"Mientras perseveramos y resistimos como equipo, podemos conseguir lo que queremos" dice la vieja frase y ese fue el salvoconducto de Sangre Fría en todos estos años en LiforBásquet tras varias frustraciones consecutivas, teniendo grandes fases regulares y sin poder plasmarlo en playoffs, y un lavado de cabeza como equipo, en el segundo torneo oficial del año consiguieron el objetivo trazado ¡gritar campeón!.
Para que la alegría sea completa debía contar con varios condimentos, primero que fue ante el rival que más experiencia tenía en definiciones que es el multicampeón Mataderos Oilers, contrincante de los más duros que existen en el básquet social y segundo que el juego lleve una tónica muy pareja en la cual, el último cuarto tenga tanta incertidumbre de que en algún momento iba a quedar para uno la copa o que quizás era un juego para la eternidad.
Si nos tenemos que recostar por la labor individual, el nuevo campeón contó con un goleo muy repartido y donde Marco De Caro se destaca sobre el resto con 17 puntos, seguido por 12 de Martín González y 10 de Franco de Caro (ambos De Caro viniendo desde el banco).
En tanto que la mayor resistencia del lado de enfrente la encontraron en el alero agresivo Hernán Nicora quien terminó con 18 conversiones y 10 rebotes.
Otro rubro destacado en el ganador fue el 73% en libres (11-15), mientras que para los Oilers fue un pobre 37% (7-19). En rebotes y asistencia el subcampeón sacó ventaja sobre Sangre Fría.
Link de estadísticas de la final de la Súper Liga "A"
Si bien el triunfo y el festejo decora un gran año, Sangre Fría ya tiene en mente la copa de campeones donde buscarán el ansiado viaje a Montevideo que ofrece la organización LiforBásquet. Aunque para eso el trabajo incansable y la paciencia para que las cosas lleguen deberá ser fundamental en este final de año.
"Los ganadores aprenden del pasado, viven en el presente y se dirigen al futuro"
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