A 45 kilómetros del cosmopolita centro de Sao Paulo se encuentra el municipio de Mogi das Cruzes, el hogar del único no argentino de los equipos finalistas de la Final Four de la Liga de las Américas y uno de los clubes brasileños más destacados de las últimas temporadas.
Los mogianos son un equipo que viene en ascenso en las últimas temporadas. De ser un club humilde allá por 2012, el secreto de su éxito está en la continuidad de un proyecto que nació con el español Paco García, siguió después con Danilo Padovani y actualmente con Guerrinha. La receta de apostar por un base de jugadores nacionales y darles continuidad en el tiempo, siempre complementados por extranjeros conocedores del país, han hecho de Mogi uno de los referentes del Novo Basquete Brasil.
El éxito de Mogi también ha trascendido al ámbito internacional, desde el subcampeonato en la Liga Sudamericana en 2014, el tercer puesto en la Liga de las Américas 2016 o el título conseguido en 2017 en la Liga Sudamericana ante Bahía Basket.
Jimmy de Oliveira, Guilherme Filipin, Tyrone Curnell, Caio Torres, Larry Taylor y la estrella Shamell Stallworth son jugadores que llevan 3, 4 y hasta 5 años juntos y eso es algo poco común en el baloncesto brasileño y también latinoamericano, especialmente lo de mantener a los mismos extranjeros desde 2014. El caso de Stallworth es incluso hasta llamativo, ya que ganó la Liga de las Américas 2013 y fue el MVP de la Final Four con aquel estelar Pinheiros y tiempo después llegaría a Mogi.
Esta Final Four quizás sea el reto más complicado al que se enfrenta el equipo de Mogi en sus 23 años, abriendo el viernes ante Regatas y recibiendo a otro argentino en caso de clasificar a la final, todo ello también en territorio argentino.
Las últimas cuatro ediciones de la Liga de las Américas fueron para equipos que disputaron la Final Four en su país, siendo además los anfitriones Flamengo en 2014 y Guaros en 2016 y 2017, mientras que las dos ediciones que se decidieron en Argentina se repartieron la de 2010 para Peñarol en Mar del Plata y la de 2012 para Pioneros de Quintana Roo en Formosa. Sea como fuere, los dirigidos por Guerrinha son los únicos que pueden impedir que el cetro continental se quede en Argentina, algo que no ocurre desde que lo consiguiera precisamente Regatas en 2011.
Por Daniel Mérida (@baloncestero)
Cortesía de CanchaLatina.com
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