• 25-11-2024
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Gran partido de Las Gigantes

Con Melisa Gretter, Débora González, Macarena Rosset, Agostina Burani y Celia Fiorotto en cancha, Argentina inició su quinta presentación de la gira asiática; la segunda si se cuenta únicamente el segundo cuadrangular.

Con aciertos de larga distancia, nuestras chicas completaron los primeros dos minutos arriba (6-4), teniendo una verdadera batalla en el campo propio, con Fiorotto y Burani lidiando ante las torres locales.

Ese choque constante en colectivo, hizo que al momento de atacar el equipo no sea el mismo. La opción de rotar el balón por el perímetro, algo que había dado muchos resultados ante Australia, no encontró sustento.

Ni siquiera funcionó una doble cortina, para que en rulo alguna saliera a recibir. Parecía que China lo tenía dominado… parecía.

Luego de llegar a estar abajo por nueve (6-15), en los últimos tres minutos Las Gigantes patearon el tablero. Gretter tomó la batuta, y con sus rompimientos, la fluidez ofensiva comenzó a resurgir.

En esos arrestos individuales, la distancia se fue limando poco a poco, hasta terminar ingresando al segundo capítulo distanciadas por solo tres (16-19), en lo que resultó un más que oportuno parcial de 10-4.

Pese a la rotación profunda, el equipo no perdió intensidad al momento del resguardo del cilindro propio. Es más, esa faceta pareció aceitarse con el correr de las posesiones.

Argentina sufrió el típico bajón de goleo que arrastró durante todos estos cotejos, sin embargo, a diferencia de los días anteriores, supo cómo disimularlo. En primer lugar, redoblando esfuerzos en su terreno, y en segundo, no permitiendo que la meseta la saque de juego.

Una vez más la escuadra anfitriona se escapó por ocho (21-29), pero como en el segmento anterior, el cierre fue todo celeste y blanco.

Volviendo a la herramienta primaria de esta gira, el pick central para ganar en velocidad y que todo fluya a partir de eso, Melisa Gretter se sintió en su salsa. La defensa china se mostró confundida, y como aquel que aprende de lo vivido, nuestra Selección comenzó a castigar las ayudas, y a sacarle provecho a los espacios.

Con un imparable 11-2, donde tuvieron interesantes apariciones Andrea Boquete y Victoria Llorente, Argentina se metió al descanso largo arriba por la mínima, 32-31.

Con el regreso de zona de vestuarios, el trámite mostró de forma clara un cambio en su vértigo.

Ambos elencos bajaron revoluciones, y aunque no perdieron las vías con las cuales se hicieron daño mutuamente en el primer tiempo, el ritmo de ejecución fue otro.

Luego de mantenerse arriba en los primeros dos minutos (37-35), la celeste y blanca cedió el liderazgo, no sin estar siempre al acecho. Con China arriba (39-45), llegaron al promedio del parcial, momento en el cual Cristian Santander solicitó un tiempo muerto.

A la vuelta del mismo, y mientras las dueñas de casa trataron de correr un poco más el contraataque, las nuestras buscaron explotar una beta poco usada hasta ese momento: el poste alto.

Con esa variante el ataque se oxigenó, y volvieron a aparecer los espacios, ya sea para castigar desde lejos, o bien, para cortar y penetrar en una pintura menos congestionada.

Toda esa supuesta pasividad que ambas escuadras esgrimieron al comienzo, mutó radicalmente en la recta final. Los dos elencos buscaron mediante ataques rápidos generar alguna ventaja, y en ese ir y venir furioso, el tanteador apenas se movió.

Completando los tres mejores cuartos de esta gira, Las Gigantes llegaron al último acto abajo por ocho (42-50).

De movida, en el epílogo, Argentina se volvió a acercar a cinco (47-52), y si bien el adversario, parado en zona, complicó y volvió a despegarse (47-57), nuestra Selección ajustó en consecuencia, tuvo paciencia, circuló el balón y volvió a edificar otro 5-0 para quedar a siete (52-59) llegando al punto medio del cuarto.

Cargando el rebote ofensivo y sacando faltas, China encontró en la tranquilidad de la línea su mejor aliada para seguir comandando.

De igual manera nuestras chicas no bajaron los brazos, continuaron entregándose en defensa, y ya con el reloj jugándoles en contra, no perdieron la cabeza al momento de atacar.

Santander nuevamente formó el tándem Durso-Gretter, y de esa conjunción nació una nueva ráfaga nacional, que las arrimó a siete (60-67), con sólo 1:30 por delante.

Pese a contar con un par de acciones a favor sobre el cierre, Las Gigantes no lograron reducir más la brecha, terminando el match abajo por nueve (74-65), en un dato que quedará en segundo plano, tapado por el salto de calidad que tuvo el rendimiento de las chicas.

Mañana, en el último partido en Asia, se medirán ante Serbia a partir de las 8 (hora de nuestro país).

Emanuel Niel
@ManuNiel

www.pickandroll.com.ar

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