la Federación y director de la Liga Superior y en 1980 dio el salto a FIBA como vicepresidente y presidente de la confederación centroamericana. También fue presidente de FIBA Américas entre 1987 y 1993 y secretario general desde esa fecha hasta 2006.
“La comunidad del baloncesto, no sólo en Puerto Rico si no a nivel mundial, sufrió una gran pérdida ante el fallecimiento de uno de sus gigantes, Jenaro Tuto Marchand”, explicó Fernando Quiñones, presidente del BSN. “Vaya nuestro abrazo solidario a su viuda Myrna, y sus hijos Jenaro, Ramón, Jorge y Vilma en este momento de dolor”
Tuto fue un adelantado a su tiempo y dedicó más de 60 años al baloncesto pensando en él hasta el último día de sus días. Conocido y respetado por todos, es uno de los culpables de que el baloncesto sea el deporte rey en Puerto Rico, algo que pocos países salvo los boricuas, Lituania y pocos más, pueden decir. Ni tan siquiera su batalla ganada contra el cáncer pudo hacer que se alejase del mundo de la pelota naranja.
“Respeto”, “uno de los big bosses”, “genuino” o “era distinto” fueron algunos de los calificativos que la gente que trabajó con él le dedicó en el documental homenaje “Solo Tuto” que se estrenó hace unos años repasando y homenajeando a su carrera.
“Tuto era una mente extraordinaria. Realmente se nos ha ido alguien con mucho talento. Un ser humano extraordinario y muy capa”, explicó Alberto García, el ex-presidente de FIBA Américas en una entrevista para El Nuevo Día. “No pasó desapercibida su vida. Muchos ejecutivos del baloncesto en América aprendieron de él, no solo yo. Tenía memorias en su cabeza desde su primer día en el baloncesto. De un torneo de hace 20 años, Tuto sabía hasta el color del hotel donde estaba hospedado, quién hizo la última canasta, cómo salieron los equipos. El último legado que Tuto ha dejado es la nueva estructura de la FBPur que es algo que va a dar su fruto”
Toda la fanaticada de la Isla podrá rendirle tributo este lunes en el coliseo Rodrigo Clemente de Hato Rey y posteriormente tendrá una despedida más solemne en una misa en la capital portorriqueña.
Por Daniel Mérida (@baloncestero)
Cortesía de CanchaLatina.com
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