• 25-11-2024
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Una provincia pintada de naranja

En tiempos donde todo cuesta mucho más que antes, donde las posibilidades de desarrollo parecen acotadas, donde mover un dedo solo parece derivar en un desembolso económico, el básquet de Formosa va camino a una temporada 2018 para la historia. ¿Cómo llegaron a esto? Sin dudas que hay una gran pila de razones, situando la continuidad que han tenido los proyectos que se han impulsado desde el gobierno provincial como gran sustento. Esto ha servido para encender la mecha y desde ahí contar con las enormes voluntades que han ido surgiendo desde el interior de Formosa para hacer crecer la ya desarrollada estructura generada por los clubes de la capital quienes también han sabido focalizar objetivos y sumarse a esta ola naranja.

Un total de 24 representantes de clubes participaron de esta primera reunión con las autoridades de la Federación Formoseña de Basquet que tiene al frente a Mario Romay. Y ese número se multiplica una y otra vez ya que la competencia del básquet federado tiene cinco categorías. Si bien no todos se anotan en la totalidad de las divisiones ese ya impactante número 24 termina convirtiéndose en 66. Esa es hoy por hoy la cantidad de equipos que intervendrían en la temporada 2018 de la Liga Provincial tomando las diferentes divisiones.

Buscando analizar cómo el básquet aterrizó en este gran presente hay que comenzar marcando que un punto clave, decisivo ya a esta altura, han sido los proyectos que se impulsaron desde el Gobierno de Formosa. Por un lado, lo que se podría decir el techo, donde termina toda esta historia que para esta ocasión se podría decir que es “donde todo comenzó”: La Unión de Formosa compitiendo en el plano profesional. Hoy el equipo de la provincia en la Liga Nacional de Basquet es la punta de la pirámide, una pirámide que ha logrado, en base a la continuidad de las ideas, expandirse en serio en sus bases. Allí hay cimientos que son tales pero que también han sido como la llama que encendió todo. Y de nuevo hay que hablar de los proyectos que propone el Gobierno Provincial. En este caso los Juegos Evita y los Juegos Juveniles Formoseños. Ambos tienen un punto en común con La Unión de Formosa: trabajo continuo. Se han sostenido en el tiempo y hoy se puede gozar de esta gran consecuencia.

Como se mencionaba, la llama se enciende con cada profesor o entrenador de básquet –Formosa también apostó a la capacitación en este aspecto con la escuela de entrenadores que comenzó a funcionar en el año 2014- de los clubes con más historia en la ciudad capital y también de quienes se sintieron impulsados en el interior de la provincia. Justamente en el caso de estos últimos ese despertar que encontraron con los Evita y los Juveniles un día tuvo sabor a poco y no por desmerecer a la competencia que se les presentaba, todo lo contrario. Se dieron cuenta, comenzaron a ilusionarse con escalar la pirámide y así un día pegaron el salto al básquet federado. Comandante Fontana, Ibarreta, Pirané fueron los primeros que se animaron a participar en la Liga Provincial de la FFBB y, casi de inmediato, la ola naranja en el interior fue captando más puntos de la provincia para hoy tener una presencia muy amplia en la geografía del territorio como bien se puede apreciar en el mapa lleno de pelotas de básquet.

En el caso de cada uno de los puntos del interior que hoy están bajo la órbita de la FFBB, siempre apareció el protagonismo de los municipios. Ya se mencionó al principio, en estos tiempos donde todo cuesta el triple, sin un respaldo, sin un sostén que alimente las ilusiones de cada profe, de cada entrenador de básquet, mucho no se puede conseguir. Y han contado con ese acompañamiento que sin dudas va en beneficio de esa idea base que nace con los proyectos que están en el final del camino –el básquet profesional- y donde todo empieza –Juegos Evita y Juegos Juveniles-.

Así como impacta hoy la Liga Provincial que tendrá el basquet de Formosa en este 2018, leyendo entre líneas, también se pueden extraer muy positivas conclusiones. Una de ellas es que este deporte logra captar el interés de los chicos de entre 14 y 15 años, una de las edades hoy más complicadas a la hora que el deporte sea en serio contención para los pibes. Justamente la división U15 es la que más equipos tiene, un total de 19, casi doblando a los 11 que hay en Primera. Es decir que el basquet hoy cumple con creces con esa gran meta que el deporte persigue de ser el mejor resguardo para darle a la sociedad hombres de bien que sepan llevar por el resto de sus vidas, como bandera, todos los valores que, en este caso, se incorporan picando la naranja.

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