El partido mostró mucha intensidad en su comienzo. Egipto se animó, sobrecargó el cristal ajeno, y comenzó 4-0 ante la tibieza defensiva del rival. Canadá comenzó a carburar, mejoró en ambos costados, y con un par de bombazos tuvo el comando de las acciones tras un parcial de 9 – 2 en los dos minutos siguientes. El conjunto norteamericano trató de contener la energía, y correr en contragolpe. Empezó a pasar mejor la bola, pudo acelerar y anotar con continuidad. Egipto tuvo problemas defensivos, no pudo seguir el ritmo de los canadienses dentro de una zona elaborada de parte de los africanos. Canadá fue práctico, tuvo más paciencia y se adelantó 13 – 8 en casi seis minutos. Encontró respuestas, Krikke (7) fue importante, y el equipo tuvo efectividad a media y larga distancia (4 – 6t3), con lo cual estiró a +9 la ventaja. Egipto no se fue de foco, tuvo determinación adelante, desafió la pintura del rival y volvió a descontar. Hassan (8) fue clave, pero muy solo adelante. El partido fue muy dinámico, con mucha velocidad, donde ambos respondieron, pero Canadá tuvo mayor firmeza, gol en varias manos y desequilibrio personal. De esa forma cerró 25 – 16.
Canadá mantuvo su calidad, velocidad y elevó las ventajas. Patterson (11) y Rathan Mayes como guías del equipo, y ganando constantemente ante la defensa zonal de Egipto. La bola llegó de todas formas a la pintura, Bediako tuvo protagonismo, y los norteamericanos fueron demoledores en un par de minutos. Un parcial de 11-0 para situarse con facilidad al frente del score. Egipto no pudo encestar, no le llegó la bola Khalifa cerca del aro, y Canadá inclinó la balanza a su favor. Tras el 38 – 18 de los primeros instantes, Egipto intentó apaciguar la reacción de su rival, pero se quedó en el camino. Hemmings fue clave, aportó un bombazo, desequilibró, sumado a McNeilly llegando cómodo al aro. Egipto comenzó a decaer, no tuvo opciones claras, y Canadá arrasó en toda su plenitud. Dominó los rebotes (29 a 21), tuvo segundas opciones, sacó faltas seguido, y pudo correr y mostrar todo el repertorio en ambos costados (47% de campo con 5-9t3). Bediako y Mnott fueron importantes en los tableros, y el perímetro hizo el resto. Rathan Mayes colaboró, y Canadá cerró con un parcial cómodo de 13 – 5 para sentenciar 51 – 24 las acciones.
Canadá pudo controlar sin problemas el partido. A pesar de bajar su intensidad en ofensiva, tuvo recursos atrás, variantes en su juego, y ganar los rebotes en su totalidad. Bediako y por sobre todo Patterson sumaron en ese apartado, y a pesar de algún intento de Egipto con Khalifa, las cosas no variaron. Hassan muy bien contenido (sin puntos en el periodo), y Canadá cómodo en el score. Apenas 9-7 en cinco minutos, aunque tuvo diferentes actores para atacar y dominar sin problemas. Egipto insistió con el tiro externo, donde pudo anotar (2-5), pero defensivamente no pudo hacer pie. Patteron y Rathan Mayes (10 pts entre ambos), volvieron a demostrar su calidad de juego, y las ventajas se agigantaron en todo momento. Egipto con problemas cerca del poste, demasiada inestabilidad en su ofensiva, y aunque emparejó en el periodo al canadiense, siguió lejos del score global. Canadá manejó el resultado, tuvo ráfagas de juego, buenos momentos en velocidad, y cerró cómodamente 72 – 42 el parcial.
El cuarto final sirvió para saber el score final. Canadá fue una topadora en defensa, se cerró muy bien en su poste, y adelante le alcanzó con momentos para no dejar dudas. Sus internos fueron importantes, sobrecargaron el rebote, recibieron más protagonismo y liquidaron el pleito. Egipto prácticamente no pudo hacer frente, y ofensivamente se quedó sin nafta. No tuvo claridad, malas decisiones y chocando seguido ante los ajustes y las versatilidad de los canadienses. Un parcial de 17 – 5 les fue suficiente para demostrar toda su calidad, energía y solidez defensiva para concretar su segunda victoria y afirmarse como el potencial uno del Grupo C.
José Fiebig
@Josefiebig
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