El Madrid sumó un triunfo y un nuevo lesionado. Campazzó dejó el parqué cojeando a los cuatro minutos por un esguince en el tobillo izquierdo. Otro más para la enfermería, pues estará un tiempo de baja. También se había sumado Rudy, que guardó reposo por problemas en un pie. Y hasta Thompkins dio el susto a los 24 segundos por un golpe en la cabeza. Pocos habría adivinado entonces que sería el protagonista de la mañana.
El UCAM Murcia, que ya ganó en el Palau esta temporada, estuvo a punto de sacar tajada de todo eso y de la pájara de los madridistas sanos, mezcla de cansancio y desacierto. Porque los blancos empezaron su partido poco más de 40 horas después de un durísimo duelo ante Olympiacos, que encima tuvo prórroga. Y como estaban descansados, segundo tiempo extra en sólo tres días. Hasta ahí, los atenuantes del Madrid. Entre los agravantes, el mal juego desarrollado durante casi todo el choque, siempre incómodos y especialmente errático. Tampoco el UCAM Murcia fue un dechado de virtudes. Mediado el primer cuarto, entre los dos equipos sumaban siete canastas y 11 pérdidas. Se sucedían los despropósitos y sólo Hannah parecía tener claro que aquello consistía en meter el balón por el aro. El Madrid buscaba insistentemente a Tavares, pero el pívot estuvo especialmente blando de manos. El balón era un pez vivo para él. Campazzo, mejor que otros días, se fue y Randle, su recambio, mantuvo su tono gris. Sin el argentino y sin Llull, se antoja fundamental que dé un paso al frente pero, por ahora, nada.
Los blancos estuvieron más de tres minutos sin anotar y los murcianos construyeron un parcial de 0-11 que les permitió cerrar el primer cuarto por delante (16-22). El Murcia siguió pescando en río revuelto. Kloof tomó el relevo de Hannah para liderar un parcial que dio a su equipo una máxima de 10 puntos (23-33). El Madrid, que fallaba lo imposible debajo del aro, sumaba a base de tiros libres de Doncic y con algun tiro de Carroll. Poca cosa, pero recortó hasta el 37-41 del intermedio.
No cambió mucho el asunto al regreso. Thompkins amagó con la reacción hasta que hizo la cuarta falta. Carroll también tuvo sus momentos, pero en ocasiones pecó de individualista. El Madrid consiguió ponerse por delante con ventajas mínimas, pero el Murcia no se descompuso: 49-54 al final del tercer acto. Llegó a tener nueve de renta al inicio del último cuarto (50-59). Fue el momento en el que el Madrid apeló a la épica. Sin juego, físicamente tocado y con efectivos con problemas de faltas, era lo que quedaba.
Endureció la defensa por primera vez en la mañana y se encomendó a la juventud. Los niños, que no se cansan de jugar, le sacaron del apuro. Entre Doncic y su colega Radoncic hicieron un parcial de 17-2 que puso el 67-61 a falta de cuatro minutos. El Murcia se entregó a los brazos de Soko, que hizo seis puntos seguidos para ayudar a poner el empate a 69 a falta de 1.39.
En una entrada de Felipe, los árbitros, a la altura del partido, se liaron. Uno pitó falta en defensa y otro en ataque. Prevaleció el criterio del principal: ataque. Luego, Oleson, viejo enemigo vestido de azulgrana, clavó un triple que pareció decisivo 69-72 a 24 segundos. El Madrid estuvo vivo hasta que Doncic erró uno de los tiros libres del carrusel. Tiró a fallar el segundo. El rebote fue para Rojas, que tampocó sentenció: falló dos tiros libres. Felipe atrapó el balón, Doncic lo subió y, en una alocada jugada, llegó a las manos de Thompkins, que se disfrazó de Llull para meter un asombroso triple sobre la bocina. Como los blancos estaban descansados, prórroga.
El tiempo extra fue de locos. Amagos de escapada del Madrid con Carroll, respuesta del Murcia a base de triples, dos jugadas que tuvieron que ser revisadas por los árbitros, un tiro que no tocó aro de Doncic cuando podía sentenciar con 84-82 en el marcador, provocaciones de Rojas y también un triple suyo para poner el 84-85 a falta de 19 segundos y, para acabar, otra jugada embarullada que Thompkins convirtió en oro desde el arco: 87-85 a falta de cuatro segundos. Para rematar, taponó a Benite en su intento de triple. Así ganaron los blancos, reventados físicamente, pero todo corazón.
Síntesis
87 - Real Madrid (16+21+12+25+13): Campazzo (2), Carroll (17), Thompkins (13), Tavares (8) y Taylor (9) -equipo inicial-, Causeur (5), Reyes (8), Randle, Radoncic (7), Doncic (16), Maciulis y Yusta (2).85 –
UCAM Murcia (22+19+13+20+11): Soko (12), Hannah (16), Oleson (9), Tumba (2) y Rojas (9) -equipo inicial-, Lukovic (4), Martín, Benite (10), Urtasun, Kloof (19) y Delia (4).
Crónica: Diario Marca.com
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