Sobre este equipo joven: “Decidimos hacer un equipo joven. Preferimos bajar la edad en este torneo, pensando en la búsqueda de talentos para los próximos diez años y ese objetivo y ya estaba cumplido ante de jugar este partido ante México, incluso si lo perdíamos. Pero incluso, al margen de haber conseguido esto, ganamos y nos metimos en una nueva final de u torneo ante Estados Unidos”.
Sobre lo que representa esta nueva final: “Tendría un poco de temor, por estos jugadores y por todos los jóvenes que juegan al básquetbol en Argentina que nosotros consideremos que jugar una final es un lugar común o una obligación y que lo único que tengamos que buscar sea ganar una medalla olímpica. Volver a ser finalistas continentales con un grupo joven es algo para festejar, celebrar y conmemorar”.
Sobre las potencias del básquetbol: Este día debe recordarse como algo muy importante, porque sino el árbol nos va a tapar el bosque. Esta necesidad de triunfo o esta creencia de que porque en los últimos 20 años, o poco menos, hemos estado en la cumbre del básquetbol parece que somos una potencia basquetbolística y las potencias del básquetbol siguen siendo las mismas en el mundo, los países de la ex Yugoslavia, de la URSS y Estados Unidos. Nosotros estamos tratando de subirnos a eso, pero nos va a llevar mucho tiempo”.
Sobre Javier Saiz: “A este chico que tengo acá al lado, hace algunos días nadie lo conocía y hoy jugó un partido de gran nivel internacional contra jugadores que hace muchísimo tiempo juegan. Hizo un trabajo magnífico, aún superando las expectativas y jugando con la frialdad que lo caracteriza una semifinal continental”.
Juan Pablo Casas (@JPablocasas)
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