El país trasandino arribaba al duelo de semifinales invicto, y con la moral alta, y desde un comienzo lo dejó ver de esa manera. La “roja” rápidamente se puso en ventaja por 9-4, amparándose en parte por aciertos de larga distancia, y en parte también por distracciones defensivas.
Argentina estuvo casi cinco minutos sin lograr anotar, y en ese lapso el rival se alejó por 15 unidades (19-4). Desde la rotación la celeste y blanca buscó encontrarle alternativas al match, aunque el mismo, ya cuesta arriba, no le daría respiro.
En ese final de periodo, el adversario volvió a fustigar con un 9-3, para llegar al segundo cuarto arriba 28-9.
El arranque de ese segundo capítulo mostró lo mejor de nuestras chicas. Con un visible cambio de actitud en ambos costados del campo, consiguieron hacer pie en defensa, y disimular en parte las complicaciones que encontraban en el aro ajeno.
De allí forjaron una racha de 8-4, para reducir la brecha a 15 (17-32); momento en que las chilenas optaron por ir a una zona 2-3, buscando aplacar las aguas. Este accionar logró su cometido, y a falta de tres minutos para acabar el primer tiempo, recuperaron los 20 puntos de diferencia (21-41).
El regreso de zona de vestuarios tuvo a la Argentina con 18 tantos de desventaja (28-46), aunque Chile no le permitió acercarse más. Pegando al comienzo y al final de ese periodo, el cuadro chileno supo desgastar mentalmente a las criollas, que encararon los diez minutos finales abajo por 23, 36-59.
Más allá de la voluntad, la gran diferencia y el tiempo corriendo hicieron su parte, para que la celeste y blanca no tenga esperanzas de allí al cierre. La bocina final decretó el 73-50 en contra, que automáticamente depositó a la Selección en la pelea por el tercer peldaño del podio, la cual se dará este viernes a partir de las 19:00, ante el perdedor de la otra semifinal: Colombia vs Brasil.
Emanuel Niel
@ManuNiel
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