Con el antecedente aún fresco del duelo cerrando la fase de grupos, tanto argentinas como colombianas tenían en claro que llevarse el triunfo en este último día no sería tarea sencilla.
De igual forma, y casi como un calco de ese cotejo llevado adelante el pasado miércoles, fueron las dueñas de casa quienes picaron en punta, arrasando con un parcial de 11-3 que puso el trámite complicado para las nuestras en los primeros minutos.
Con rompimientos sobre el eje, la celeste y blanca buscó encausar su ofensiva, y recortar la diferencia, que se redujo a cinco primero (6-11) antes de llegar al promedio, y a cuatro más tarde (10-14), cuando quedaban 2:30.
Ese momento marcó el despertar del rival, que a través de un 6-1, recuperó los nueve de ventaja (20-11), al empezar el segundo capítulo.
Pese a las buenas intenciones, Argentina no pudo conseguir arrimarse nuevamente. Las anfitrionas cargaron el rebote ofensivo con convicción, y allí encontraron dividendos suficientes como para exponerlos en el tanteador, y tomar con firmeza las riendas del trámite.
Poco a poco la brecha se fue ampliando, hasta llegar a 18, ingresando a la recta final (17-35). Las nuestras acertaron su último ataque, y llegaron al descanso largo abajo por 15, 20-35.
El regreso de zona de vestuarios no modificó el cauce del partido. Las alternativas en defensa que manejó nuestra Selección, no consiguieron dar el golpe de efecto deseado, y a raíz de ello, Colombia fue ganando aplomo, al verse invulnerable.
Para sumar argumentos, del otro lado pudo resolver con simpleza, y cuando el resguardo criollo no se la hizo fácil, su tiro exterior supo maquillar la complejidad.
Ya en el último cuarto, y lejos de entregarse, Argentina buscó quemar las naves definitivamente. Presionando todo el campo, y entregando la energía que quedaba, nuestras chicas trataron de remontar la diferencia, aunque no lo pudieron hacer.
Llegando al punto medio de ese acto cúlmine, las locales se encontraban arriba 53-34; y tres minutos más tarde, el marcador se acrecentó de forma pareja (58-37).
La bocina final le entregó el tercer lugar del clasificador a las colombianas, las cuales se impusieron por 63-43. Para las nuestras esto no significó el final de nada, sino todo lo contrario: el comienzo de una hermosa carrera ligada al básquetbol y a la Selección, con enorme camino por recorrer y del cual aprender, y donde seguramente pronto tendrán revancha.
Emanuel Niel
@ManuNiel
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